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La revolución cuántica: México está en una encrucijada tecnológica

Además de la IA, la nube y la IoT, el cómputo cuántico está emergiendo como una de las tecnologías más prometedoras para revolucionar industrias enteras, dice Inetum.

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado el 2025 como el Año Internacional de la Ciencia y Tecnología Cuántica, reconociendo su potencial transformador en múltiples sectores. Esta proclamación nos invita a reflexionar sobre el papel de México en esta nueva era tecnológica y cómo podemos posicionarnos a la vanguardia de la innovación.

En los últimos años, México ha experimentado un crecimiento notable en la adopción de tecnologías emergentes. Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (AMITI), la industria de tecnologías de la información y comunicación (TIC) en el país alcanzó una facturación de 900 mil millones de pesos en 2024, registrando un crecimiento del 5,2 % respecto al año anterior.

Bruno Juanes

Este avance se refleja en los diversos sectores que han incorporado tecnologías para optimizar sus procesos y mejorar su competitividad. Por ejemplo, Grupo Coppel anunció una inversión de 14.200 millones de pesos mexicanos (más de 691 millones de dólares) en 2025, destinada a la apertura de nuevas tiendas, digitalización y sustentabilidad, lo que generará 6.800 nuevos empleos.

Tecnologías implementadas y el potencial del cómputo cuántico

Entre las tecnologías que están marcando tendencia en México se encuentran:

  • Inteligencia artificial (IA): La IA se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar la eficiencia operativa y la toma de decisiones en tiempo real. Se estima que su implementación puede aumentar la productividad en las empresas hasta en un 40 %.
  • Computación en la nube: La adopción de servicios en la nube ha permitido a las empresas escalar sus operaciones y reducir costos, facilitando el acceso a recursos tecnológicos avanzados sin la necesidad de inversiones significativas en infraestructura.
  • Internet de las cosas (IoT): La interconexión de dispositivos ha optimizado procesos en sectores como la manufactura, agricultura y salud, proporcionando datos en tiempo real para una mejor toma de decisiones.

A medida que avanzamos en esta era digital, el cómputo cuántico emerge como una de las tecnologías más prometedoras. A diferencia de la computación clásica, que utiliza bits para procesar información, el cómputo cuántico emplea qubits, lo que le permite realizar cálculos complejos a velocidades sin precedentes.

La democratización de esta tecnología podría revolucionar industrias enteras:

  • Salud: Permitiría el desarrollo de nuevos fármacos mediante la simulación de interacciones moleculares a gran escala.
  • Finanzas: Optimizaría portafolios de inversión y mejoraría la detección de fraudes mediante análisis de datos más rápidos y precisos.
  • Logística: Mejoraría las rutas de distribución y gestión de cadenas de suministro, reduciendo costos y tiempos de entrega.

Sin embargo, para que México pueda aprovechar plenamente el potencial del cómputo cuántico, es esencial invertir en educación y capacitación especializada, fomentar la investigación y desarrollo, y promover alianzas público-privadas que impulsen la innovación y permitan enfrentar los desafíos y oportunidades que trae consigo la revolución cuántica.

El futuro es cuántico, y México tiene la oportunidad de ser protagonista en esta nueva era.

Nota de la editora: La columna fue editada para cumplir con el estilo editorial.

Bruno Juanes es CEO para el Norte de América Latina en Inetum, empresa dedicada al asesoramiento de compañías para implementar procesos de transformación digital. Bioquímico por la Universidad Autónoma de Madrid, cuenta con múltiples certificaciones como “Innovación Exponencial” por la Singularity University, “Estrategias de Inteligencia Artificial para Negocios” por el MIT, “Trabajo Híbrido" por la Universidad de Stanford y “Gobierno Corporativo” por Wharton School. Con más de 30 años de trayectoria, ha colaborado en compañías como PwC, Everis, Deloitte Consulting y, más recientemente, en Coca-Cola FEMSA como Chief Growth & Digital Officer.

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