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ICREA lanza nueva norma de ciberseguridad para infraestructura crítica

ICREA lanzó a nivel internacional la Norma 2025, en español, inglés y portugués, un estándar específico de ciberseguridad para infraestructura crítica, así como una agenda de sustentabilidad con sello verde y auditorías que logran ahorros comprobables de energía.

En la industria de centros de datos, los estándares aseguran la continuidad operativa, la seguridad y la eficiencia, y no se limitan a describir buenas prácticas, sino que establecen parámetros que evolucionan con el mercado, son integrados por los fabricantes en sus equipos, y se actualizan al ritmo de la tecnología.

Bajo esa premisa, la International Computer Room Experts Association (ICREA) trabajó con cientos de profesionales para desarrollar la Norma ICREA 2025, un nuevo estándar que incorpora los temas más urgentes del sector, tales como inteligencia artificial, sustentabilidad, ciberseguridad y eficiencia energética. Y que, por primera vez, se presenta oficialmente en inglés y portugués para acompañar la expansión global del modelo.

“La norma que nació en México ya se habla en los idiomas y las geografías donde hoy crecen los data centers: Irlanda, certificada con nivel IV; Brasil, con country manager y versión oficial en portugués; y una red de asociaciones latinoamericanas con ICREA como socio fundador y puente técnico”, presumió Carolina Cortés, directora general de ICREA.

De izq. a der.: Dairo Agudelo Díaz, Paulina Rocha y Carolina Cortés de ICREA.

Paulina Rocha, presidenta del Consejo de ICREA, aseguró que existe una articulación estratégica entre la misión técnica del estándar, las alianzas con asociaciones y fabricantes, y la coherencia del crecimiento regional. “Su papel es clave para mantener el rumbo, con un consejo que garantiza que cada nueva iniciativa (sea la norma de ciberseguridad o la política de entregas regionales de placa) esté alineada con los objetivos de largo plazo, con el desarrollo del ecosistema y, sobre todo, con la integridad de la certificación”, indicó.

Actualmente, además de la actualización de las normas, la expansión idiomática, la presentación de la nueva norma de ciberseguridad y el impulso de “Mujeres que Transforman en Tecnología”, el enfoque de la asociación consiste en traducir la urgencia del mercado en decisiones operativas: acelerar comités, involucrar fabricantes, medir impacto, y ordenar reconocimientos para destacar la continuidad de quienes cumplen año con año, detalló Carolina Cortés.

“El reto ya no es solo crecer para cumplir con la demanda de los centros de datos, sino hacerlo de manera sustentable, segura y preparada para los riesgos del futuro”, afirmó.

El proceso de actualización fue encabezado por Dairo Agudelo Díaz, director de ingeniería de ICREA, mediante una metodología que “privilegia la realidad operativa sobre la burocracia documental. La certificación no se queda en el papel: se asegura en sitio, en el ‘espacio del data center’, y se guía por una premisa contundente: menos es más. Ser minimalistas en infraestructura, con la misma o mayor disponibilidad, aprovechando la evolución de equipos y el know-how de fabricantes, permite diseñar y operar mejor, invertir con sentido y reducir fallos”. De ahí la relevancia de actualizar auditores, registrar perfiles con valor agregado y detectar equipos que operan mal para corregirlos.

La asociación siempre ha sostenido que un estándar que no se actualiza es un estándar que se aleja de la realidad. Por eso, su norma se revisa cada dos años. Ahora, incorpora comités anuales para verificar procesos emergentes y decidir, si es necesario, versiones intermedias. “La versión 2025 es una de las más robustas (…), ya que integra la visión de fabricantes que conocen el rumbo tecnológico, separa el capítulo de ciberseguridad para crear una norma propia orientada a amenazas digitales en infraestructura crítica, y ordena el diseño con parámetros de eficiencia y sustentabilidad”, comentó Agudelo Díaz.

En lo que respecta a la sustentabilidad, área que ICREA trabaja desde su sello verde, el tema se aborda con rigor técnico y sin concesiones en la nueva norma. Los centros de datos deben consumir la energía que necesitan, pero el estándar exige medir, optimizar y reducir con estrategias de sitio.

