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Rextie, startup de procesos y servicios financieros digitales

Una de las primeras fintechs en Perú empezó como una plataforma de cambio de divisas. Ahora, está llevando su modelo a Canadá.

El mercado financiero digital viene transformándose cada vez más con empresas fintech, que aparecen para ofrecer experiencias y productos que los usuarios echaban en falta, utilizando tecnología. Un ejemplo es Rextie que, desde su aparición en el 2016, trajo al Perú una propuesta de valor para las casas de cambio en plataformas digitales, brindando no solo transparencia en los precios, ahorro de tiempo y seguridad en las trasacciones, sino también servicios especializados y diferenciados como lending y factoring.

Con esta experiencia exitosa en Perú, Rextie abrirá próximamente operaciones en Canadá para continuar expandiendo la experiencia digital de las fintechs peruanas.

Claudia Quintanilla, cofundadora y directora de operaciones de la casa de cambio digital Rextie, y pionera de las fintech en el Perú, conversó con ComputerWeekly en Español sobre esta empresa, cuyo objetivo ha sido innovar y transformar tecnológicamente el mercado financiero local.

¿Cómo nace la idea de crear Rextie?

Claudia Quintanilla

Claudia Quintanilla: Rextie es una plataforma de cambio con más de US$4.500 millones de dólares en volumen transaccionado. Nosotros realmente nacimos en el 2016, con esta idea de poder crear disrupción en todo lo que era intercambio de divisas en el país.

Perú es un país bimoneda porque estamos muy acostumbrados al manejo de la moneda local de soles y a los dólares. Nos lo permite así la regulación, tanto para personas y para empresas. Pero al ser un país bimoneda, tiene muchos servicios o intercambios en la moneda extranjera [de] todas las empresas, desde pequeñas y medianas a grandes empresas. Todos los presupuestos se pueden manejar en dólares, pagos a proveedores también; probablemente el 50 % de los pagos se manejen en dólares.

Y dado que somos un país enfocado a lo que es importaciones y exportaciones, todo esto nos impacta en dolarizarnos y tener intercambios en esas divisas. En cuanto a las personas naturales, también tenemos este enfoque en servicios o productos como seguros, servicios educativos, compraventa de inmuebles o alquileres, compra y venta de autos, etc. Es muy natural tener incorporado el manejo de dos tipos de moneda, pero eso conlleva a estar al tanto de la fluctuación del dólar, estar al tanto de cuándo te conviene y llega todo un proceso normal y natural, hace más de siete años, que era: ‘voy a salir, voy a cambiar los dólares y de ahí los voy a depositar donde toque para poder hacer la compra del bien o servicio’. Eso era, digamos, un día natural para una persona o para un empresario.

 ¿Qué necesidades de los empresarios peruanos fueron atendidas por Rextie?

Claudia Quintanilla: Yo creo que aquí hubo varios puntos. El primer punto fue el dolor del cliente; es decir, cuando el producto se introduce, empieza a cubrir una necesidad y el cliente comienza a ver las ventajas de un tipo de cambio transparente. Eso es lo primero que ve y comienza a valorarlo porque vamos a darle un tipo de cambio transparente, expuesto las 24 horas.

El otro punto era una facilidad de hacerlo desde su casa o desde su trabajo. El proceso era completamente digital, es decir, no se tenía que mover. Que le avisábamos en cada punto donde su dinero iba pasando, porque cuando es un servicio financiero es normal que uno se ponga nervioso inicialmente al intercambiar divisas porque tú entregas dinero para recibir dinero, y lo haces tú primero.

Al comienzo hubo muchos “early adopters”, que son los primeros clientes, que deciden probar el servicio y deciden probarlo por montos pequeños. También tenemos aquel nicho de mercado que nunca fue bien atendido por servicios tradicionales. Entonces, de hecho, nosotros nos encontramos al comienzo con esos tipos de clientes porque no confiaban en otros servicios financieros, pero buscaban una alternativa. Había mucha desconfianza.

Creamos una nueva categoría de cambio de divisas de forma digital. Ahí Rextie tenía que crear una nueva marca, pero, sobre todo, una nueva categoría. Ahora ya es normal, pero cuando nace Rextie, hablar de ‘somos una plataforma de cambio de dólares digital’, eso era: ‘¿y cómo es eso?’. Hay que crear todo un concepto dentro del trayecto que nos ha tocado pasar como empresa, donde el foco hacia cómo tratar al cliente ha sido distinto.

