Getty Images/iStockphoto

DN Consultores: En Perú, “las telcos necesitan pensar fuera de la caja”

El mercado de telecomunicaciones peruano atraviesa un proceso de cambio profundo, enfrentándose a un escenario completamente distinto al de años anteriores, tanto en la demanda como en la oferta. La asignación de espectro para 5G y el despliegue de redes fijas de alta velocidad genera desafíos en inversión para los cuales resulta insuficiente mantener los modelos de negocio tradicionales.

En telecomunicaciones, ganar espectro es esencial para brindar un mejor servicio. Los operadores lo saben, y por eso insistieron tanto en que no se retrasara la asignación de espectro en la banda 3,5 GHz (3300-3800 MHz), ideal para desplegar la tecnología 5G. Pese a algunas demoras al principio del proceso, en septiembre, Perú asignó este recurso y los operadores estarán firmando los respectivos contratos en la segunda quincena de diciembre del 2025.

En esta oportunidad, el concurso no implicó pagar por el espectro, sino sólo ofrecer compromisos de inversión. Todos los interesados recibirán el recurso, pero el que brindara la mejor propuesta tendría opción de elegir primero. Bitel, el operador vietnamita, volvió a tener el mejor puntaje porque se comprometió a llevar el servicio a 658 localidades y cubrir 615 kilómetros de las carreteras. Gracias a ello, se quedó con el bloque de 3400-3500 MHz.

Bitel viene acelerando su crecimiento, dejando atrás el final de la cola. Además de encargarse del primer piloto de dinero electrónico con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), y solicitar permiso para actuar como fintech, ha sido la segunda empresa con mayor inversión en el primer semestre de este año (unos US$105 millones) y ha desplazado a la chilena Entel del tercer lugar de participación de mercado móvil: pasó de 8,75 millones de usuarios a fines de 2024, a 10,1 millones en junio de 2025.  

Cada operador móvil tiene ahora 100 GHz en la banda, la cual queda distribuida de la siguiente manera:

  • Entel parte en 3300 MHz;
  • Bitel en 3400 MHz;
  • Claro en 3500 MHz; y
  • Movistar en 3600 MHz.

El bloque 3700-3800 MHz quedó desierto, luego de que Americatel (propiedad de Entel), precalificada para el proceso, no se presentara a la subasta.

Los compromisos de inversión incluyen, entre todos, llevar servicios 4G a 1.221 localidades rurales y desplegar infraestructura en 1.699 kilómetros de carreteras. Los resultados en conectividad se empezarán a ver a partir de la segunda mitad del 2026: en junio se entregará la cobertura al bloque 1, en septiembre el Bloque 2 (181 provincias) y para diciembre el Bloque 3 (11 provincias).

Carlos Huamán, director de DN Consultores, comentó –durante su presentación en el evento Conecta Perú 2025– que es una buena noticia el inicio del despliegue de 5G, lo cual traerá una disrupción mucho mayor que la que supuso migrar de 3G a 4G. Sin embargo, advirtió que se requiere cubrir mayores necesidades de inversión y, por tanto, de financiamiento. Los modelos de negocio tradicionales ya no son suficientes y se requieren modelos innovadores, como la entrada de nuevos actores y fondos de inversión en el sector, acotó.

El mercado se enfrenta a un escenario radicalmente distinto, dijo. En la última década, la transformación ha estado marcada por el surgimiento de internet móvil masiva y el aumento significativo de velocidades en internet fija residencial (arriba de 100 Mgps). A ello se suma la conectividad empresarial (B2B) como motor de crecimiento y el imperativo de inclusión digital para llegar a la última milla: tres millones de peruanos aún desconectados. Todo ello no se puede atender manteniendo el mismo modelo, sino que se necesita “pensar fuera de la caja”, afirmó Carlos Huamán.

Para sacar provecho a la red 5G se requiere, a la par infraestructura de fibra óptica (tecnología XGS-PON) que soporte una mayor demanda de datos, redes privadas con soluciones verticales para sectores como logística y computación en el borde. Eso eleva la necesidad de inversión y ganancias.

