Respaldar la información es garantizar que no caiga en manos equivocadas

Proteger la información importante no solo consiste en hacer copias de seguridad en lugares seguros, sino también en cifrar los datos y contar con medidas de ciberseguridad básicas, dice Kingston.

En la actualidad, hablar de datos es hablar de un universo inimaginable de información que a diario se genera y regenera a grandes velocidades, al grado que hoy resulta imposible concebir con qué rapidez se duplica todo el conocimiento del mundo.

Resulta curioso cómo es que, hasta antes del año 1900, eran necesarios 100 años para duplicar todo el conocimiento del mundo, siguiendo la Curva de Duplicación del Conocimiento ideada por Richard Buckminster Fuller. Con el paso del tiempo y la evolución de la tecnología, ese tiempo se redujo a 25 años hasta la década de los 80, luego a dos años para 2011, y a solo 13 meses en 2016. De seguir así, las predicciones estiman que para el año 2030 bastarán 12 horas para que el conocimiento del mundo duplique su tamaño.

Oscar Martínez

Al conmemorar el Día Mundial del Backup, Kingston es consciente del reto que representa respaldar el creciente volumen de información que a diario se genera en el mundo. A lo largo de 35 años, la firma se ha especializado en el almacenamiento de información, procurando incrementar la capacidad y calidad de sus productos conforme ha ido creciendo la demanda de espacios seguros para resguardar datos.

El peligro de perder nuestra información

Actualmente, perder información es mucho más que un accidente: es una situación que nos puede dejar rezagados, generar pérdidas millonarias y/o hacernos vulnerables en un universo donde los hackers aprovechan el más pequeño descuido para robar nuestra información y lucrar con ella.

Ante esto, es evidente que tener un respaldo de información o backup no se reduce al simple hecho de “guardar una copia por si acaso”, se trata de garantizar que dicha información no sea manejada por terceras personas que pudieran hacer mal uso de ello. Tal vez uno podría pensar que este tipo de problemas solo afecta a grandes empresas, pero la verdad es que cualquier ciudadano corre el riesgo de perder seguridad por no respaldar y proteger su información.

Según datos difundidos por el portal oficial del “World Backup Day”, cada minuto 113 dispositivos móviles, entre tabletas y celulares, se pierden o son robados, lo que representa un serio problema si consideramos que el 30 % de la gente nunca ha hecho una copia de seguridad. Quienes enfrentan esta situación, no solo han perdido información, sino que quedan expuestos al robo de identidad y recursos, ya que quienes acceden a estos dispositivos pueden entrar a cuentas bancarias e incluso extorsionar a los diversos contactos contenidos en los directorios electrónicos.

¿Cómo podemos respaldar nuestra información?

Hacer una copia de seguridad hoy en día es muy sencillo. Afortunadamente, es posible hacer un respaldo de la información con productos de almacenamiento seguros y con una inversión económica muy baja, aspectos relevantes si consideramos que el usuario o la compañía se pueden ahorra miles de dólares y mucho tiempo haciendo un backup adecuado que le permita recuperar y proteger su información, siendo este uno de los activos más valiosos de las empresas.

La mayoría de las personas respalda su información con una unidad externa –como es la memoria USB o la unidad de estado sólido– y/o a través de la nube, siendo ésta, probablemente, una de las formas más fáciles de hacer copias de seguridad de los datos, especialmente cuando se habla de teléfonos y sistemas informáticos. Sin embargo, aunque esta es una buena manera de hacer copias de seguridad, no debería ser la única opción ya que puede ser hackeada y esto pondría en riesgo la información.

Toda copia de seguridad debe venir acompañada de una serie de medidas de seguridad, así como contar con dispositivos seguros que garanticen que nuestra información esté siempre salvaguarda. Kingston recomienda sencillos tips para garantizar un backup seguro:

  • Encriptar la información, con base en hardware o software, para evitar que cualquier usuario malintencionado acceda a la información;
  • Usar frases de contraseña en lugar de contraseñas complejas, ya que son más fáciles de recordar por quien las crea y difíciles de adivinar por humanos o computadoras;
  • Utilizar USB encriptados o SSD externos para resguardar la información;
  • Tener el hábito de actualizar las contraseñas cada determinado tiempo;
  • No escatimar en cuidados y precauciones para respaldar y cuidar nuestros datos personales.

Aunado a esto, también es importante descartar esa equivocada idea de pensar “a mí nunca me va a pasar”, porque cuando uno comienza a razonar así es cuando se puede estar en mayor peligro que nunca.

Sobre el autor: Oscar Martínez es director regional para México, Miami, CA y CE en Kingston Technology, donde lleva trabajando 23 años en el desarrollo del negocio. Anteriormente fue director comercial en Tripp Lite. Es ingeniero informático por la Universidad Anáhuac México Norte.

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