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¿Qué esperan los trabajadores chilenos frente al avance de la IA?
Quienes trabajan en servicios tecnológicos, finanzas e información son más propensos a tener una perspectiva positiva sobre el impacto de la inteligencia artificial. Le ofrecemos algunos consejos de expertos para enfrentar la penetración de la IA en el mundo laboral.
La compañía ADP Research realizó un estudio global, denominado “Personas en el Trabajo 2025: Inteligencia Artificial”, donde encuestó a 38 mil trabajadores en seis continentes para conocer sus percepciones hacia la IA y su impacto potencial en sus empleos.
La investigación reveló una gama compleja, y en algunos aspectos contradictoria, de emociones entre la fuerza laboral sobre el efecto de la IA en los empleos. Si bien muchos ven las posibilidades positivas de la inteligencia artificial, un gran número también tiene preocupaciones sobre el desplazamiento de puestos de trabajo y se siente incierto sobre la futura influencia de la IA en sus roles.
¿Cómo se sienten los chilenos?
En Chile, el estudio indica que el 16 % de los trabajadores cree que la IA impactará positivamente en sus responsabilidades laborales, lo que representa la menor proporción en América Latina.
Los expertos señalan que, en nuestro país, se observan dos posturas frente a la llegada de la inteligencia artificial al mundo laboral. Por un lado, existe un grupo de trabajadores que percibe la IA con cierta desconfianza, pensando que puede reemplazar puestos de trabajo, sobre todo en funciones más repetitivas o administrativas. Sin embargo, cada vez es mayor el número de profesionales que entienden que la IA es una herramienta de apoyo y no un sustituto total.

Benjamín Toselli, CEO y fundador de IT Hunters, explica que “en nuestra experiencia, los especialistas en tecnología reconocen que la IA puede liberar tiempo en tareas rutinarias y darles mayor espacio para enfocarse en lo estratégico, la creatividad, la innovación y la toma de decisiones. En ese sentido, la percepción positiva está creciendo, especialmente entre quienes tienen acceso a información y capacitación”.

Por su parte, Carlos González, vicepresidente de la Mesa de IA en la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), sostiene que lo que se observa en Chile es más bien una mirada cautelosa. “El estudio de ADP muestra que no hay una percepción uniforme, y eso refleja que los trabajadores aún están en proceso de entender cómo la inteligencia artificial puede integrarse en su día a día. En algunos sectores, existe el temor de que la IA pueda desplazar funciones, pero en la mayoría predomina la idea de que puede convertirse en una herramienta de apoyo, que simplifique tareas repetitivas y libere tiempo para enfocarse en labores de mayor valor. No se trata de un rechazo, sino de una expectativa de ver resultados concretos. Los trabajadores quieren comprobar que la IA realmente facilita su trabajo y no se transforma en una amenaza. En esa transición, el rol de las empresas es clave, mientras más claridad y acompañamiento exista en la adopción de estas tecnologías, más probable será que se perciban como un aporte real y no como un riesgo”, dice.
Diferencias por edad y tipo de trabajo
De acuerdo con el estudio, el porcentaje de quienes esperan un impacto positivo de la IA varía según la edad, destacando un 22 % en el grupo de 27 a 39 años y un 16 % en el de 55 a 64 años. A pesar de esto, sólo un 9 % de los chilenos teme que la IA reemplace su trabajo y otro 9 % no tiene idea de cómo esta tecnología transformará sus funciones.
Las personas que trabajan en los sectores de servicios tecnológicos, finanzas e información son más propensas a tener una perspectiva positiva sobre el impacto de la IA. Específicamente, el 23 % en el sector de información, el 34 % en servicios tecnológicos, y el 27 % en finanzas y seguros están totalmente de acuerdo en que la IA impactará positivamente sus responsabilidades laborales en el próximo año, aunque también expresan mayores preocupaciones sobre ser reemplazados.
En tanto, los trabajadores del conocimiento, como programadores, académicos o ingenieros son los más preocupados por ser reemplazados (13 % totalmente de acuerdo) y los más proclives a decir que no saben qué deparará el futuro (14 % totalmente de acuerdo).
Respecto de estos puntos, Benjamín Toselli, de IT Hunters, coincide con la conclusión de la encuesta. “En Chile, también observamos diferencias importantes en la forma en que los trabajadores perciben la influencia de la inteligencia artificial según su edad y el sector en el que se desempeñan. Los profesionales más jóvenes (millennials y centennials) suelen ver la IA como un aliado natural. Para ellos, es una herramienta que facilita la automatización de tareas, optimiza procesos y abre nuevas oportunidades en áreas como el análisis de datos, la ciberseguridad o la experiencia digital del cliente. En contraste, los trabajadores de mayor edad tienden a mostrar más cautela, en parte por el temor a la sustitución y también por una menor familiaridad con estas tecnologías”.
El experto enfatiza las diferencias por rubro. Indica que sectores intensivos en procesos repetitivos –como retail, logística o servicios financieros– ven más riesgos de reemplazo en ciertas funciones operativas. Por otro lado, en áreas como tecnología, telecomunicaciones y salud digital, la IA es percibida mayoritariamente como una herramienta de apoyo que multiplica capacidades humanas y acelera la innovación.
“Esta diversidad de percepciones nos muestra que la clave está en diseñar estrategias de adopción ajustadas a cada rubro, y no pensar en la IA como una solución homogénea para todos”, concluye Carlos González, de ACTI.
Consejos para trabajadores frente a la IA
Para Benjamín Toselli, CEO y fundador de IT Hunters, hay tres puntos básicos que considerar:
- La capacitación continua: No se trata sólo de aprender a usar herramientas de IA, sino de adquirir nuevas competencias digitales, manejo de datos y pensamiento analítico.
- El desarrollo de habilidades humanas: La IA puede procesar datos, pero no reemplaza la creatividad, el liderazgo, la empatía ni la capacidad de adaptación.
- Una mentalidad de colaboración hombre–máquina: La IA no debe verse como una amenaza, sino como un complemento que potencia al talento humano.
A su vez, Carlos González, vicepresidente de la Mesa de IA de ACTI, apunta que:
- Hay que empezar a adoptar la inteligencia artificial en la vida personal y en las organizaciones, pero siempre alineados con la estrategia de esta.
- La IA responsable y ética debe ser siempre la primera derivada. El mundo productivo debe estar convencido que la inteligencia artificial no reemplaza el talento humano, sino que lo potencia.
- La preparación pasa por combinar habilidades técnicas con competencias más transversales, como aprender a usar herramientas digitales, pero también desarrollar la creatividad, la capacidad de análisis crítico y la colaboración.