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KIO y Lonestar inauguran la era del centro de datos en el espacio

La alianza entre KIO Data Centers y Lonestar Data Holdings convierte a México en pionero del almacenamiento de datos en el espacio, y promete seguridad, soberanía digital y resiliencia para gobiernos y sectores estratégicos. Se espera que la industria supere los $584 mil millones en 2032.

Muchos crecimos con la frase “El espacio, la frontera final” con la que el Capitán Kirk –de “Star Trek”– nos recordaba que había mucho más fuera de nuestro planeta, pero ahora la industria de los centros de datos parece estar tomando esta frase al pie de la letra con la alianza estratégica entre KIO Data Centers y Lonestar Data Holdings, empresa que ofrece almacenamiento de datos en el espacio.

De acuerdo con cifras ofrecidas por KIO, en 2025, el mercado global de centros de datos está valorado en 269,79 mil millones de dólares y se proyecta que alcance los 584,86 mil millones para 2032, con una tasa de crecimiento anual del 11,7 %. En América Latina, la inversión alcanza los 7.000 millones de dólares, con proyectos destacados en México, Brasil, Chile y Colombia. Querétaro (México), en particular, se ha convertido en un hub tecnológico, con inversiones de 5.000 millones de dólares por parte de AWS y la expansión de KIO con nuevos centros, como el KIO QRO3. Este crecimiento estará impulsado por la explosión de datos generados por inteligencia artificial, los servicios en la nube, el comercio electrónico, la salud digital y los gobiernos que buscan soberanía tecnológica.

El mercado de almacenamiento de datos también está en auge. Los representantes de KIO señalaron que, en 2024, alcanzó un valor de 112,98 mil millones de dólares, y se espera que crezca a una tasa anual compuesta del 14,7 % hasta llegar a 388,21 mil millones en 2034. Este crecimiento está impulsado por la digitalización acelerada, el aumento de dispositivos conectados, la adopción de tecnologías como IoT, IA y aprendizaje automático, así como la necesidad de proteger datos sensibles ante el aumento de ciberataques.

Desde sus sedes en Florida y Texas, Lonestar instala centros de datos en el espacio, específicamente en el punto Lagrange L1, ubicado a más de 320 mil kilómetros de la Tierra. Este punto, gravitacionalmente estable, permite que los satélites permanezcan en una posición fija entre la Tierra y la Luna, ofreciendo una seguridad sin precedentes. “Estamos tomando lo mejor de la seguridad de datos en la Tierra y llevándolo al espacio”, explicó Steve Eisele, presidente de Lonestar.

La alianza con KIO –primera empresa latinoamericana en participar activamente en el almacenamiento de datos en el espacio– convierte a México en la base terrestre de esta arquitectura híbrida, que redefine el concepto de continuidad operativa. Los centros de datos terrestres funcionarán como consulados digitales, conectados de forma segura con embajadas digitales en el espacio. KIO será la estación que recopile y envíe los datos al espacio, funcionando como una “aduana digital”, afirmó Octavio Camarena, CEO de KIO.

Beneficios del centro de datos espacial

Los ejecutivos explicaron que los beneficios de esta solución son múltiples. En primer lugar, la seguridad. La latencia de dos segundos y el aislamiento físico del espacio actúan como barreras naturales contra ciberataques. Almacenar datos en el espacio brinda un nuevo nivel de seguridad, protegiéndolos de ciberataques en tiempo real, desastres naturales e incluso vigilancia física. Además, este enfoque es sostenible: el espacio ofrece energía solar ilimitada y el vacío actúa como un sistema de enfriamiento natural.

“Esto lo convierte en una especie de arca de Noé digital”, comentó Camarena. Además, los datos almacenados en el espacio mantienen la soberanía del país que los genera, como si fueran embajadas digitales. “La data de los países que se pone allá arriba es propiedad del país que la envía”, explicó el CEO de KIO.

La resiliencia es otro factor clave. Esta solución está diseñada para gobiernos y sectores críticos que requieren continuidad operativa ante desastres o ataques. “La clave aquí es la seguridad. Este paso es más seguro que lo que existe actualmente”, afirmó Camarena. Inicialmente, dijo, los principales clientes serán gobiernos, dado que manejan información altamente sensible. Sin embargo, se espera que con el tiempo el modelo se democratice y sea accesible para sectores como salud, finanzas y retail.

Lonestar ya ha realizado pruebas exitosas en la Estación Espacial Internacional y en misiones lunares. En 2027, comenzará el lanzamiento comercial de satélites que almacenarán entre 200 y 400 petabytes de datos críticos. Esta infraestructura servirá tanto a redes terrestres como espaciales, anticipando una economía digital que se extiende más allá del planeta.

La elección de KIO por parte de Lonestar no fue casual. “Hicieron un due diligence exhaustivo y nos escogieron por la calidad, confiabilidad y excelencia operativa”, destacó Camarena. La presencia del proveedor en México, Guatemala, República Dominicana, Panamá y Colombia ayudará a acercar la solución a los gobiernos latinoamericanos, adelantó.

¿Cuál es la hoja de ruta del proyecto KIO-Lonestar?

  • Etapa 1: Órbita cislunar. El primer paso será establecer una antena terrestre para conectarse con un satélite en órbita lunar, permitiendo la transmisión continua y segura de datos hacia el almacenamiento espacial.
  • Etapa 2: Construcción de instalaciones en tubos de lava o cráteres naturales de la superficie lunar, aprovechando su geología para mayor protección y resiliencia de la información.

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