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Adoptar la transformación digital en la industria no es opcional
La madurez digital es un esfuerzo estratégico a largo plazo, único para cada empresa, que exige agilidad y asociaciones sólidas para superar los retos diarios, afirma Siemens.
A medida que el año se acerca a su fin, nos encontramos al borde de nuevos comienzos, preparados para abrazar el cambiante panorama de la transformación digital. El año pasado ha sido un testimonio de resiliencia, con las empresas navegando a través de la niebla de la incertidumbre, impulsadas por la promesa de un potencial sin explotar. Como siempre ha ocurrido en México, el auge de las tecnologías inteligentes y los dispositivos conectados en diversos sectores ha revolucionado la forma en que interactuamos con el mundo, mejorando la funcionalidad y enriqueciendo las experiencias de los usuarios a través de software y electrónica de vanguardia. El cambio hacia la energía sostenible refleja la aspiración colectiva a un futuro más limpio y ecológico.
Sin embargo, el viaje no ha estado exento de obstáculos. La complejidad de la gestión de la cadena de suministro, la fluidez de la dinámica de la mano de obra y la búsqueda de la innovación sostenible han sido los crisoles del desafío, moldeando oportunidades para soluciones innovadoras e ingenio.
Estas corrientes intersectoriales son las corrientes subterráneas del cambio, firmes pero dinámicas, que configuran el panorama empresarial como el año anterior. Cambios sutiles, aunque a menudo imperceptibles, son precursores de importantes repercusiones en todo el sector, de cara a 2024. Imaginemos estos cambios como fuerzas que ejercen presión sobre el tejido de las industrias, cada una medida por un indicador metafórico. Esta visualización nos permite yuxtaponer cada tendencia para medir su evolución en el último año.
Mientras navegamos por las cambiantes mareas de la industria, cinco manómetros se erigen como centinelas, en sintonía con los pulsantes ritmos del cambio. Estos medidores miden las fuerzas que esculpirán el panorama empresarial de 2023 a 2024, ofreciendo información sobre los motores de la transformación:
- Dinámica de la mano de obra y escasez de talento (Aumento): Se necesitan urgentemente ingenieros y técnicos emergentes, rebosantes de habilidad y entusiasmo, para reponer los equipos ávidos de recursos. Las industrias se enfrentan a la escasez de talentos, lo que impulsa la integración de nuevos talentos y tecnología avanzada para colmar estas lagunas. Nuestro equipo colabora activamente con el mundo académico para hacer frente a este reto. Estamos agradecidos a las universidades que se han unido a nosotros en este viaje.
- Sostenibilidad (Aumento): La demanda de sostenibilidad es cada vez mayor. Las empresas están adoptando prácticas ecológicas debido a la normativa, las oportunidades de negocio y la responsabilidad social. Las que no se adaptan se enfrentan a sanciones normativas, desventajas en el mercado y daños a su reputación.
- Ritmo de la innovación (Constante): La incesante marcha de la innovación perdura, su cadencia es inquebrantable. El año 2024 será testigo de industrias atrapadas en un sprint perpetuo, corriendo contra el reloj de los ciclos de desarrollo, impulsadas por el hambre insaciable de superar a sus rivales. Esta presión, aunque formidable, sigue siendo una compañera constante desde antaño hasta los albores del nuevo año.
- Tensión económica (Intensificando): El costo de la creación se dispara y afecta a todos los eslabones de la cadena de suministro. Los productores luchan contra el aumento de los gastos de mano de obra y materiales, mientras que los consumidores se enfrentan a lo peor de la inflación y su poder adquisitivo disminuye. Las empresas se encuentran en una encrucijada, incapaces de repercutir los costos, y deben buscar la alquimia de la eficiencia para preservar sus márgenes y sostener sus empresas.
- Resistencia de la cadena de suministros (Disminuyendo): Las otrora tensas cuerdas de la cadena de suministro se han aflojado, sobre todo con el resurgimiento de la producción de chips de silicio. Sin embargo, a medida que este indicador desciende, la vigilancia sigue siendo primordial. El espectro de la interrupción acecha, con su momento y epicentro envueltos en el misterio, una lección grabada en la memoria por la sombra de la pandemia. Aquí es también donde México podría encontrar una oportunidad.
Un enfoque integral de la digitalización
La transformación digital trasciende las meras herramientas y tecnología; es una sinfonía de estrategia, adaptabilidad humana y perfeccionamiento de procesos. La era COVID nos enseñó que la adquisición precipitada de herramientas sin comprensión ni integración conduce a la pérdida de oportunidades. La verdadera evolución digital requiere una mezcla armoniosa de nuevas herramientas, procesos optimizados y aprendizaje continuo.
