
¿Qué ocurre hoy con la presencia de la mujer en el mundo TI?
Es un hecho de que la presencia de la mujer en la industria tecnológica ha crecido sostenidamente durante los últimos años. No obstante, aún quedan diversos obstáculos por vencer.
Cada vez más mujeres ocupan roles técnicos, lideran equipos y emprenden en el sector de tecnologías de la información y las comunicaciones. Sin embargo, ciertos desafíos requieren atención: brechas de acceso, estereotipos sutiles y una menor visibilidad en algunos espacios de decisión.
“Lo interesante es que no estamos hablando de falta de talento –al contrario–, sino de cómo crear entornos donde ese talento pueda desplegarse sin barreras innecesarias. Hay muchas mujeres con perfiles altamente técnicos, estratégicos y con una capacidad de liderazgo impresionante. Sólo necesitan las condiciones adecuadas para brillar”, explica Mathilde Cordier-Hüni, directora de Negocios de Kabeli en Chile, y destacada ejecutiva de TI.

Según IT Talent, en Latinoamérica, el 23 % de las personas que trabajan en el sector de las tecnologías de la información son mujeres. En tanto, de acuerdo a la 12a Guía Salarial TI elaborada por la empresa IT HUNTERS, la participación de las mujeres en cargos ejecutivos en la industria TI de Chile es de sólo 16 %, mientras que en las posiciones de especialistas la presencia de ellas sube al 32 %.

“A diferencia de lo que sucede en otros sectores de la economía, en el ámbito de TI no existen barreras de género, tampoco hay diferencias de renta para un mismo puesto entre hombre y mujer. De hecho, en los procesos de selección que llevamos a cabo, algunos clientes nos piden incluir al menos una candidata en las ternas que les presentamos”, señala Benjamín Toselli, CEO y fundador de IT HUNTERS.
Todo parte con la educación
La principal barrera para alcanzar una mayor paridad en la industria TI sigue siendo la escasa motivación femenina por estudiar carreras relacionadas con tecnología. Según el “Informe de Brechas de Género en Educación Superior 2023” del Ministerio de Educación de Chile, publicado en marzo de 2024, sólo un 19,7 % de las matrículas de primer año en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) corresponde a mujeres.
“Este bajo interés inicial plantea el desafío de incentivar activamente a niñas y adolescentes desde antes de la enseñanza media, promoviendo políticas y programas educativos que despierten y fortalezcan tempranamente su interés hacia las áreas tecnológicas”, resalta Toselli.
Las áreas de tecnología son particularmente desafiantes: apenas un 9 % de las matrículas en ingeniería eléctrica corresponde a mujeres y, en general, las estudiantes en estas disciplinas siguen siendo la excepción, no la regla. Esta escasa representación se traduce en una falta de modelos a seguir, lo que perpetúa el ciclo histórico y limita el acceso de las niñas a las carreras científicas y tecnológicas desde el inicio de su formación.

“Es fundamental que las niñas no sólo sean conscientes de su potencial en la ciencia, sino que cuenten con los recursos, el acompañamiento y la seguridad para desarrollarlo. Esto implica transformar tanto los estereotipos de género, como las estructuras laborales que aún dificultan la inclusión plena de las mujeres. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de perder valiosas contribuciones a la innovación y al desarrollo en sectores clave como la tecnología, la salud y la sustentabilidad, entre otros”, sostiene Bárbara Stengel, vicedecana de Gestión y Vinculación con el Medio de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez.
El aporte de la mujer al mundo TI
Los expertos sostienen que aprovechar el potencial de las mujeres no sólo es una cuestión de justicia, sino también una ventaja estratégica para el desarrollo del sector. Según el Banco Mundial, la reducción de la brecha de género en empleos podría incrementar el producto interno bruto (PIB) per cápita en casi un 20 % en todos los países. Además, estiman ganancias económicas globales entre USD $5 billones a USD $6 billones.

“Mientras que los equipos homogéneos tienden a resolver problemas con enfoques similares, los conjuntos de trabajo diversos son capaces de generar soluciones más creativas, flexibles y adaptadas a una población global diversa. Esta capacidad de conectar con diferentes perspectivas y necesidades ha demostrado ser clave en el desarrollo de productos innovadores y exitosos”, señala María Fernanda Caicedo, presidenta de la mesa de Equidad de Género de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI).
Otro atributo que valoran los expertos se relaciona con la predisposición de la mujer frente al aprendizaje y la capacitación. Enfatizan que invertir en el perfeccionamiento de las mujeres en TI no es sólo una apuesta por la equidad, es una decisión inteligente para cualquier empresa que quiera crecer con talento comprometido.
“Las mujeres en tecnología son muy conscientes de la necesidad de mantenerse actualizadas, y tienen una capacidad de aprendizaje constante impresionante. Buscan crecer, certificarse, y no sólo desde lo técnico, sino también en habilidades de liderazgo, innovación y gestión. Lo que noto es que hay una gran conciencia del valor de la formación como herramienta de evolución profesional. Y cuando una mujer apuesta por su desarrollo, lo hace con una visión clara, estratégica, y muchas veces con un impacto positivo en su entorno”, concluye Mathilde Cordier-Hüni, de Kabeli.