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Polos de desarrollo pueden impulsar el crecimiento digital de las regiones mexicanas
El Plan México busca transformar la economía nacional a través de la generación de empleo, la seguridad productiva y la adopción tecnológica. Su componente territorial, los 15 Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar, pretende cerrar brechas regionales y atraer inversión manufacturera y digital.
Cierra el 2025, y la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (AMITI) realizó un corte de caja sobre cómo esa industria se ha convertido en una de las principales palancas que mueven la economía global de manera diaria y a futuro.
Haciendo el símil con un iceberg, Pablo Gómez, presidente de la asociación, mencionó que no hemos visto aún los mayores beneficios que puede traer la tecnología porque aún están “bajo la superficie del agua”. Este panorama es clave para entender la apuesta del Plan México, desarrollado por el gobierno, y su componente territorial más ambicioso: los Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar.
Sergio Silva Castañeda, titular de la Unidad de Fomento y Crecimiento Económico de la Secretaría de Economía, dijo que los polos son parte de una estrategia más amplia, por lo que no hay que verlos de forma aislada, como “un experimento un tanto raro, [sino que], en realidad, es uno de los componentes territoriales del Plan México”.
El Plan México busca la transformación productiva
El citado plan involucra a 21 agencias del gobierno federal, con más de 100 proyectos específicos, y su objetivo central es la transformación productiva del país. De acuerdo con el funcionario, los principales objetivos del plan son tres:
- Generación de empleo: “Tenemos un déficit en la creación de empleo”, aseguró Silva, detallando que existen sectores que han ido perdiendo empleos en los últimos cinco a 10 años y esto debe cambiar para cerrar brechas entre la población.
- Seguridad nacional, en sentido amplio: Más allá de la geopolítica, se trata de reducir vulnerabilidades productivas. “En la pandemia, fue muy frustrante darnos cuenta de que en México hubiéramos podido producir ventiladores si no fuera porque había un par de piezas que nunca habíamos producido”, compartió Silva. Este objetivo incluye soberanía energética, alimentaria y sanitaria.
- Adopción tecnológica: Para conseguir la transformación económica de México, “tenemos que lograr que nuestra economía se monte en las nuevas olas tecnológicas,” consideró el funcionario de la Secretaría de Economía. Aunque no generará empleo inmediato, es clave para el crecimiento a mediano plazo.
Silva declaró que los 15 polos de desarrollo económico fueron seleccionados tras analizar 120 propuestas estatales. Cada polo cuenta con dictámenes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Energía (Sener) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) que garantizan que tengan factibilidad ambiental, energética y territorial. Además, se firmaron convenios con gobiernos estatales para ejecutar obras habilitadoras y simplificar trámites mediante digitalización.
“La idea es que, esto que vamos a empezar a ofrecer en los polos, que es un proyecto de simplificación y digitalización de trámites federales, estatales y municipales, esté disponible desde el inicio”, afirmó Silva.
Conectividad y energía, habilitadores para la industria digital
Uno de los puntos más relevantes para el sector tecnológico en México es la conectividad, ya que es importante para el desarrollo de estos polos. Según explicó Silva, la Agencia de Transformación Digital, la Secretaría de Infraestructura y la Comisión Federal de Electricidad están ayudando a asegurar que los polos cuenten con una conectividad adecuada.
Además, algunos polos tienen excedentes energéticos que los hacen atractivos para centros de datos. “Hoy, básicamente, los que tenemos están en Querétaro, pero un poco de diversificación geográfica nos caería bien”, señaló el funcionario.
Entre estos proyectos, por ejemplo, se habla de instalar un gran centro de datos en la ciudad de Monclova, Coahuila, una región golpeada por el desempleo tras la quiebra de la empresa Altos Hornos de México (AHMSA), que era el engranaje para la economía local. La instalación de este centro de datos ayudaría a aminorar el porcentaje de población sin trabajo, “con lo que sería una muestra de cómo los polos pueden revitalizar economías locales”.
