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Aunque todavía hay camino por recorrer, el rol de la mujer en la industria TI se fortalece

En la actualidad, hay más mujeres en puestos de liderazgo y desempeñando roles de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

Tal como lo ha revelado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab), en el sector de tecnologías de la información y comunicación (TIC) en América Latina, solo una de cada cuatro profesionales es mujer y una de cada cinco se desempeña en puestos técnicos en el mundo. Así mismo, las profesionales de ciencia, tecnología y computación representan en promedio menos del 30 % del total, por lo que es necesario seguir trabajando el tema y que ellas mismas motiven a que más mujeres ingresen al mundo de la tecnología.

Así lo señala Catalina Salazar, CFO de Sempli, quien agrega que en el mundo fintech –de acuerdo con el BID– el 15 % de los emprendimientos de startups financieras en la región tienen inclusión de género en sus equipos de trabajo, lo que representa un crecimiento de 9 % con respecto al último estudio. Además, se resalta que el porcentaje de empresas fintech sin mujeres en los equipos se ha reducido de 18 % a 12 %.

Para ella, estas cifras se deben en parte al aumento de directoras, fundadoras y cofundadoras de las empresas (40 %) que llevan consigo valores corporativos alineados con la representación equitativa de género.

“Esto es un muy buen termómetro del mundo fintech, lo que quiere decir que esto también afecta positivamente al mundo tecnológico. Así las cosas, la presencia femenina se ha venido incrementando no solamente en el mundo TI, sino también en el sector financiero. Se viene generando un espacio de mayor participación, se viene valorando más, se le ha dado mucha visibilidad al rol de las mujeres líderes en este tipo de compañía/startups”, destaca Salazar.

En esa línea, Ana María Franco, gerente de Gestión Empresarial en InterNexa, sostiene que el sector TIC es tal vez una de las industrias en las que menos mujeres trabajan, no solo en cargos directivos, sino también en cargos medios y bajos. Sin embargo, reconoce que las organizaciones son cada vez más conscientes de la importancia de la diversidad, no solo desde la perspectiva de impacto social, sino también desde los beneficios del abordaje diverso para los negocios.

“El cierre de la brecha de género se ha convertido en un tema fundamental en Colombia, y desde todas las aristas se ha buscado generar más conciencia acerca de esta situación que aún sigue vigente, y buscar iniciativas y estrategias que cada vez más nos acerquen a la igualdad de género. El mundo corporativo es uno de los ámbitos que más se ha pronunciado acerca de esta brecha y el largo camino que tiene el país por recorrer para que la equidad sea una realidad”, explica la ejecutiva. 

Indica, igualmente, que, según la Unesco, en el año 2019 la tasa promedio de mujeres investigadoras era de 29 % y tan solo el 35 % de estudiantes de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) en la educación superior eran mujeres, lo que demuestra que la brecha proviene en gran medida del sistema educativo y se hace más evidente en el mercado laboral, pues reduce el acceso de las mujeres a cargos en el sector de las TIC, entre otros relacionados con estas áreas de estudio.

No obstante, comenta que, si bien la industria TIC tiene su sustento en carreras STEM, en las que es evidente la contracción gradual de talento, especialmente femenino, hay algunos frentes que se nutren de programas confluentes entre Estado y empresa, que vienen estimulando desde tempranas edades a los jóvenes (hombres y mujeres) para su atracción al mundo ingenieril.

Por eso, también considera relevante que se debe seguir formando y sensibilizando a la población en cuanto a las fortalezas que trae la diversidad, asegurando liderazgos incluyentes que rompan paradigmas, fortaleciendo espacios de trabajo intersectoriales que refuercen la oferta de valor para los jóvenes que están en procesos de decisión de carrera y así se atraiga cada vez más a la juventud para el desafío futuro que tiene esta industria como protagonista de la nueva sociedad, basada en tecnología con valor y humanidad.

Las mujeres ganan mayor reconocimiento

De acuerdo con Ana Peña, directora de comunicación para Américas en Intel, ahora hay muchas más mujeres en puestos de liderazgo y desempeñando roles de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Hoy –asevera– las mujeres han escalado a estas posiciones y se han ido tecnificando, y es un orgullo poder ver ya organizaciones lideradas por mujeres y con equipos diversos.

