Avances tímidos en el uso de IA en la gestión pública en Perú
A pesar de las limitaciones en inversión de infraestructura, el marco legal de impulso existe y hay muchas iniciativas del uso de IA en entidades del Estado: desde mapas analizados para detener la tala ilegal de árboles, hasta pruebas de rayos X que permiten identificar la gravedad de la tuberculosis.
El uso y desarrollo de herramientas de inteligencia artificial (IA) puede ser el motor para innovar que requiere la región. El Perú no ha sido, hasta ahora, líder en la materia, pero la oportunidad existe. Según el Índice Global de Innovación 2025, ocupó el puesto 80 de 139 países, un retroceso frente a 2015, cuando tenía el puesto 71. Con relación a América Latina, está séptimo, detrás de Chile, Brasil y México.
Perú carece de un ecosistema que favorezca la innovación, afirmó David Tuesta, exministro de Economía y Finanzas del país, en su columna del diario Peru21. Como respaldo de su argumento, señaló que el gasto en investigación y desarrollo representa apenas 0,16 % del PBI, mientras que el promedio de América Latina es 0,4 % y en la OCDE es de 3 %. Corea del Sur y Estados Unidos superan el 5 % y 3,5 %, respectivamente.
Además, a pesar de que el 30 % de los graduados peruanos son ingenieros, el talento no se traduce en innovación y las exportaciones de alta tecnología representan solo el 5 % de las exportaciones manufactureras, frente al promedio latinoamericano de 10 % y al 21 % de la OCDE. La producción de artículos científicos crece, pero sigue rezagada respecto a Chile o Colombia.
Por ejemplo, hasta el 31 de agosto de 2025, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) tenía 2.693 publicaciones técnico-científicas incluidas en el repositorio institucional, 159 investigadores con RENACYT y tres tecnologías liberadas (una variedad de ajo, una variedad de alcachofa, y una línea de cuy), además de 195.332 análisis de suelos realizados a nivel nacional.
Es un avance, pero se puede hacer mucho más si se aplica la IA, como lo hace la startup peruana Space AG, que usa drones, sensores IoT e IA para predecir cosechas y detectar plagas. Dicha empresa fue cofinanciada por ProInnóvate Perú cinco años atrás, y hoy ya ofrece su tecnología digital aplicada a la agricultura en cinco países de la región.
Juan Moscoso, gerente comercial de Ventas (responsable de los segmentos comercial, Client PC y Datacenter) para la región de SOLA en Advanced Micro Devices (AMD), está convencido de que, a los países de la región, incluido el Perú, el uso de herramientas de código abierto les permite estar al mismo nivel que el resto del mundo, y es una oportunidad que no se puede desperdiciar. En Perú, se tienen algunos desafíos por cubrir: “Se ha puesto sobre la palestra la necesidad de renovar la infraestructura, pero la gran desventaja es que los procesos pueden tomar, fácil, diez años”, comentó.
Mientras la empresa privada mantiene un ritmo dinámico, el Estado va muy lento, añadió. Existen proyectos de grandes centros de datos para atender la necesidad de procesamiento del gobierno, pero la inestabilidad política no ayuda, sino que se convierte en un obstáculo crítico, explicó. A ello se suma la falta de talento experto en IA, el cual urge formar y retener.
A su entender, sería conveniente que el Estado establezca el uso del código abierto en todas sus estructuras, lo que permitiría desarrollar herramientas inteligentes a mucho menor costo, tal como ha sucedido en Bolivia, que ha incorporado el uso del software abierto dentro de su oferta gubernamental. Muy pocas organizaciones del gobierno boliviano trabajan con software propietario: 90 % funciona, por defecto, con código abierto, anotó Juan Moscoso.
La intención de mejora ya existe, y se refleja en el marco legal y el diseño de las políticas respectivas. Además de la Ley N° 31814, y su recientemente publicado reglamento, en julio de 2025, el gobierno aprobó la Política Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación al 2030, una hoja de ruta que busca multiplicar por 10 la producción en ciencia, tecnología e innovación (CTI) del país. En términos de inversión en CTI, la política busca que, para el 2030, se destine al menos el 1 % del PBI peruano a la CTI. Eso permitirá incrementar la producción científica y tecnológica de calidad en universidades o centros de investigación, y mejorar la competitividad de diversas industrias.
