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Pantallas inteligentes, eje tecnológico en los entornos híbridos
Las pantallas inteligentes conectadas, interactivas y potenciadas con inteligencia artificial pueden transformar la forma en que se enseña, se aprende y se trabaja en Perú.
En un contexto en el cual las organizaciones enfrentan una redefinición constante de los espacios físicos y digitales, las pantallas inteligentes han emergido como una infraestructura clave para habilitar entornos híbridos efectivos. Ya no son simples dispositivos de proyección, sino nodos tecnológicos estratégicos que integran conectividad, inteligencia artificial y colaboración en tiempo real. Así lo demuestra la evolución de su adopción en Perú y América Latina, según lo compartido por Alex Carlos, Regional Sales Manager para ViewSonic Perú y Ecuador, en una reciente entrevista centrada en su impacto en la educación y el entorno corporativo.
De proyectores a plataformas inteligentes
En los últimos cinco años, la transformación de aulas y salas de reuniones ha sido profunda. Lo que antes eran espacios análogos con proyectores y pizarras convencionales, hoy incorporan pantallas interactivas (smartboards) con cámaras de seguimiento, conectividad web integrada y acceso directo a plataformas como Google y Microsoft. Estos dispositivos permiten no solo mostrar contenido, sino enriquecer la experiencia mediante búsquedas de contenido en internet en tiempo real, visualización en alta resolución (hasta 4K) y herramientas potenciadas con IA que mejoran la eficiencia del docente o del presentador.
“Las pantallas están potenciando cada vez más las aulas de clase y las posibilidades en la mano de los profesores”, afirma Alex Carlos. Esta lógica se replica también en el mundo corporativo, donde las pantallas inteligentes se han convertido en herramientas de productividad crítica, habilitando decisiones en salas de juntas y permitiendo el trabajo con equipos presenciales y remotos de una forma cada vez más dinámica y distribuida.

El aula y la sala de reuniones del futuro ya están aquí
Impulsadas por las exigencias pospandemia, muchas instituciones educativas y organizaciones empresariales han transformado sus espacios en ambientes híbridos. El ejecutivo de ViewSonic explica que modelos como el 3 x 2 o 4 x 1 (días presenciales/trabajo virtual) ya son una práctica común en universidades peruanas, lo que ha requerido que las aulas sean equipadas con pantallas inteligentes y cámaras PTZ que permiten seguir al profesor en tiempo real, y que ofrecen calidad audiovisual equivalente a la experiencia presencial.
Este mismo principio se ha replicado en corporativos de todos los tamaños. La demanda de salas de reuniones equipadas con pantallas interactivas ha crecido sustancialmente en Perú, señala Alex Carlos, pues la toma de decisiones distribuida exige herramientas que conecten sin fricción a equipos presenciales y remotos. La clave, apunta, está en impulsar la continuidad operativa, pero también la calidad de vida: “Con los modelos híbridos, las actividades no paran, y el alumno o el trabajador recibe el contenido como si estuviera todo el tiempo de manera presencial”.
El tamaño sí cuenta: de 65 a más de 100 pulgadas
Uno de los indicadores de madurez en la adopción de estas tecnologías es la tendencia hacia el uso de pantallas de mayor tamaño. De las tradicionales 55 o 65 pulgadas que antes eran las preferidas, hoy se transita hacia modelos de 75, 86 y hasta 110 pulgadas, con formatos modulares o incluso plegables. “Las soluciones de gran formato serán la norma para cubrir aulas llenas o salas de juntas medianas o grandes”, anticipa Alex Carlos.
En paralelo, se profundiza la integración con plataformas dominantes como las de Google y Microsoft. Para mercados sensibles al costo, el ejecutivo de ViewSonic dice que las pantallas también son compatibles con dispositivos con Chrome OS, lo que ofrece facilidad de administración y compatibilidad con suites ofimáticas en la nube.
En cuanto a la ciberseguridad, Alex Carlos indica que depende del ecosistema al que estén conectadas las pantallas. Cuando las pantallas operan en conjunto con PC con Windows, heredan la protección corporativa de sus antivirus, filtros y controles de acceso. En casos donde operan de forma independiente, a partir del sistema Android, se recurre a soluciones más ligeras descargadas desde la Play Store, aunque con menor robustez. Por ello, el Regional Sales Manager para ViewSonic Perú y Ecuador recomienda integrarlas a ecosistemas seguros ya definidos por las organizaciones.
El mercado latinoamericano está en expansión
De acuerdo con el vocero de ViewSonic, Perú lidera en adopción dentro de la región, a la par de mercados como México, Chile y Brasil. El alto ritmo de implementación que hay en el mercado se refleja tanto en el sector educativo –con instituciones como la UPC, la Universidad San Juan Bautista o el colegio Mariscal Cáceres de Ayacucho–, como en el ámbito empresarial, donde desde pymes hasta grandes corporaciones buscan equipar sus salas de juntas con soluciones interactivas.
“Todas las empresas, grandes o pequeñas, tienen una sala de reuniones donde se toman decisiones. Y en esas salas, hoy se necesita una pantalla que permita presentar, conectar y colaborar”, subraya Alex Carlos.
Así pues, las pantallas inteligentes ya no son un accesorio, sino un nodo clave en la infraestructura tecnológica moderna. Su incorporación no es solo una decisión de hardware, sino una apuesta por espacios híbridos más productivos, resilientes y conectados.
Consejos para incorporar pantallas inteligentes en su entorno digital
- Intégrelas con plataformas compatibles para facilitar la adopción y administración.
- Priorice la seguridad en entornos híbridos: Conecte sus pantallas a ecosistemas corporativos ya protegidos para evitar vulnerabilidades.
- Considere sus necesidades y audiencia: Evalúe el tamaño y capacidades del dispositivo en función de la audiencia y el espacio. Las pantallas de 86 a 110 pulgadas serán estándar en espacios medianos y grandes.
- Asegure una colaboración sin fricción: Implemente soluciones que faciliten la interacción entre participantes locales y remotos, con calidad audiovisual uniforme.