Los operadores móviles que también ofrecen servicios fijos, explicó Huamán, vienen de un estancamiento en ingresos en los últimos cinco años y mantienen un ratio de inversión sobre ingresos del 15 %, mientras que los nuevos operadores fijos (no integrados al servicio móvil) alcanzan entre el 25 % y 30 %. En muchos casos, recurren a otras formas de financiamiento para apalancarse y optan por subarrendar infraestructura como operadores neutros. Por ejemplo, Pangea, de Telefónica Hispam, arrienda fibra a Waoo, BFT, Movistar (de Integratel) y Entel, quienes llevan el servicio al usuario final.  

Carlos Huamán propone pensar en migrar hacia esquemas “as-a-service”, brindar servicios diferenciados o montar plataformas digitales que permitan monetizar las inversiones en 5G y fibra óptica. Nadie tiene aún la receta perfecta, pero la transformación es inevitable y hay que buscarla brindando nuevas experiencias al cliente, asociándose con fondos que invierten en centros de datos, o fuera del sector y adoptando medidas que permitan la eficiencia operativa para sostener márgenes en un mercado con alta intensidad competitiva.

En la otra acera

Por parte del Estado, añadió el director de DN Consultores, hace falta mantener una revisión permanente de la normativa vigente, realizar una intervención fina para reducir la sobrerregulación que genera gastos a los operadores y fortalecer los mecanismos de incentivos económicos. Se han dado avances, indicó, como establecer el pago del canon con obras de conectividad, que funcionó muy bien, pero el incentivo no puede acabar ahí.

Cesar Huamán, gerente general de Internexa, añadió –durante su turno– que es importante flexibilizar las condiciones para utilizar la infraestructura estatal existente y facilitar su uso con mecanismos más ágiles. El ejecutivo propuso una mayor colaboración público-privada para maximizar el uso de redes ya desplegadas (40 mil km de fibra de la Red Dorsal y redes regionales conectadas a ella) y acelerar la conectividad en instituciones públicas.

Durante el evento Conecta Perú 2025, realizado en noviembre, los expertos coincidieron en que falta pasar de la teoría a la ejecución concreta, tanto en compartimiento de infraestructura como en fuentes de financiamiento público que mantengan el valor y permitan seguir invirtiendo en la conectividad rural, el gran pendiente. Es urgente repensar la regulación para que sea una palanca de inversión y no un freno, subrayó Carlos Huamán, de DN Consultores.

Teresa Gómez, CEO de Internet para Todos agregó que una regulación diferenciada es positiva, pero insuficiente para resolver los problemas estructurales del sector, porque faltan más incentivos fiscales, cambiar el enfoque sancionador por uno más constructivo y montar mesas técnicas para discutir y resolver problemas.

El debate debe centrarse en cómo maximizar el valor social de la infraestructura instalada (modelo dorsal), más que en la mera recuperación de la inversión económica, precisó Carlos Huamán. Aclaró que ya no es recomendable hablar de Red Dorsal, sino de Modelo Dorsal, lo que implica encontrar una forma innovadora de sacar provecho a una red que se encuentra subutilizada (10 % de uso al 2024).

La operación y entrega de redes regionales no avanza a la velocidad deseada, lo que afecta la expansión de la conectividad rural, por lo que los expertos propusieron permitir la aceptación parcial de redes para acelerar su uso y mejorar la operación, evitando que el Estado tenga que operar directamente infraestructuras para las que no está preparado, como ocurre con la Red Dorsal. Esta fue construida entre 2014- 2016 por Azteca, quien se encargó de su mantenimiento hasta 2021, y luego pasó a manos del Estado. En julio del 2026 vence el plazo de Proinversión para plantear su alternativa para sacarle provecho a la Red Dorsal.   

“Hoy, la pregunta debe ser cómo damos utilidad a la tremenda capacidad instalada que conllevó una inversión del Estado por más de US$2.000 millones. El retorno de inversión se debe ver desde el punto de vista del ciudadano: cómo le aporta. Ya no se puede pensar en cómo recuperar la plata”, finalizó Carlos Huamán.

Investigue más sobre Telecomunicaciones y banda ancha