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Kingston: Continuará aumento de precios de RAM y SSD en 2026, pero será gradual
Frente al aumento de precio en memoria y almacenamiento, generado por la escasez de componentes, Kingston promete estabilidad al mercado latinoamericano apoyándose en un manejo prudente de su inventario, y aconseja no postergar la actualización de componentes.
La afirmación de que el auge de la inteligencia artificial está cambiándolo todo es cierto, al menos en la industria de semiconductores. La enorme demanda en memoria, procesamiento y almacenamiento que generaron los centros de datos en todo el mundo, derivados de los requisitos de infraestructura de esta tecnología, ha generado una escasez en áreas que dejan menores porcentajes de ganancias, como las tradicionales de computadoras y dispositivos de nivel de entrada.
Y a la escasez, claro, le sigue el aumento de precios, que ha llegado hasta un 300 %. Sin embargo, en un mercado particularmente sensible al precio como América Latina, Kingston Technologies está tratando de reducir el impacto de esta situación a través de un manejo delicado de su inventario. Por ahora, el fabricante ha mantenido el aumento de sus precios en un 80 %.
Así lo señaló Oscar Martínez, director regional para Kingston Technology a cargo de Miami, México, Centroamérica y Caribe, quien compartió que la empresa –que actualmente cuenta, a nivel global, con el 66 % del mercado global de RAM y el 36 % de SSD– lleva tres años consecutivos liderando el mercado de SSD en la región, donde su participación es del 35 %.
Oscar Martínez
En entrevista con ComputerWeekly en Español, el directivo compartió que, este año, el fabricante tuvo un crecimiento en América Latina de: 32 % en SSD; 4 % en flash; 19 % en FURY, la memoria de alto desempeño enfocada en videojuegos; y más del 30 % en memoria propietaria (la que viene en las computadoras de las distintas marcas).
Además, comentó que México, si bien significa el 35 % del mercado total de Kingston en América Latina, todavía tiene rezagos en cuanto a velocidad de adopción y cultura del cifrado.
¿Cómo va la transición entre tecnologías de memoria y almacenamiento, de DDR4 a DDR5 y de SATA a NVme, en América Latina?
Oscar Martínez: Tradicionalmente, América Latina va un paso atrás que Estados Unidos y Europa, o hasta dos pasos atrás. Por ejemplo, en la adopción del estado sólido, a lo mejor nos tardamos como tres o cuatro años en México desde que hubiera ese boom en Estados Unidos. Pero ahora es probable que el nivel de adopción sea un poco más rápido, forzado por varios factores tecnológicos que están ya encima.
Uno es la migración de Windows 10 a Windows 11, que es casi algo obligado porque Windows 11 requiere muchos recursos y, por cuestiones de seguridad y performance, ya no reconoce configuraciones anteriores. Entonces, forzosamente, sobre todo a nivel empresarial –más rápido que a nivel personal–, van a tener que comprar equipos actuales para poder soportar Windows 11 y aprovechar todas las virtudes de este sistema operativo.
Obviamente, si hablamos de inteligencia artificial, sobre todo generativa, un usuario requiere una máquina con muchos recursos de performance, almacenamiento rápido, acceso rápido a la información, y ahí es donde la memoria y el estado sólido juegan un papel importante. Microsoft está recomendando, para Windows 11, ya migrar de SATA –que es una tecnología de SSD prácticamente obsoleta– a NVMe, donde podemos alcanzar frecuencias o velocidades de casi 15 mil megabytes por segundo de transferencia, muy adecuado a las necesidades actuales de cómputo, multiplataforma, inteligencia artificial, realidad virtual, y un montón de aplicaciones que hoy tenemos, como Power BI.
La transición, en cifras de Kingston
En almacenamiento:
- 38 % de equipos aún utilizan SATA y
- 62 % ya integran NVme.
En memoria:
- DDR4 todavía tiene 44 % del mercado
- DDR5 ha crecido al 54 % del mercado.
La otra transición que recomienda Microsoft es de DDR4 a DDR5. No solo es que ofrece el doble de velocidad –porque en términos de megatransfers es ya más del doble de velocidad–, sino que DDR5 también tiene una arquitectura mucho más eficiente que DDR4, y permite que el acceso a la información sea mucho más eficiente. La redundancia también ayuda a los nuevos procesadores, que están enfocados a inteligencia artificial, pues ya estamos hablando desde 25 TOPS hasta 40 TOPS, que son trillones de bits por segundo. Es una cantidad de información gigantesca que hoy los procesadores pueden analizar y generar, pero necesitan todo ese respaldo de información.
