Planificación de la capacidad del centro de datos

La planificación de la capacidad del centro de datos es el establecimiento de una estrategia que garantiza que los recursos informáticos, la carga de potencia, la huella y la capacidad de refrigeración de una organización de TI sean capaces de satisfacer las demandas de carga de trabajo de sus usuarios y clientes.

Los centros de datos están limitados en términos de espacio ocupado, consumo de energía y capacidad de enfriamiento. Para que sea efectivo, el proceso de planificación de la capacidad requiere cálculos de carga sofisticados tanto en tiempos de rendimiento normales como máximos. Por lo general, la responsabilidad del gerente del centro de datos o del director de TI es trazar un plan de capacidad y determinar qué estrategia satisfará mejor las necesidades del negocio. Los marcos de gestión de servicios de TI como ITIL proporcionan al planificador recomendaciones detalladas para la gestión de la capacidad.

Las herramientas de planificación de capacidad ayudan al administrador a calcular los recursos y el consumo de energía que debe soportar un centro de datos, debido a las operaciones actuales y las proyectadas a futuro. Dichas herramientas van desde simples hojas de cálculo a representaciones 3D del centro de datos con descubrimiento y documentación de activos automatizados. Algunas herramientas sofisticadas de administración de capacidad incluso sugerirán opciones de subcontratación cuando las principales actualizaciones de energía, espacio y enfriamiento al sitio físico se vuelven costosas o prohibitivas con el tiempo.

La virtualización, que permite a los administradores del centro de datos consolidar los servidores al apilar múltiples cargas de trabajo en un servidor físico y apagar otros, también debe considerarse en la planificación de la capacidad del centro de datos. Con la virtualización y la computación en la nube, las compañías pueden planificar una capacidad más flexible que se incremente o disminuya sin inversiones de uno a uno en sistemas de energía o TI. Por ejemplo, una organización minorista puede escalar a servidores alojados en la nube en el cuarto trimestre, manteniendo su construcción del centro de datos adecuada a la demanda normal. Para manejar un pico temporal en las transacciones durante una gran venta, el minorista puede aumentar la utilización del servidor a través de la virtualización. Esto requiere aplicaciones diseñadas para agilidad en todas las plataformas, así como herramientas de administración para supervisar múltiples infraestructuras.

Las organizaciones de TI deben comenzar la planificación de capacidad con las métricas de rendimiento del servicio acordadas, como almacenar datos por X días y ejecutar aplicaciones con un tiempo de respuesta de X. Considere agregar niveles de tiempo de actividad esperados a estas métricas: las aplicaciones de nivel superior pueden manejar X horas de inactividad por año, mientras que las aplicaciones de nivel inferior pueden manejar X horas más, por ejemplo. La potencia de respaldo redundante y los clústeres de servidores tolerantes a fallas aumentan el tiempo de actividad pero reducen la capacidad total de energía disponible.

Para determinar la capacidad óptima, las organizaciones de TI pueden comparar las operaciones con pruebas de carga reales o simuladas, análisis de tendencias o modelado utilizando herramientas diseñadas para este fin. Planear demasiada capacidad para las cargas de trabajo dadas genera un desperdicio de los gastos de capital y podría atraer energía a los servidores inactivos y no utilizados. El sobre aprovisionamiento de los acondicionadores de aire de la sala de cómputo también da como resultado una operación de eficiencia por debajo de la óptima.

La capacidad de planificación insuficiente es un gran problema, ya que puede debilitar las operaciones comerciales. Sin la potencia y el enfriamiento adecuados para la carga de trabajo del centro de datos, las interrupciones son más comunes. Sin suficiente capacidad de computación, red y almacenamiento, las aplicaciones se encuentran con cuellos de botella y potencialmente dejan de funcionar o se lleva demasiado tiempo para desplegar nuevas aplicaciones.