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IA, datos e identidad digital pueden construir una movilidad inteligente
La transformación de la movilidad en un ecosistema urbano de movilidad requiere, más que infraestructura física, una infraestructura digital compartida así como una visión clara, colaboración entre sectores y la voluntad de romper silos.
La movilidad urbana es uno de los principales retos para las ciudades latinoamericanas. En México, los tiempos de traslado en zonas metropolitanas como el Valle de México superan las dos horas diarias para millones de personas. La inversión familiar en transporte es alta, el transporte público presenta carencias estructurales y los sistemas de gestión vial aún operan con lógicas fragmentadas.
Ante este panorama, la tecnología ofrece ser el catalizador de una reconfiguración sistémica de la movilidad urbana, donde la eficiencia, la inclusión y la sustentabilidad dejen de ser promesas y se conviertan en resultados tangibles.
Hoy, múltiples actores públicos y privados intervienen en la movilidad: gobiernos municipales y estatales, concesionarios de transporte, desarrolladores de apps de movilidad, startups de micromovilidad, operadores logísticos, aseguradoras, fintechs, marcas y usuarios.

Sin embargo, lo hacen sin una arquitectura digital común. Cada quien captura, procesa y utiliza los datos desde sus propios sistemas. Esto impide la interoperabilidad, limita la colaboración y diluye oportunidades de innovación.
La verdadera oportunidad está en construir un ecosistema digital de movilidad urbana, donde todos estos actores puedan operar bajo reglas de datos compartidos, estándares comunes y tecnologías abiertas. Esto habilitaría beneficios como:
- Interoperabilidad real entre medios de transporte públicos y privados.
- Desarrollo de nuevas formas de movilidad compartida (sharing).
- Programas de lealtad y recompensas por hábitos sostenibles.
- Fintechs que desarrollen billeteras y medios de pago urbanos.
- Insurtechs con seguros dinámicos basados en comportamiento de movilidad.
- Monetización de datos para nuevos modelos de negocio.
- Gestión promocional y de contenidos en función de la movilidad real.
Esta visión no es futurista. Está al alcance de quien logre articular la infraestructura, los datos y los incentivos adecuados. Hoy, no existe aún un verdadero ecosistema digital urbano de movilidad en México. Ser el primero en hacerlo implicaría no solo una transformación operativa, sino una ventaja estratégica con impactos económicos, sociales y reputacionales.
Para dimensionar el potencial de un sistema integrado de movilidad en México, basta mirar los datos de la Ciudad de México y su zona metropolitana. Diariamente, se realizan más de 35 millones de viajes de personas (según cifras del INEGI), repartidos entre transporte público, automóvil privado, aplicaciones, caminata, bicicleta, motocicleta y más. Este volumen representa un mercado digitalizable de enorme valor para servicios de movilidad, seguros, pagos, contenidos y comercio conectado, cuando las ofertas actuales apenas rascan la superficie de esa oportunidad, rondando el 10 % del mercado.
La infraestructura tecnológica para capitalizar este ecosistema no está limitada por la innovación, sino por la falta de articulación estratégica. El que lo construya primero, marcará el ritmo del resto.
En este esquema, tecnologías como la inteligencia artificial permiten anticipar flujos de demanda, optimizar rutas, automatizar decisiones operativas y mejorar la experiencia del usuario.
La identidad digital, por su parte, garantiza seguridad, personalización y trazabilidad, habilitando desde el pago unificado hasta servicios diferenciales por perfil de usuario.
Pero todo esto requiere algo esencial: datos confiables y estandarizados. Sin esa base, cualquier tecnología, por avanzada que sea, operará sobre arenas movedizas.
La transformación de la movilidad no comienza con más infraestructura física, sino con una infraestructura digital compartida. Hacer realidad un ecosistema urbano de movilidad requiere visión, colaboración entre sectores y voluntad de romper silos.
Hoy, la oportunidad está sobre la mesa. Y será para quien entienda primero que, en las ciudades del futuro, moverse mejor no se trata solo de velocidad, sino de integrar tecnología, datos y ciudadanía en una misma dirección.
Bruno Juanes es CEO para el Norte de América Latina en Inetum, empresa dedicada al asesoramiento de compañías para implementar procesos de transformación digital. Bioquímico por la Universidad Autónoma de Madrid, cuenta con múltiples certificaciones como “Innovación Exponencial” por la Singularity University, “Estrategias de Inteligencia Artificial para Negocios” por el MIT, “Trabajo Híbrido" por la Universidad de Stanford y “Gobierno Corporativo” por Wharton School. Con más de 30 años de trayectoria, ha colaborado en compañías como PwC, Everis, Deloitte Consulting y, más recientemente, en Coca-Cola FEMSA como Chief Growth & Digital Officer.