Industria de pagos en América Latina acelera su ritmo de evolución

Las innovaciones en remesas, pagos instantáneos y pagos transfronterizos están marcando un antes y un después en la integración e interoperabilidad financiera regional, dice Temenos.

Latinoamérica está transformando rápidamente su sector financiero gracias a tecnologías emergentes que mejoran la interoperabilidad, las remesas y los pagos instantáneos. Este panorama exige que las instituciones financieras se adapten con rapidez para capitalizar las oportunidades del mercado, lo que requiere un core bancario moderno, robusto y escalable, afirma Temenos, empresa de software bancario que destaca cómo la tecnología de vanguardia ayuda a enfrentar estos desafíos y permite aprovechar las tendencias emergentes en la industria de pagos.

Con 3,4 billones de transacciones procesadas en 2023, el estudio “Global Payments in 2024: Simpler Interfaces, Complex Reality” de McKinsey proyecta que las ganancias globales por pagos alcanzarán $3,1 billones de dólares para 2028. En este contexto, Temenos señala que Latinoamérica ha avanzado significativamente en innovación financiera, integrando sistemas locales e internacionales para fomentar la inclusión financiera y construir un ecosistema más eficiente y accesible que impulsa el crecimiento global del sector.

Cristian Sánchez

“El fortalecimiento del core bancario y los sistemas de pago es clave para que las instituciones financieras lideren la evolución de los pagos en la región. Para ello, necesitan un respaldo tecnológico flexible y escalable, que les permita impulsar su eficiencia operativa, así como fomentar la inclusión financiera y abrir nuevas oportunidades de desarrollo económico, conectando a más personas con los servicios financieros del futuro”, comenta Cristian Sánchez, vicepresidente de ventas para Latinoamérica de Temenos.

Frente a la creciente demanda de soluciones de pago ágiles, el ejecutivo señala que las instituciones deben adoptar infraestructuras avanzadas y centrarse en las siguientes áreas clave:

  1. Interoperabilidad: La capacidad de interconectar sistemas de pago a nivel local e internacional es esencial para mejorar la eficiencia de las transacciones y promover la inclusión financiera. Se está adoptando plataformas que unifican canales y ecosistemas de pagos basadas en sistemas abiertos, como APIs, permitiendo a las instituciones conectar diversas fuentes de pago y servicios. Esto asegura mayor eficiencia operativa, adaptabilidad a las exigencias regulatorias y promueve el desarrollo económico y empresarial.
  2. Remesas: Los bancos en la región consideran las remesas como un área clave frente a nuevos competidores. La tendencia es hacia la centralización de procesos que optimicen la gestión de estas operaciones, tanto en efectivo como entre cuentas en distintos países. Esto mejora la velocidad y accesibilidad de las transferencias, ofreciendo mayor transparencia, menores costos y una experiencia más eficiente para los usuarios finales.
  3. Pagos instantáneos: Los pagos instantáneos están redefiniendo el panorama financiero en Latinoamérica, consolidándose como una tendencia clave. Modelos como PIX en Brasil, con más de 200 millones de transacciones diarias, SPEI, CoDi, la nueva plataforma DiMo en México, y próximamente Bre-B en Colombia, están transformando las transacciones cotidianas de bajo valor para ser procesadas en tiempo real sin necesidad de tener a la mano los datos bancarios del beneficiario, solamente su número de teléfono móvil.
  4. Cambios en pagos transfronterizos vía SWIFT y a través de franquicias: Las actualizaciones recientes en los estándares SWIFT, como la integración de GPI (Global Payments Innovation, en inglés) y estándares internacionales como el ISO 20022, están optimizando los pagos transfronterizos al mejorar la transparencia, trazabilidad, velocidad de procesamiento y seguridad. Estas mejoras permiten a las instituciones alinearse con las demandas de agilidad y cumplimiento normativo.
    Por otra parte, las franquicias como Visa y Mastercard están ofreciendo sus redes globales para el procesamiento de transacciones de bajo valor, permitiendo pagos transfronterizos entre tarjetas y cuentas, fomentando así una sana competencia y reduciendo el costo de este tipo de transacciones para el usuario final.

“Las instituciones financieras necesitan sistemas flexibles y eficientes que optimicen costos, mejoren la experiencia del cliente e integren pagos en tiempo real. Invertir en tecnología de punta y colaborar con proveedores ayuda a la adaptabilidad de las instituciones financieras, el cumplimiento regulatorio y preparación para las demandas del futuro, fortaleciendo su visión estratégica y compromiso con la innovación para impulsar el desarrollo del sector financiero”, concluye Sánchez.

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