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Cambiar la mentalidad permite romper el miedo a la transformación

La resistencia al cambio es una de las principales barreras para el éxito de las transformaciones organizacionales, afirma experto de Siemens.

El miedo al cambio es una reacción común y natural de los seres humanos, especialmente en el contexto de la transformación digital. Sin embargo, es importante romper este paradigma, no solo para saber usar herramientas tecnológicas en las actividades diarias de empresas, gobiernos, y sociedad en general, sino para entender cómo estas pueden revolucionar los negocios y convertir los desafíos en oportunidades.

Fereshta Mostamandy, creadora de Siemens Talent Network, subraya en su artículo “What role does mindset play in culture change?” que, en el entorno empresarial, las personas pasamos la mayor parte de nuestro tiempo de vida trabajando y, bajo esta premisa, deberíamos querer que nuestro trabajo también nos haga felices. Es decir, que encontrar sentido y propósito en nuestro trabajo parece ser cada vez más importante conforme la transformación digital avanza en todas las industrias y sectores económicos.

Sin embargo, la transformación digital implica un cambio de mentalidad. Aunque se proyecta que la inversión global en transformación digital alcance los 3,4 billones de dólares para 2026, según la consultora IDC, el éxito de estas iniciativas depende más de la mentalidad que del presupuesto. Abandonar viejas prácticas requiere dejar atrás la resistencia al cambio y adoptar una mentalidad proactiva que incorpore la agilidad, la innovación y la adaptabilidad en los procesos de negocio. Todo ello implica fomentar una cultura que valore la experimentación, el aprendizaje continuo y la colaboración entre todas las áreas.

Un estudio realizado en 2020 por Harvard Business Review Analytic Services reveló que el 75 % de los líderes empresariales consideran que la resistencia al cambio es una de las principales barreras para el éxito de las transformaciones organizacionales. Este hallazgo subraya la importancia de abordar ese fenómeno de manera efectiva para lograr resultados positivos en las iniciativas de transformación cultural.

Mostamandy asegura que la cultura dentro de las empresas está representada por las personas, por lo que disfrutar de una sensación de bienestar y sentir que están haciendo alguna contribución a un objetivo mayor ayuda a todos. Este sentimiento positivo permite que las personas se sientan conquistadas por la idea del cambio. Más aún si la velocidad, la innovación y los procesos, más que ser impulsados únicamente por la administración, son asumidos de forma responsable por las propias personas.

Asumir la transformación como personal

De acuerdo con la consultora McKinsey, 70 % de las transformaciones digitales fracasan no por fallas técnicas, sino por resistencia cultural y falta de visión compartida. En América Latina, donde solo el 40 % de las empresas tienen estrategias digitales maduras según el BID, la necesidad de un cambio de mentalidad es aún más urgente. Las empresas están descubriendo “a la mala” que la tecnología más avanzada es inútil sin personas preparadas para aprovecharla.

Pero, ¿cómo logramos reprogramarnos? A menudo, estamos demasiado centrados en las expectativas de los demás y perdemos el enfoque en nosotros mismos. Cada individuo debe ser consciente de sí mismo y de los demás para que el cambio cultural sea verdaderamente transformador. Es decir, si aprendo a reconocer lo que es importante para mí, y siempre lo tengo en mente, entonces puedo dejar ir las cosas “sin importancia”. Esto no ocurre de un día para otro, sino que requiere de un compromiso paciente.

En este panorama, el coaching se está convirtiendo en una parte cada vez más importante del papel de un líder. Los directivos deben ser capaces de alterar sus perspectivas, ejercer empatía y sacar lo mejor de todos. En Siemens, creemos que todas las personas, de todas las profesiones, tienen la gran oportunidad de expandir sus habilidades en el trabajo y en la vida, por lo que impulsamos el empoderamiento y la mentalidad de crecimiento para mantenernos resilientes, adaptables y con valor en el mercado. Cualquier persona que se sienta apreciada se llena de energía y creatividad. Al aprender a trabajar con y para los demás, las piezas del rompecabezas se unen para formar una imagen maravillosa y magnífica.

Transformar la cultura se puede lograr poco a poco. Además, la cultura moldea a las personas y sus acciones, mientras que –al mismo tiempo– las personas moldean la cultura. La estrategia de transformación y la cultura siempre van de la mano. Si una estrategia no considera la cultura, no perdurará y será solo una iniciativa más porque, aunque la estrategia define la dirección y el enfoque de un negocio, la cultura es el hábitat donde esa estrategia vive o muere.

La mentalidad de los empleados y los líderes determina cómo se percibe y se acepta el cambio. Una mentalidad abierta y positiva facilita la adaptación y la implementación de nuevas prácticas. Si se valora la colaboración y el trabajo en equipo, se fortalece la relación entre los empleados y se mejora la cohesión organizacional. El mensaje es claro: la transformación digital no empieza con tecnología, empieza en las personas.

Juan Carlos Díaz es director de People & Organization en Siemens México, Centroamérica y el Caribe. Tiene una amplia trayectoria de cerca de cuatro décadas en Siemens, ocupando diversos cargos en España y Portugal. Como parte de su desempeño en el área de Recursos Humanos, impulsó proyectos de colaboración en la era digital, en diferentes regiones donde opera la empresa.

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