Más de una iniciativa en diversos sectores
A pesar de las limitaciones mencionadas, el marco legal de impulso existe y hay muchas iniciativas que integran el uso de IA en entidades del Estado. La Sunarp, por ejemplo, tienen la plataforma “Síguelo Plus”, que permite a los usuarios hacer seguimiento del estado de sus trámites registrales en línea, además de una lectura multilingüe (quechua, aimara, chino, japonés, entre otros) de los documentos registrales, todo usando IA.
El Poder Judicial tiene el asistente virtual de IA denominado CURIA. La plataforma usa IA para análisis de jurisprudencia y gestión de expedientes, buscando optimizar el servicio en términos de celeridad procesal, transparencia y predictibilidad.
Indecopi también avanza en el uso de IA. Gracias a ella se ha logrado reducir un promedio de 32 % en el tiempo de redacción de resoluciones de protección al consumidor. Empezaron en las oficinas regionales de La Libertad, Piura y Lambayeque, y lo extenderán progresivamente a todos los órganos resolutivos a nivel nacional.
Inicialmente, la IA resolutiva fue aplicada en el Órgano Resolutivo de Procedimientos Sumarísimos N° 3 (OPS 3) de Indecopi, con denuncias del sector inmobiliario, donde redujo el tiempo de redacción de resoluciones iniciales de 58 a 33 minutos, es decir, un 36 % menos. Su uso se rige por los “Lineamientos institucionales para el uso ético de la IA”, aprobados en mayo de 2025. La IA resolutiva, informaron, forma parte del ecosistema digital junto con otra herramienta que usan para automatizar la elaboración de documentos, y Whisper, que usan para transcribir millones de audios e identificar contenido publicitario o llamadas spam.
Este año, el Perú también ha dado un salto tecnológico en la defensa de sus bosques al usar un algoritmo que detecta la tala ilegal desde imágenes satelitales. El Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (OSINFOR) presentó ADETOP v2 a mitad de año, un nuevo algoritmo de IA para detectar tala selectiva ilegal desde el espacio. Fue desarrollado junto con las universidades de Sheffield y Cambridge. En el país, se estima que la pérdida de cobertura arbórea por deforestación, entre 2001 y 2024, fue de aproximadamente cuatro millones de hectáreas, y urge ponerle freno.
Otra institución que está trabajando con IA en el cuidado del ambiente es el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente. Ellos han puesto en marcha un programa científico-tecnológico enfocado en el uso de la IA para enfrentar los principales desafíos ambientales de la Amazonía. A través de su Laboratorio de IA, están analizando grandes volúmenes de información –obtenida mediante drones, satélites, celulares, sensores ambientales y grabaciones acústicas– y generando datos clave para mejorar la gestión ambiental, el monitoreo de la biodiversidad, la planificación territorial y la respuesta al cambio climático.
IIAP también está impulsando un sistema que permite el conteo automático de larvas de peces amazónicos empleando técnicas de procesamiento de imágenes e inteligencia artificial. Otro proyecto es el diseño de un contador de bajo costo que utiliza algoritmos de IA para obtener datos precisos y confiables que ayuden a planificar la cadena de producción de alevinos, y faciliten tomar decisiones comerciales más informadas a los productores piscícolas. En la actualidad, dicha tarea es manual, engorrosa y difícil de realizar.
En el sector de salud pública, varios órganos en zonas de Lima están usando equipos de rayos X con IA, la cual asiste en la interpretación de imágenes, identificando patrones sutiles y ayudando a priorizar casos críticos de tuberculosis. Esto mejora significativamente la detección temprana de dicha enfermedad y asegura un tratamiento oportuno para los pacientes. En la región norteña de La Libertad, el Seguro Social de Salud (EsSalud) ha implementado un sistema de triaje automatizado con IA para el área de emergencias.
Finalmente, en agosto pasado, la Agencia Espacial del Perú (CONIDA) lanzó la Plataforma GeoAPP, la cual usa los datos del satélite PerúSAT-1 y los procesa con ayuda de la IA. La aplicación permite al usuario tener imágenes del territorio nacional al estilo de Google Earth y, con ayuda del código abierto de Red Hat, permite realizar desde el reconocimiento y seguimiento de posibles actores que vulneren la seguridad nacional, hasta prevenir desastres naturales. Incluso puede ser un apoyo para la identificación de operaciones de minería ilegal o plantaciones clandestinas de coca.