Oportunidades para pymes tecnológicas
Un sector al que buscan llegar estos polos económicos es el de las pymes, por lo que los incentivos fiscales en estos lugares están diseñados para atraer inversión nueva en activo fijo, abriendo oportunidades para proveedores de servicios digitales. “Creo que ahí se va a crear un mercado interesante. No basta con que haya empresas que puedan proveer ciertos servicios, hay que juntarlas con los posibles consumidores”, señaló Sergio Silva.
Esto implica organizar B2B regionales para conectar empresas tractoras con pymes, que deben cumplir con los requisitos de formalización y cumplimiento normativo, tener una digitalización básica (inventarios, trazabilidad y ciberseguridad), y contar con programas de cumplimiento y gobernanza.
Por su parte, Erika Quevedo, directora general del Consejo de Empresas Globales, subrayó la importancia de integrar mipymes también, ya que “la integración de las micro, pequeñas y medianas empresas es estratégica por (…) competitividad y resiliencia”.
La ejecutiva mencionó que 97 % de las empresas en México son mipymes, las cuales generan el 41 % de los empleos del país, pero solo, paradójicamente, el 17 % del ingreso. De ahí la importancia, resaltó Quevedo, de hacer que este sector crezca. “Si lo logramos –escalarlas e integrarlas a las cadenas de valor–, tendríamos más empleo, más innovación y más productividad”, resaltó.
La directiva también subrayó el tema de la resiliencia como una característica crítica. A “partir del COVID, vimos las ventajas de tener la cadena de proveeduría mucho más cercana. Ya no es cosa de just in time; dicen que, a veces, es just in case”.
Pero, para lograr estas metas, las mipymes deben enfrentar una gran cantidad de obstáculos, entre los cuales uno de los mayores es el acceso a capital. “Muchas empresas pertenecientes al Consejo de Empresas Globales se han convertido incluso en financieras de estas mipymes”, expresó Quevedo, quien mencionó que hay compañías del sector bancario y asegurador desarrollando programas para bancarizar a las mipymes y facilitar su acceso a crédito.
La ejecutiva mencionó que la adopción tecnológica no basta si no se cuenta con capacidades internas, ya que de nada sirve implementar tecnología “si no hay talento especializado que la opere”. Por ello, la AMITI y el Consejo de Empresas Globales impulsan programas como el Laboratorio de Inteligencia Artificial, que busca capacitar a 25 mil jóvenes en competencias técnicas (Java, Cloud, IA) e inglés para 2026. Además, el Consejo identificó 20 habilidades socioemocionales clave para el futuro laboral, como resiliencia, adaptabilidad y pensamiento crítico.
En este sentido, Quevedo resaltó que la articulación con la academia es esencial, por lo que el gremio empresarial está trabajando con la SEP “para que la currícula educativa sea consistente con los requerimientos del sector empresarial”. Igualmente, se impulsa la educación dual con apoyo de empresas alemanas.
Para Sergio Silva de la Secretaría de Economía, el Plan México y los Polos de Desarrollo representan una oportunidad para transformar la economía, cerrar brechas y posicionar al país en las cadenas globales de valor. “Tenemos que encontrar la forma de que México forme parte de esas cadenas de valor de alta tecnología”, afirmó.
Pero el éxito dependerá de la colaboración público-privada, la digitalización transversal y la formación de talento. “Lo que somos hoy no nos va a servir para mañana. Tenemos que empujar hacia el futuro”, concluyó Erika Quevedo.
Para el Consejo de Empresas Globales, es necesario un proceso gradual para que las empresas maduren en la forma de abordar sus negocios. Para el gremio, hay tres niveles en los cuales las clasifica:
- Emergentes: Informales, sin procesos digitales.
- Preparadas: Formalizadas, con digitalización básica y programas de cumplimiento.
- Consolidadas: Integradas en cadenas globales, incluso como tractoras.