Las auditorías de infraestructura y sustentabilidad han logrado reducir hasta 12 % en consumo de energía mensual sobre facturas de 100 mil a 500 mil dólares, según mencionó Carolina Cortes, gracias a “recomendaciones específicas en clima, aire y calidad de energía que se modelan con herramientas analíticas. La sustentabilidad también implica desmitificar el uso de agua: no todos los data centers la utilizan, y quienes lo hacen integran procesos de regeneración y reutilización. La clave está en diseñar para gastar lo necesario y acompañar esa operación con energías alternativas, solar y eólica, cuando la geografía y la política lo permiten”.

Distinguir los matices de borde, hiperescala y modularidad

La nueva norma de ICREA evalúa con el mismo rigor a los centros de datos de hiperescala, que a los tradicionales, los de borde, los contenedores y los modulares. Incluso, varía el entendimiento de “edge”, pues un centro de datos de 100 racks puede caer en esa categoría.

“Los fabricantes confirmaron que la Norma ICREA 2025 aplica en más del 95 % de los casos de hiperescala; el restante 5 % se explica por requerimientos específicos de cada empresa, como son las condiciones únicas de los edificios”, mencionó Dairo Agudelo. “Lo importante es que la norma contempla cinco disciplinas –eléctrica, climatización, seguridad, comunicaciones e infraestructura física–, y las revisa de punta a punta, sin dejar fuera los puntos donde, en la práctica, suelen aparecer las fallas”, especificó.

Separar la ciberseguridad de la norma principal y convertirla en estándar específico fue una decisión estratégica por parte de ICREA. La directora de la Asociación comentó que “los perfiles profesionales, los tiempos de trabajo y las lógicas de riesgo en ciberseguridad son distintos de los de infraestructura, y la industria amerita procesos claros para mitigar ataques en centros de datos y áreas de misión crítica”.

Este enfoque reconoce que el centro de datos es el corazón digital de los negocios: si falla, se para el mundo. Tener lineamientos que escalen desde diseño, operación y auditoría técnica hacia modelos de resiliencia digital con medición, simulación, respuesta y mejora continua es indispensable.

Inclusión y expansión geográfica

Durante la presentación, también se reveló la iniciativa “Mujeres que Transforman en Tecnología” para sumar talento diverso a la industria. Creada y liderada desde ICREA, “integra programas de mentoría, apoyos educativos y becas para mujeres, hombres y jóvenes que quieran ingresar o profesionalizarse en el sector”, explicó Carolina Cortés. Este año, se entregaron 100 becas por un valor entre 180 mil a 198 mil dólares, y el objetivo es duplicarlas el próximo año, dijo la ejecutiva.

Finalmente, Cortés informó que ICREA se convirtió en socio fundador de la Asociación Colombiana de Data Center y Tecnología, y anticipó un rol similar en Centroamérica. “La idea es sencilla y poderosa: (queremos) ser puente entre data centers, fabricantes, operadores, profesionistas y asociaciones, con el fin de fortalecer infraestructura segura a nivel mundial. En México, hubo un intento de diálogo con la asociación local que, por ahora, quedó en silencio administrativo. Lejos de convertirse en obstáculo, este episodio reforzó la vocación de ICREA por compartir expertise allí donde haya puertas abiertas y objetivos comunes”, subrayó.

“Como organización sin ánimo de lucro, pero no con ánimo de pérdida, la misión es difundir buenas prácticas en diseño, construcción y operación con 6.200 asociados y casi 380 data centers certificados en el mundo”, concluyó la directora.

Reconocimientos

ICREA entregó placas por continuidad de certificación que van de Bronce (1-2 años) a Tungsteno (16-20 años), pasando por Plata (3-4), Oro (5-6), Platino (7-9), Diamante (10-12) y Titanium (13-14). En esta edición, destacaron la empresa irlandesa Ilkari con nivel IV, y Triara México con nivel VI.

Además, la asociación informó que las entregas ahora serán regionales, para reconocer el crecimiento de cada país que adopta la norma y evitar concentrar todas las ceremonias en un solo evento.

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