Entonces, hay tres principales temas que comienzan a crear fricción: uno se enfoca justamente en el costo. Hay un precio, que es importante que el cliente lo sepa, actualizado en el momento que toca, para que [el usuario] no invierta su tiempo en estar preguntando o estar conociendo el tipo de cambio. Un precio justo.

El tiempo también es importante, y en un empresario mucho más porque tiene que decidir si sigue dirigiendo la compañía que se enfoca en sus ventas o va a cambiar dólares. Y [tercero] la seguridad, que va inmersa en todo ello.

¿Cuál es su perspectiva del alcance que tendría Rextie en la región?

Claudia Quintanilla: En realidad, Rextie ve lo que es un cambio de divisas doméstico, que es atender dentro del país. Nosotros podemos hacer intercambio de divisas en aquellos países donde se permite el intercambio de ambas monedas. Actualmente, hemos aterrizado en Canadá, donde estamos muy cerca de abrir operaciones; tenemos la empresa constituida ahí y estamos con el producto. Estamos en todo un proceso final de auditorías finales para poder aperturar ya la operación en Canadá.

Canadá es otro ejemplo donde hacen intercambio de divisas doméstico dentro del país, de dólares canadienses o dólares americanos. Vemos mucha oportunidad. Nuestra experiencia ganada en el país nos permite detectar similitudes en servicios financieros en general. Hay temas culturales que se tienen que adaptar a distintas preocupaciones y eso también nos pone a nosotros un reto muy interesante que tenemos que ver cómo afrontamos.

¿Cuál es su balance de las fintech en el Perú?

Claudia Quintanilla: Efectivamente, Rextie fue casi una de las primeras fintech en el Perú. De hecho, en el 2017 se fundó la Asociación Fintech del Perú, gremio de las fintech que integramos. A la fecha, según el radar de EY Law de noviembre del 2022, hace un conteo de más o menos 154 fintech. No existe un censo real de cuántas fintech existen, por lo tanto, se hace mediante este tipo de de encuestas para saber más o menos la cantidad de fintech que hay en el país, con el margen de error que corresponde, obviamente.

Me parece que las fintech todavía tienen desafíos porque como país tenemos también desafíos en los servicios financieros. Las fintech se están acomodando a nichos de mercados especializados, procesan información de clientes, identifican y tratan de llenar un vacío que no ha sido, digamos, tocado por servicios financieros tradicionales.

Aún, como país, nos falta mucho en lo que es inclusión financiera. Y eso quiere decir conocimiento de los servicios financieros, que nuestros clientes –tanto personas como empresas– sepan el abanico de servicios financieros que existen y sepan cuándo usarlos, porque muchas veces ahí viene el problema.

Conocer esas herramientas financieras que le ayuden a gestionar mejor su negocio o gestionar su patrimonio personal. Esos temas de inclusión financiera, al margen de eliminar fricciones entre servicios tradicionales, es algo que todavía no logramos. Todavía existen algunos puntos importantes en cuanto a inclusión financiera, en cuanto a la plataforma base de intercambio de dinero, que tenemos que trabajar en nuestro país.

¿Qué valor ha tenido la innovación en la construcción de Rextie?

Claudia Quintanilla: Me parece que el tema de innovación es muy relevante porque tú vas construyendo tecnología conforme vas innovando lo que podamos brindar: cambio de dólares para pagar tarjetas de crédito, cambio de dólares para pagar a proveedores, o cambio de dólares para poder hacerlo de modo masivo.

Si bien tienes por detrás un core –que hace y se puede ver simple– que es solamente intercambio de divisas, ese core se utiliza para procesar distintos tipos de servicios y poder adaptarnos para ofrecer factoring en el momento que más lo necesitaban nuestros clientes, pues es algo que comienza a ampliar la brecha frente a nuestros competidores. Las alianzas que hemos tenido ya con Visa para poder hacer pagos de modo inmediato, incluso en la banca, donde no tenemos cuentas bancarias, eso es comenzar a crear innovación para poder incrementar tu producto y que el cliente esté enfocado en [resolver sus] necesidades de que los servicios financieros sean inmediatos, 24 x 7, y tratar de cerrar esa brecha en nuestro camino. Eso para mí hace completamente la diferencia.

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