
Getty Images
La importancia de la huella digital en nuestra seguridad
Cada clic, cada búsqueda y cada publicación en redes sociales de los usuarios dejan un rastro que contribuye a crear un rompecabezas digital de nuestra identidad, actividades e intereses que puede ser utilizado por ciberdelincuentes.
Vivimos en una época en la que la tecnología y la conectividad son parte integral de nuestra vida diaria. Sin embargo, esta dependencia de lo digital también nos expone a una serie de riesgos. Cada clic, cada búsqueda y cada publicación en redes sociales deja un rastro que contribuye a la creación de un rompecabezas digital que puede ser utilizado por ciberdelincuentes para ir construyendo un boceto de nuestra identidad, actividades e intereses, información de la que pueden valerse de forma maliciosa.
Nuestra huella digital es el rastro que dejamos en línea y que puede incluir detalles personales, hábitos de navegación, interacciones en redes sociales y más. Si bien puede estar desagregada en diferentes plataformas o cuentas, son datos que pueden ser recopilados y empleados por los atacantes para desplegar mecánicas de ingeniería social, realizar ataques de phishing, robo de identidad y otras formas de fraude. Este tipo de dinámicas representan un campo fértil para el cibercrimen, al grado que, según nuestro Safety Survey, el 69 % de las personas experimentaron algún tipo de riesgo en línea el último año.

La exposición de datos sensibles puede tener consecuencias graves, tanto a nivel personal como profesional; afortunadamente, hay varias medidas que podemos tomar para proteger nuestra huella digital y reducir el riesgo de ser víctimas de ciberdelincuentes. Por ejemplo, es fundamental utilizar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta en línea, es decir, evitar tener la misma contraseña en todas nuestras cuentas, así como incluir nuestros datos personales, como fecha de nacimiento o nombre. Además, se recomienda cambiarlas periódicamente y utilizar la autenticación de dos factores siempre que sea posible.
Por otro lado, debemos ser conscientes de la información que compartimos en línea y limitar la cantidad de datos personales que divulgamos en redes sociales y otros sitios web, pues esto se ha convertido en una puerta para que los ciberdelincuentes utilicen nuestros datos personales, así como actividades que realizamos en línea, de manera frecuente, para robar nuestra identidad y hacer algún tipo de fraude.
Al viajar, conectarnos a redes públicas también implica un riesgo, pues los ciberdelincuentes utilizan estas redes para acceder a nuestra información. Por eso, es crucial asegurarse de que todos los dispositivos y aplicaciones estén actualizados con las últimas versiones de software y parches de seguridad para protegernos contra vulnerabilidades conocidas. Así mismo, instalar y mantener actualizado un software antivirus y utilizar una red privada virtual (VPN), puede ayudar a proteger nuestra información y mantener nuestra actividad en línea privada.
Además, es importante habilitar la verificación multifactor (MFA) en todas las cuentas y servicios posibles, ya que añade una capa adicional de seguridad y dificulta el acceso no autorizado incluso si alguien logra obtener nuestras contraseñas.
La digitalización de nuestras actividades, incluyendo nuestros datos personales, nos ha permitido ser más eficientes y rápidos. En este contexto, la ciberseguridad se ha convertido en un pilar esencial, requiriendo la colaboración de individuos, empresas y gobiernos. Al adoptar medidas proactivas para proteger nuestra huella digital, podemos minimizar significativamente el riesgo de ciberdelincuencia y disfrutar de una experiencia en línea más segura y confiable.
Marcelo Felman es el director de Ciberseguridad para Microsoft en América Latina. En su rol, se enfoca en fortalecer la ciberresiliencia de las organizaciones frente a los crecientes ataques cibernéticos y ha destacado la importancia de la ciberseguridad en la era de la transformación digital. Tiene una sólida formación académica, con un título de Ingeniero en Informática de la Universidad Argentina de la Empresa y un MBA de la Universidad de Chile.