¿Cuál es el panorama de la escasez de componentes para la región en 2026?
Oscar Martínez: Bueno, no solo en América Latina. Es una situación global que afecta prácticamente a todos los países del mundo. Obviamente, nuestro foco es América Latina, y estamos preocupados, pero Kingston está en muy buena posición ante esta situación.
No estamos exentos de la disminución de chips, así lo que hacemos en Kingston –ya con la experiencia de más de 35 años– es administrar el inventario para poder surtir a 120 países. Entonces, tratamos de que todo nuestro canal, que para Kingston es sumamente importante, pueda tener acceso lo más posible a todos nuestros productos. Pero sí va a ser un 2026 retador en términos de allocation, con menos disponibilidad y alza de precios.
Sin embargo, por la posición que tiene Kingston en el mercado de semiconductores, a lo mejor somos de los que menos podríamos estar afectados. Kingston sigue con su estrategia bien clara de OEM, de embedded y de canal, tratando de cubrir de la mejor manera todos estos mercados.
También el cambio de DDR4 a DDR5 pone presión a este ya complicado panorama. ¿Cómo impulsar este cambio?
Oscar Martínez: Sí. Obviamente, cuesta trabajo convencer a la gente de todos los beneficios que trae DDR5, que definitivamente es una inversión. Y un factor bien importante en la adopción es el costo, porque Latinoamérica es una región mucho de “si cuesta mucho, no le entro, me quedo como estoy”. Pero hoy eso está más forzado por la migración a Windows 11.
Además, con DDR5 vienen nuevos factores de forma que lo hacen más atractivo. Viene un nuevo formato que se llama CAM2, que es mucho más eficiente en términos de consumo de energía y ancho de banda, [y que soportan los] cambios muy sustanciales que vienen para ser más productivos. A fin de cuentas, mucho de la inteligencia artificial tiene que ver con la productividad. Ser mucho más eficientes, disminuir tiempos de proceso, ser más asertivos. Pero requieres todos esos recursos atrás. Y estas nuevas tecnologías que están saliendo, como la generación 5 de NVMe, están dando todo ese soporte para tener la mejor experiencia.
¿En cuánto han aumentado los precios en memoria y almacenamiento?
Oscar Martínez: En Kingston, creo que andamos en un promedio de 80 % [de aumento] en todas las líneas. Porque todas las líneas de productos se han afectado, tanto memoria flash, como memoria RAM, estado sólido, servidores, todo. Y algunas líneas han subido más que otras.
Pero nosotros no hemos subido al mismo nivel que muchos otros fabricantes. Estamos tratando de ir poco a poco porque los costos de reposición ya son más altos. Kingston ha tratado de mantener el mejor balance posible para que el usuario final no se vea tan afectado y también nuestro canal siga generando negocio. Pero hay marcas que ya subieron 300 %. Seguramente iremos hacia allá, pero más paulatinamente.
¿Se prevé que el aumento continúe durante 2026? ¿Y 2027?
Oscar Martínez: Hasta ahorita, lo que nos dicen es que en 2026 seguirá subiendo el precio. No sabemos exactamente cuánto, pero sí es muy probable que vaya a seguir subiendo.
¿Hasta cuándo se espera que continúe esta situación?
Oscar Martínez: No hay un panorama claro. De hecho, hay mucha incertidumbre al respecto. Hay fabricantes de semiconductores que prevén [que la situación continúe durante] dos años, o sea, hasta 2027. Pero es totalmente especulativo, no hay claridad.
Para tener contexto, ¿cuáles son las razones de esta situación?
Oscar Martínez: Es bien simple. Hay una sobredemanda de los data centers por la demanda de inteligencia artificial. El número de data centers está creciendo enormemente, y los data centers están creciendo su capacidad de almacenamiento.
[Esto ha generado] varios factores. Uno es que no hay discos duros. Muchos centros de datos todavía seguían utilizando discos duros por las grandes capacidades, pero hoy tampoco hay discos duros; los pocos que hay están súper caros. Entonces, están migrando a consumir estado sólido para servidor y, obviamente, RAM. [Eso llevó a que los fabricantes de] semiconductores cambien sus líneas de producción para cubrir esa demanda.