Peña anota que antes las mujeres estaban limitadas por la sociedad para trabajar y que con el tiempo empezaron a tomar puestos que se consideraban solamente de soporte; por ejemplo, no eran doctoras, pero sí enfermeras –de ahí crecieron muchos estereotipos de género y trabajo–, pero cree que hoy ya vemos a más mujeres en puestos de liderazgo y cada vez más preparadas, dirigiendo áreas completas.

“Este fue un cambio que tuvo que ser intencional. En Intel, por primera vez tenemos a una vicepresidenta del grupo global de ingeniería de diseño, Ileana Rojas, quien también es gerente general de la planta de Costa Rica. Incluso, tenemos metas claras de representación de minorías que nos hemos propuesto alcanzar para 2030”, resalta Peña.

Sin embargo, la directiva manifiesta que, si bien cada vez vemos más mujeres en puestos de liderazgo y roles STEM, la participación de género en Latam todavía no es equitativa, por lo que advierte que existen estereotipos que hay que romper y sesgos que se traen de manera inconsciente y que se deben eliminar pronto. “Este año, la ONU centró la atención del Día Internacional de la Mujer en las enormes pérdidas al PIB y a la innovación causadas por la exclusión de las mujeres del mundo digital”, enfatiza.

Algunas cifras citadas por Peña revelan que, en América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres graduadas de carreras STEM no alcanza el 40 % en la mayoría de los países. Esta proporción es aún menor en las áreas de TIC. Así, en Brasil solo el 15 % de las personas graduadas en TIC son mujeres; en Chile, el 13 %; Costa Rica, 20 %; Uruguay, 18 %; y en Colombia, 23 %. En otros países la proporción es mayor, pero en ningún caso superan el 50 %, de acuerdo con la Cepal.

Asimismo, en Colombia, la brecha salarial de género en ocupaciones profesionales, científicos e intelectuales es de 9,19 %. Venezuela logró el 60 % de mujeres investigadoras, pero en Chile, México y Perú todavía representan menos del 34 % de los investigadores.

“La convicción de las empresas es fundamental para aumentar la participación de las mujeres en las organizaciones, tanto en puestos de liderazgo como en roles técnicos. El objetivo principal de las compañías es crecer, y para eso la meritocracia es un factor esencial, por lo que debemos cultivar la preferencia por carreras STEM”, sentencia la directora de comunicación para Américas en Intel.

Para lograrlo, esta compañía tiene estrategias y objetivos relacionados a la inclusión y diversidad. Por ejemplo, para 2030, busca exceder el número de mujeres en roles técnicos un 40 %, además del objetivo de que 30 % de las contrataciones de primer nivel en roles técnicos sean mujeres.

Por su parte, Deily Gaviria, líder de RR.HH. en Keyrus, asegura que las cifras del estudio “Women in the Digital Age” indican que tres de cada diez mujeres en el mundo estudian carreras de tecnología e ingeniería. Y según el estudio de la compañía Crack the Code, en el caso de Colombia, menos del 30 % de las mujeres trabajan en la industria de la tecnología.

Para ella, si bien se estima que la brecha en el mercado laboral de la tecnología es resultado proporcional de lo que sucede en el ámbito educativo, el panorama ha venido mejorando exponencialmente en los últimos años, pues la creciente demanda de profesionales, la mayor oferta de programas de estudio, los cambios en los valores corporativos, entre otros factores, han favorecido que las mujeres tengan mayor cabida y mejor recibimiento en los distintos cargos del sector.

Gaviria vislumbra los años venideros para las mujeres como “prometedores”, con la certeza de un aumento significativo en participación. “Las mujeres hemos hecho un gran trabajo y nos hemos posicionado fuertemente en la industria, lo que sin duda ha abierto muchas más oportunidades y ha impulsado a que más de nosotras decidan aportar con todas sus cualidades y potencial al desarrollo tecnológico de las regiones”, señaló.

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