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Los agentes de IA y el nacimiento del “superdesarrollador”

Con el uso de agentes de IA, los desarrolladores pueden dejar de enfocarse en el código para convertirse en diseñadores y estrategias de sistemas y productos, dice GFT.

Hace unos días, mientras caminaba rumbo a mi café matutino, tuve una idea para mejorar un proyecto personal en el que estoy explorando las posibilidades de la inteligencia artificial (IA). Tomé mi celular, la escribí rápidamente y seguí con mi ritual del día. Para mi sorpresa, al volver a mi escritorio, el agente de IA que había configurado ya había creado un pull request con la implementación completa. Había entendido mis notas, el contexto del proyecto y lo había transformado en una solución funcional. ¿Sentí miedo? Para nada; sentí poder.

Ese episodio resume lo que está ocurriendo en el mundo del desarrollo de software: la IA no nos está reemplazando, nos está convirtiendo en superdesarrolladores.

De escribir código a comunicar intenciones

Carlos Mattos

Durante años, nos convencimos de que lo más valioso era dominar la sintaxis, frameworks y lenguajes de programación. Hoy, la verdadera habilidad es otra: comunicar con claridad qué queremos construir y por qué.

Los agentes no nos hacen 50 % más rápidos escribiendo código, sino 10 veces más veloces prototipando ideas.
Andrew Ng

Sean Grove, de OpenAI, lo define así: “En el futuro cercano, la persona que comunica más efectivamente será el programador más valioso”. El código se está volviendo secundario; lo esencial es la arquitectura, la visión y la precisión de nuestras especificaciones.

Andrew Ng, uno de los grandes referentes en IA, afirma que los agentes no nos hacen 50 % más rápidos escribiendo código, sino 10 veces más veloces prototipando ideas. El código se ha vuelto barato y desechable; lo valioso es la dirección que le damos.

Esto incluso está transformando la dinámica de los equipos: ya no se necesitan más programadores, sino más product managers capaces de decidir qué construir.

Lo que nos hace valiosos es mantenernos humanos

Ser “superdesarrollador” en este nuevo contexto no significa escribir más líneas de código, sino potenciar nuestras verdaderas fortalezas:

  • Pensar críticamente sobre problemas complejos.
  • Entender las necesidades del negocio.
  • Comunicar de forma precisa con humanos y máquinas.
  • Revisar y garantizar calidad en cada entrega.

En pocas palabras, evolucionar de codificadores a arquitectos de intención.

La narrativa del miedo a la sustitución se equivoca. Lo que estamos viendo es una promoción: los desarrolladores dejamos de ser ejecutores de sintaxis para convertirnos en diseñadores de sistemas, estrategas de producto y comunicadores técnicos. El futuro no es de “humanos versus máquinas”, sino de humanos con máquinas, creando juntos a la velocidad del pensamiento.

La pregunta que queda en el aire es: ¿estamos listos para dejar de ser solo programadores y asumir el rol de directores de orquesta del código?

Carlos Mattos es Chief Technology Officer en GFT para México y Spanish Speaking Countries. Tiene una trayectoria de 12 años en GFT, habiendo desempeñado previamente el cargo de CTO en Alemania y, antes de eso, estuvo en GFT en Brasil. Tiene más de 20 años de experiencia en desarrollo de software global, ventas, estrategia y operaciones. Además, fue director regional de Microsoft y trabaja como mentor en PUC Angels. Es autor del libro “Código Invisible”. 

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