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Emprendedor peruano llevará robots humanoides a toda la región
La empresa Robotics 4.0 nació en Colombia en 2018 para implementar brazos robóticos en dicho país. Actualmente, se dedican a introducir humanoides. Ya hay uno Colombia y planean traerlos a Perú, Brasil, México y Chile.
Al peruano Mario Arbulú siempre le apasionaron los robots. Luego de 10 años en España, ganando experiencia, decidió partir a Colombia, de donde es su esposa, para llevar lo aprendido a las industrias de dicho país. En 2018, fundó Robotics 4.0 y comenzó a ofrecer el servicio de instalación, mantenimiento y entrenamiento en el uso de robots.
“Hemos hecho instalaciones en plantas industriales, aplicaciones para el sector salud y para entidades que trabajan con energías renovables. Ahora, miramos al mercado internacional con una nueva oferta”, detalló el experto, que cuenta con un doctorado en Ingeniería eléctrica, electrónica y automatizada por la Universidad Carlos III de Madrid.
Arbulú comentó que, este año, la empresa tiene planes de expansión por América Latina, y buscará extender sus operaciones hacia Perú, y otros países como Brasil, México y Chile. La idea es aprovechar el éxito en Colombia y replicarlo en las otras naciones, fortaleciendo su presencia en el mercado hispanohablante a través de contenido relevante en español. Para atender al mercado brasileño, el equipo de la startup ya cuenta con personal de dicho país.

La oferta de Robotics 4.0 ha evolucionado, y en su mirada internacional están yendo más allá de un robot de uso mecánico –como los brazos robóticos que han instalado ya en varias fábricas colombianas para automatizar procesos– para poner el foco en un robot humanoide, para lo cual están gestionando el apoyo de fondos de inversión estadounidenses.
En Colombia, este modelo se está usando en una entidad académica de primer nivel, y en breve van a traer cinco robots más, afirmó Mario Arbulú. En el centro de investigación donde está instalado, el humanoide para desarrollar algoritmos –la inteligencia artificial está incluida– y las habilidades que requieren los estudiantes de doctorado. “Van probando qué pueden llegar a hacer”, comentó el emprendedor al recordar su propia experiencia en estudios de posgrado sobre humanoides en Japón y España.
Pero no solo los estudiantes e investigadores son su público objetivo. Los nuevos robots también serán usados por una compañía de marketing que opera en centros comerciales como impulsador de ventas y apoyo en la atención a los clientes, porque hablan y se mueven. Además, se les puede dar uso dentro del área logística, acomodando paquetes y ordenando las despensas, señaló.
Oportunidad regional
Arbulú considera que existe un mercado potencial importante en la región aun sin explotar, porque casi no hay compañías que ofrezcan este tipo de robots. Su empresa los importa de China, de la marca Unitree, y brinda asesoría en su instalación, además de entrenamiento del personal para su uso y soporte técnico a lo largo de su vida útil.
“En Brasil, hay cuadrúpedos de Unitree, pero aún no llegan los humanoides, que recién lanzó la marca al mercado el año pasado. En Ecuador hay una empresa privada, una startup que trajo un humanoide para demostraciones, pero solo eso. Y en Argentina, una empresa de seguridad también ha traído uno del mismo fabricante, pero es una versión anterior. Es todo lo que hay en la región”, detalló el ingeniero.
La demanda de este tipo de robots crecerá en los próximos años, añadió. En Silicon Valley, dos meses atrás, se estableció que, en cinco años, habrá un millón de estos robots humanoides trabajando en distintos sectores industriales y de servicios, desde labores de ensamblaje de autos, por ejemplo, hasta acomodar paquetes y piezas en una bodega. Ya los están entrenando, y se ha destinado millonarios presupuestos para un trabajo conjunto de los fabricantes de robots con quienes desarrollan herramientas inteligentes, como Google. “En un par de años, esos humanoides estarán listos para entrar a trabajar en manufactura y comenzará la producción a gran escala”, alertó Arbulú.
El CEO de Robotics 4.0 considera que los humanoides no llegarán para reemplazar al humano, sino para optimizar la cadena productiva, la logística en los puertos y la atención al público. Con su adopción, los trabajadores pasarán a realizar otro tipo de labores. “Los índices de desempleo en países industrializados con robots es de 3 %, y en los países donde no tenemos robots es arriba del 10 %. O sea, la culpa de desempleo no son los robots, definitivamente”, comentó.
Además, contó que este proceso “ya lo hemos visto cuando llegaron los brazos robóticos. Se eliminan algunos puestos, pero a ese personal se le reubica y son entrenados para otras labores que el robot no puede hacer, porque son de motricidad muy fina, por ejemplo. Se reemplazan tareas repetitivas o riesgosas con los robots. Es un tema de salubridad o seguridad del operario, además de la búsqueda de la eficiencia en la operación”.
Finalmente, Arbulí indicó que el robot también puede hacer labores que las personas no quieren hacer porque son actividades manuales muy repetitivas. Ya hay un déficit de personal para sembrar y cosechar, dijo como ejemplo, y ahí puede ser de apoyo un equipo robotizado. “El mito de que los robots les quitan el trabajo a las personas, es solo eso: un mito”, remarcó.