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¿Proteger la información del mañana desde hoy? Bienvenido blindaje poscuántico
Frente al avance de la computación cuántica, la protección de datos debe adaptarse con protocolos capaces de resistir ataques futuros. Investigadores del Tecnológico de Monterrey buscan desarrollar protocolos para garantizar esa confidencialidad durante décadas.
Frente a la amenaza de los futuros ataques usando computadoras cuánticas, la criptografía poscuántica (PQC) utiliza algoritmos poscuánticos para proteger la información de forma proactiva y así evitar robos de datos, alteraciones maliciosas y suplantaciones de identidad. El desarrollo de esta rama de la criptografía es uno de los principales proyectos del Grupo Estratégico de Investigación en Telecomunicaciones de la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC) del Tecnológico de Monterrey.
Liderado por el Dr. César Vargas-Rosales, y en colaboración con las universidades Estatal de Arizona (ASU) –también involucrada en el financiamiento–, de Texas en San Antonio (UTSA) y Tecnológica de Dinamarca (DTU), el proyecto se centra en dos grandes retos para sistemas 6G: autenticar de forma segura los dispositivos en la red y adaptar protocolos criptográficos a hardware limitado, como en entornos de internet de las cosas (IoT).
De acuerdo con un comunicado, los investigadores trabajan en implementar algoritmos en plataformas de hardware 6G, definiendo nuevas métricas de desempeño que consideren exactitud, complejidad, fidelidad de la información y consumo energético. Ante el avance de la computación cuántica, se espera que, en los próximos cinco a 10 años, haya una adopción masiva de soluciones poscuánticas para proteger sistemas críticos.
Para el Dr. Vargas-Rosales, es indispensable no solo adoptar ese tipo de estrategias poscuánticas, sino formar recursos humanos especializados que puedan liderar ese proceso de transformación tecnológica.
Entre las principales aplicaciones de esa tecnología están la protección de redes 5G y 6G, sistemas bancarios, dispositivos de IoT, comunicaciones gubernamentales, vehículos autónomos, sistemas de energía y datos médicos. Muchos de estos sectores deben asegurar la confidencialidad e integridad de la información durante décadas, por lo que adoptar soluciones poscuánticas desde ahora permite evitar el fenómeno conocido como “harvest now, decrypt later”, en el que actores maliciosos recopilan información cifrada hoy para desencriptarla cuando cuenten con capacidades cuánticas suficientes.
Además de su dimensión técnica, afirmaron desde el Tecnológico de Monterrey, el desarrollo de criptografía poscuántica también es una cuestión de soberanía tecnológica y resiliencia digital. “Aquellos países e instituciones que lideren la transición hacia sistemas poscuánticos no solo protegerán su información estratégica, sino que también estarán en condiciones de influir en los nuevos estándares globales. Para universidades como el Tecnológico de Monterrey, esto implica un compromiso no solo con la investigación de frontera, sino también con la formación de talento capaz de diseñar, adaptar e implementar estas tecnologías de manera ética, segura y eficiente”, señalaron.
La investigación, en la que participa el Dr. Francisco Falcone, uno de los principales investigadores en materia de telecomunicaciones a nivel internacional, será llevada a cabo por el Laboratorio 6G de Comunicaciones y Sensado Integrados, un centro dedicado a investigar y desarrollar tecnologías de conectividad de próxima generación en un entorno cognitivo. El nuevo laboratorio forma parte de la Faculty of Excellence (FoE) del Tecnológico de Monterrey, iniciativa que busca atraer a 100 líderes académicos de talla mundial para impulsar la innovación y redefinir el futuro desde las aulas de la institución.
¿Por qué hay interés en la criptografía poscuántica?
La urgencia por desarrollar e implementar mecanismos de protección frente a futuros ataques cuánticos se ha vuelto una prioridad global. Aunque las computadoras cuánticas plenamente funcionales aún no son una realidad comercial, los avances en este campo son tan significativos que gobiernos, agencias de ciberseguridad y grandes corporaciones ya trabajan en estrategias de prevención ante posibles vulnerabilidades. Esto incluye el rediseño de protocolos criptográficos fundamentales para proteger desde las comunicaciones personales hasta infraestructuras nacionales.
La criptografía poscuántica representa un nuevo paradigma en la defensa digital. A diferencia de la criptografía tradicional, basada en problemas matemáticos como la factorización de grandes números, vulnerables ante las capacidades de los computadores cuánticos, los algoritmos poscuánticos se construyen sobre problemas matemáticos distintos, como los códigos de corrección de errores, redes euclidianas o funciones hash multivariables. Estos enfoques son mucho más resistentes incluso ante las computadoras del futuro, lo que los convierte en una solución proactiva y necesaria para garantizar la ciberseguridad a largo plazo.