Tomemos, por ejemplo, el desarrollo de un sistema de piloto automático para aviones comerciales. Al crear un gemelo digital del avión, con todos los sistemas y controles, evitamos las costosas pruebas en el aire. Este enfoque virtual no sólo redujo el tiempo de las pruebas de vuelo en un 85 %, sino que también dio origen a un simulador de vuelo de alta fidelidad que nos permitió explorar diseños antes de que existieran físicamente.
Esta es la esencia de la digitalización: la implantación estratégica de herramientas, la reingeniería de procesos y la capacitación de los usuarios para dominar estas innovaciones. Una estrategia holística de este tipo fortalece a las empresas frente a futuras disrupciones y allana el camino para los productos inteligentes del mañana. Con socios que proporcionan soluciones sólidas y experiencia, el viaje hacia el dominio digital está al alcance de la mano.
En la era digital, la tecnología es el eje de la innovación, con la inteligencia artificial (IA) a la cabeza, revolucionando el procesamiento de datos y acelerando los avances en productos y procesos. La IA está transformando el lugar de trabajo mediante la automatización de tareas rutinarias, liberando a los ingenieros para abordar problemas de diseño complejos. A medida que avancemos, el papel de la IA será aún más fundamental, sentando las bases para el cenit de la transformación digital.
En la industria manufacturera, la fusión de las tecnologías de la información y operativas (TI/OT) está dando una nueva forma al sector, ofreciendo una adaptabilidad y una perspectiva sin precedentes. Esta sinergia permite la supervisión en tiempo real y la toma de decisiones informadas en la planta de producción. La convergencia de TI/OT no es sólo una actualización tecnológica, es una fuerza de colaboración que une la planificación, la programación y el rendimiento, impulsando una eficiencia y una productividad inigualables.
Próximos pasos
Emprender el viaje de la transformación digital en 2024 es algo más que capear los retos inmediatos: es trazar el rumbo hacia un futuro en el que los datos se conviertan en el motor de la innovación. Este viaje se desarrolla a lo largo de cinco hitos fundamentales: configuración, conexión, automatización, diseño generativo y optimización en bucle cerrado.
Los pioneros digitales de hoy en día están atravesando las fases iniciales: la transición del papel a los modelos digitales y el desmantelamiento de los silos de datos. Estos pasos mejoran la trazabilidad y accesibilidad de los datos, aumentan la eficiencia y la flexibilidad, y producen mejores resultados incluso con plazos ajustados.
Pero el verdadero poder de la madurez digital está por llegar. Se trata de aprovechar las tecnologías de vanguardia para ampliar las capacidades de ingenieros y planificadores. La automatización comienza con tareas rutinarias y evoluciona hacia operaciones complejas, con la IA desempeñando un papel crucial en la redefinición de los procesos. El diseño generativo, impulsado por la IA, trasciende los límites actuales del software, optimizando sistemas en lugar de componentes individuales y allanando el camino para el desarrollo holístico de productos.
La cúspide de este viaje es un sistema de bucle cerrado en el que la IA genera, evalúa e itera diseños, culminando en soluciones optimizadas que un equipo de ingenieros refina para la producción. Este enfoque permite a equipos más pequeños lograr hazañas que antes requerían grandes recursos.
La madurez digital es un esfuerzo estratégico a largo plazo, único para cada empresa. Exige agilidad y asociaciones sólidas para superar los retos diarios. Quienes se comprometan a seguir este camino no solo harán frente a las presiones de 2024, sino que adelantarán a sus competidores creando productos avanzados e inteligentes con una eficiencia sin precedentes.
Trazar el rumbo a seguir
Ante estas presiones cambiantes, la llamada a la acción es clara: Abracemos los vientos del cambio con audacia y previsión. Aprovechemos el poder colectivo de la innovación, la sostenibilidad y la perspicacia digital para dirigir nuestras industrias hacia un horizonte rebosante de promesas. Al embarcarnos en este viaje, dejemos que las mediciones no nos limiten, sino que nos sirvan de catalizadores, impulsándonos hacia nuevas cotas de logro y excelencia.
El futuro nos llama con los brazos abiertos, invitándonos a darle forma con nuestras aspiraciones y acciones. Acepta el reto, acelera tu viaje digital, y juntos creemos un legado de progreso y prosperidad. El momento es ahora; el mundo espera tu huella.
Sobre el autor: Alejandro Canela es vicepresidente y gerente meso-regional, así como country manager general para México y Centroamérica en Siemens Digital Industries Software. También es vicepresidente de la Comisión de Industria 4.0 de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). Tiene 33 años de experiencia en la industria de TI, automatización y digitalización, en los cuales desempeñó roles en corporaciones como General Motors y como responsable de User Engagement para las Américas en Siemens AG. Es ingeniero en Sistemas Computacionales por el Tecnológico de Monterrey, con maestrías en Administración de Tecnología de la Universidad Carnegie Mellon, y en Marketing Digital por el Tecnológico de Monterrey. También completó un programa de Liderazgo en la Universidad de Maryland.