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Redefinir el éxito para las mujeres en el emprendimiento

Las barreras financieras, el miedo al fracaso, el aprendizaje continuo y la conciliación de los roles laborales y personales son los principales desafíos que las emprendedoras deben superar.

El concepto del éxito tiene muchas definiciones, pero en el contexto del emprendimiento, éste suele tener un amplio abanico de connotaciones, siempre acotadas a los objetivos de cada negocio y las metas de cada emprendedor. ¿Qué hay debajo de esa punta del iceberg que podemos ver como “éxito”? Frecuentemente, hay un camino complejo, lleno de altibajos y grandes retos que los emprendedores experimentan; algunos de estos llegan a ser determinantes para continuar en la carrera, otros son parte importante del crecimiento.

Me llegan a la mente muchas historias de proyectos de negocios, realizados por mujeres, que son ejemplos de verdadera resiliencia, y me ha resultado fascinante la forma en que ellas lograron hacer que las adversidades se convirtieran en uno de los elementos esenciales para encaminarse hacia esa punta tan anhelada del iceberg.

Las emprendedoras con las que he tenido oportunidad de coincidir son resilientes, valientes y están dispuestas a aprender de sus errores. En lugar de dejarse abrumar por el fracaso, esto ha significado una oportunidad para crecer, aprender y evolucionar. Así, en este camino del emprendimiento tan retador, quiero compartir algunos ejemplos de los obstáculos que nos llevan a desarrollar nuevas habilidades y que nos inspiran para alcanzar nuestras metas:

1. Barreras financieras: El desafío de obtener recursos

Una de las principales dificultades que enfrentan las mujeres emprendedoras es la falta de acceso al financiamiento. Las estadísticas aún nos muestran una brecha significativa en este rubro frente a los hombres, ya que, en 2022, solo el 2 % del capital de riesgo global se destinó a empresas lideradas por mujeres. Muchas mujeres han aprendido a superar esta barrera y buscan créditos pequeños, inversiones ángeles o crowdfunding. Algunas, incluso, establecen redes sólidas y se apoyan mutuamente para encontrar oportunidades de financiamiento.

2. Miedo al fracaso: El síndrome de la impostora

El miedo al fracaso es una barrera común para los emprendedores en general. Para muchas mujeres, el síndrome de la impostora se manifiesta como un reto frecuente. Esta constante presión puede hacernos sentir inseguras, constantemente preocupadas y ser más susceptibles a cometer errores. Por ello, es necesario reconocer las adversidades como partes fundamentales del crecimiento y aprendizaje, como elementos cruciales para poner a prueba nuestra creatividad en el negocio. Esta perspectiva nos permitirá ver cada adversidad como una oportunidad para aprender y crecer y, al reconocer este rol imprescindible en el desarrollo, será posible abrazarla como una valiosa lección que impulsa a superar límites, muchas veces, autoimpuestos.

3. Aprendizaje continuo, nuevas oportunidades

En un entorno empresarial cada vez más competitivo y dinámico, la mentoría emerge como un recurso invaluable para brindar visibilidad sobre las oportunidades y aprendizajes que surgen de cada tropiezo. Identificar estas experiencias de valor permite potenciar las habilidades, reforzar las áreas de oportunidad y fomentar la confianza. Desarrollar un sólido networking también resulta efectivo para superar el miedo al fracaso, ya que una sólida red de contactos proporciona oportunidades de colaboración y apoyo en momentos complejos del desarrollo de un emprendimiento.

4. Conciliación laboral y personal: El equilibrio delicado

Las mujeres emprendedoras enfrentan el desafío de tener que equilibrar su rol como mujer, como empresarias e incluso, para muchas, como madres de familia. Encontrar un balance real es esencial para priorizar la gestión eficaz del tiempo, practicar el autocuidado y establecer límites saludables.

Durante mi experiencia en PayPal, he valorado mucho contar con iniciativas que promuevan acciones de desarrollo para las mujeres como Unity, el grupo de afinidad de PayPal, conformado por mujeres y aliados dedicados a impulsar el talento femenino en diferentes planos incluyendo el personal, profesional y familiar. Con esto quiero exponer que la necesidad de espacios seguros en el ambiente laboral contribuye a abrir el diálogo sobre los retos que existen en el trabajo y a construir soluciones estratégicas para los servicios y productos de las empresas.

La determinación y resiliencia de las mujeres son inspiradoras frente a los desafíos. Celebro su esfuerzo, y las animo a seguir adelante. “Hay que ser más valientes que perfectas", es una filosofía que me gusta compartir, ya que destaca la importancia de la valentía por encima de la búsqueda constante de la perfección en el camino del emprendimiento, y es un recordatorio de que cada obstáculo es solamente el impulso para crecer.

Sobre el autor: Bea Peinador es líder de Enterprise Sales para PayPal Latinoamérica. Es responsable de las ventas y la gestión del segmento empresarial en 26 mercados de LATAM, así como de desarrollar la estrategia para alcanzar objetivos de crecimiento definidos. Gestiona directamente un equipo de gestores de relaciones y de ventas, coordinando las actividades de los demás equipos que apoyan la firma de acuerdos, la implementación y el funcionamiento de los comercios. Previo a su integración a PayPal laboró en empresas como MasterCard, Valora Consultores y GROUPM.

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