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Desbloquear el poder de la IA aumenta la eficiencia y la competitividad

Con herramientas de automatización inteligente y autoservicio, las empresas pueden optimizar la relación con sus colaboradores y empoderar a su fuerza laboral para hacer realidad sus metas, dice ServiceNow.

Cada día experimentamos un cruce más evidente entre los mundos personal y profesional gracias a la tecnología. Los negocios han comenzado a ver mejoras en su productividad y rentabilidad tras invertir en experiencias digitales internas que emulan la forma en que sus empleados interactúan con la tecnología en su vida diaria.

Hace algunos días, leí un estudio que resaltaba que el 40 % de los trabajadores a nivel mundial reportaron efectos positivos de contar con tecnología como parte de sus herramientas de trabajo. Durante la pandemia, esta relación con los dispositivos y soluciones digitales dentro de lo laboral se volvió más fuerte, convirtiéndose en un componente sustancial del trabajo remoto, al grado que 65 % de los empleados se sintieron más eficientes trabajando desde casa.

Ante este panorama, se vuelve más imperativo que nunca el hacer de la tecnología un activo clave de negocio. Con las herramientas de automatización inteligente y autoservicio, las empresas pueden optimizar la relación con sus colaboradores y empoderar a la fuerza laboral para hacer realidad sus metas.

La automatización, implementada adecuadamente, ayuda a las organizaciones a construir formas de trabajo más inteligentes y eficientes, además de ser la brújula para acercarse al futuro con una estrategia de mejora continua. Hay que dejar atrás la percepción de la inteligencia artificial (IA) como una materia compleja; esta noción hace que los negocios se limiten a ser espectadores, algo que, de cara a la revolución digital, puede ponerlos en riesgo de rezagarse ante la transformación del mercado.

Tomando en cuenta esto, es importante visualizar la IA como un aliado, una máquina con la capacidad de tener una visión más completa de la que tenemos los humanos. Puede ver a través de las paredes, alrededor de las esquinas y echar una mirada al futuro; también puede escuchar y leer mejor que nosotros. Entonces, cualquier proceso que nos solicite ver, leer o procesar grandes cantidades de información y tomar decisiones con base en eso, las máquinas pueden realizarlo mucho más rápido.

Por eso es importante que incentivemos a las empresas para dar el salto al mundo de la IA, partiendo de dos preguntas que pueden ayudarlos a entender los beneficios de la automatización:

  1. ¿Cuáles son los procesos en que los empleados suelen enfrentarse a más problemas? Puedo decir que la operación empresarial rara vez es perfecta. Siempre hay alguna brecha, redundancia o complejidad innecesaria que impide a las organizaciones alcanzar una verdadera eficiencia integral. Identificar los puntos de fricción es un primer paso esencial para mejorar la forma en que se trabaja.
  1. ¿Cómo pueden simplificarse los procesos y agilizarse los sistemas? Si la meta es eliminar las afectaciones a la productividad que genera la complejidad y repetición en los procesos donde convergen diferentes áreas de negocio, responder esta pregunta puede dar a los negocios la oportunidad de explorar si es posible administrar (y resolver) estas problemáticas a través de la automatización.

Para entender como la IA puede ayudarnos debemos pensarla como un espectro: en una orilla se encuentran las decisiones basadas en datos o la obtención de información para describir un suceso que pasó o está en curso y proyectar sus posibles conclusiones; del otro lado, puedes ver una automatización completa con la capacidad de predecir con exactitud diferentes escenarios y definir cuáles deberían ser sus resultados. El objetivo de la tecnología es hacer esto más sencillo.

Naturalmente, los proyectos, estrategias y visión de las compañías evolucionan con el tiempo, buscando cumplir las expectativas de los trabajadores, alinearse con los avances tecnológicos y atender otras necesidades culturales y de negocios. Mantener el ritmo de estos cambios es un reto, pero anticiparse a éste y ser capaz de convertirlo rápidamente en algo positivo es lo que realmente te da una ventaja sobre la competencia.

En el último año, las soluciones de inteligencia artificial se posicionaron como la tercera prioridad de inversión para las empresas; sin embargo, 30 % de estos gastos están destinados a una etapa temprana de adopción. En México, somos considerados uno de los países que han avanzado más ágilmente hacia la madurez digital. Eso ha hecho que localmente el porcentaje de adopción sea considerablemente más alto, pues 53 % de los negocios en nuestro país han llevado este tipo de estrategias más allá del programa piloto.

Conocer la forma en que funcionan las organizaciones es fundamental para iniciar una estrategia de automatización. Observarlo en perspectiva, como un sistema de personas tomando decisiones, dar una mirada profunda a cómo funciona cada proceso y actividad, conocer la forma en que se toman decisiones, son esos los puntos en los que la implementación de IA tiene sentido.

Al final del día, para los negocios de todo tipo y tamaño, la IA está mejorando la experiencia de los equipos de trabajo, optimizando la experiencia de los clientes, maximizando la productividad y desbloqueando nuevos ingresos. Desde mi punto de vista, son justo las empresas que entiendan y acoplen estos beneficios como su parte de su operación diaria las que marcarán la pauta de la tecnología como un poder transformador del mercado.

Sobre el autor: Mauricio García-Cepeda, director general de ServiceNow para México e Hispanoamérica. Antes, fue vicepresidente para México y Latinoamérica Norte en Sterling Commerce; también fundó la subsidiaria de BMC Software en México, donde fue director de operaciones y finanzas y director comercial. Es contador público por la Universidad Iberoamericana, y cuenta con un diplomado en finanzas por la Universidad de Arkansas, EEUU.

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