Pero, al hacer eso, descuidan un poco el estándar, la tasa de fabricación normal que había de todo lo demás. Por eso se va a tardar, porque se tienen que ajustar todas las líneas de producción. En algún momento, esa sobredemanda que por la parte de servidores se cubrirá, pero lo que no saben es cuándo. Puede ser un año, dos años. Y ya una vez cubierto, tendrán que voltear al resto del consumo.
¿Qué recomendaciones puedes dar a las empresas, especialmente las pymes, para enfrentar esta situación?
Oscar Martínez: El cambio es inminente, ¿no? Mi recomendación es que vayan cambiando su base instalada poco a poco, en la medida de sus posibilidades y de que sus sistemas se los permitan porque también, como Windows 10 ya no está soportado, eso puede generar muchos problemas en sus aplicaciones. Creo que sí debe ser una de las prioridades para este año, para la pyme y para cualquier empresa, ir migrando su base instalada corporativa.
Para el usuario final, pues, los entusiastas y los gamers lo hacen de manera más natural porque reconocen todos los beneficios de estas tecnologías, las aprovechan muy bien y el costo pasa a segundo término. Pero, a lo mejor, para un estudiante o un ama de casa va a ser un poco más lento el proceso. Estamos en ese punto donde si no lo cambio, ya no funciona porque ya no funciona Windows. Y si pongo Windows 11, pues no reconoce [el hardware] porque ya es una tecnología distinta.
La recomendación es, pues, que poco a poco vayan dando el paso, aunque a lo mejor les conviene acelerar un poco para que no los agarren precios mayores. Hay gente que dice, “yo me voy a esperar a que baje”, pero no sabemos cuándo vaya a pasar eso. Puede ser un año o dos, y no sé si alguien puede aguantar dos años con una máquina viejita.
¿Qué segmento creció más para Kingston este año en América Latina?
Oscar Martínez: Bueno, crecimos mucho en la parte de Gaming. Uno de los pronósticos globales que se daban con la inteligencia artificial es que los usuarios iban a empezar otra vez a ensamblar sus propias máquinas, un poco como los gamers, porque las podían hacer a medida. Ponerle un super procesador, un super estado sólido, la memoria que quisieran. Esa era una de las predicciones: que el ensamble adecuado a las necesidades de la inteligencia artificial iba a crecer.
Y eso sí se está dando en Estados Unidos, pero México es un país mucho de marcas, y el ensamble es más pequeño. El problema de las marcas, sobre todo en las notebooks, es que vienen muy limitadas. No las puedes crecer mucho, no les puedes cambiar el procesador. Entonces, a pesar de que son muy buenas y es un buen mercado, son limitadas para hacerlas crecer frente a un ensamble.
Creo que [ese pronóstico] se va a dar poco a poco en México. Muchos de los que hoy fabrican para gamers, a lo mejor van a tener que empezar a fabricar máquinas para IA, ya acondicionadas con muy buena memoria, muy buen procesador y muy buen estado sólido.
¿Crees que este cambio se dará más a nivel de integradores o de canales?
Oscar Martínez: De ambos. Creo que los integradores pueden crecer, pero también, sobre todo para la inteligencia artificial generativa se van a requerir máquinas poderosas. O pueden ser workstations. Nosotros también tenemos memoria de alto rendimiento para workstations, estado sólido de alto performance para workstation. Hoy están consumiendo muchas workstations para generar IA.
México es un caso raro, porque aquí el ensamble no es tan fuerte, pero puede ser que sí empiece a crecer un poco por esta noción.
¿Cómo va la demanda de las unidades USB enfocadas en seguridad, las que tienen cifrado?
Oscar Martínez: Es un mercado muy de nicho, para instituciones bancarias, la policía, aseguradoras e industrias que manejan información muy confidencial. Pero no en México. En México todavía no tenemos esa cultura de seguridad. Nosotros hemos hecho muchos esfuerzos hacia la parte de seguridad y backup, pero sí falta mucha cultura. Pero estamos trabajando.
¿Esto sucede en todos los países de la región?
Oscar Martínez: Sí, aunque, claro, hay diferencias. Curiosamente, México, que está muy pegado a Estados Unidos, no es el mejor en adopción tecnológica. Hay países que tienen mejor adopción, como Perú, por ejemplo, o Chile, que culturalmente tienen más esa tradición de tener mejores equipos. Perú tiene una influencia asiática muy fuerte; entonces, para ellos, el precio importa menos que tener lo último o lo que mejor funciona.
En México, no estamos mal, pero la idea es que podamos hacer llegar estos beneficios al usuario y que poco a poco se vaya adaptando, ojalá más rápido porque es necesario.