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Las empresas del futuro serán híbridas, más abiertas y en camino a la modernización digital

Después de tener todo presencial y luego 100 % virtual, las organizaciones tendrán que evolucionar y entender que trabajar más horas no significa trabajar mejor.

Flexibles, híbridas, abiertas, enfocadas en resultados e impacto y holísticas en su forma de tratar al colaborador, ahora considerando su salud mental, física y emocional. Así comienza a definir Ana Peña, directora de Comunicaciones para Intel Américas, lo que ella considera que serán las empresas del futuro, las cuales –según manifiesta– no son un lugar físico o virtual, sino un modo de trabajo.

Para la ejecutiva, definitivamente las compañías deben ser más abiertas y flexibles a las necesidades de los colaboradores, siempre teniendo en cuenta la productividad. “Ya pasamos la etapa de tener todo 100 % presencial, y luego todo 100 % virtual. Esta tercera fase del trabajo exige a las empresas evolucionar, dejar atrás la estructura jerárquica y de la época industrial en la que teníamos que checar nuestra entrada y salida, y en la que se nos medía por horas y no por resultados. Trabajar más horas no significa trabajar mejor”, precisa Peña.

Para lograr esa evolución, sostiene que las empresas deben preguntarse: ¿por qué el equipo necesita ir a la oficina? Esa, según anota, es la pregunta más importante y la respuesta debe ser comunicada de manera efectiva a los empleados.

“Desde mi perspectiva, un modelo híbrido equilibrado puede ayudar a generar vínculos más cercanos, desde la pequeña plática de elevador o en la barra de café, hasta la junta en una sala de cuatro paredes. ¿Por qué? Simplemente no me veo agendando una llamada de Teams con un colega para preguntarle a quién le va en la final de la Copa del Mundo”, agrega, al tiempo que opina que la cultura organizacional se forma con esas pequeñas interacciones con la gente, que poco a poco genera vínculos, ya que no todos interactúan con personas de otros departamentos, pero definitivamente todos sí van a la cafetería a llenar sus tazas.

Para Peña, esto nutre nuestro espíritu colaborativo y la creatividad. En resumen, argumentando bien la razón por la que los empleados necesitan verse físicamente de vez en cuando, la ejecutiva cree que las empresas lograrán que cada junta o iniciativa laboral sea verdaderamente significativa, que su productividad esté basada en resultados y no en horas, y que la colaboración pueda mantenerse y fortalecerse.

A su turno, Darío Arcos, codirector ejecutivo de G-LAB, manifiesta que, en los escenarios poscovid, las empresas del futuro deberán ser altamente integradas con tecnologías cada vez más dinámicas.

Así mismo, piensa que las organizaciones tendrán que incorporar tecnología como valor esencial y no valor agregado, pues esto será un potenciador y no un sustituto. Por ejemplo, afirma que la inteligencia artificial facilitará y acelerará actividades que en los tiempos normales actuales toman mucho tiempo, lo que dará lugar a expandir la creatividad, en tanto que las buenas ideas cobrarán vida a una velocidad exponencialmente más alta y la humanidad alcanzará un nuevo potencial inexplorado.

“Las compañías esencialmente serán innovadoras, no gestoras operativas que cumplen roles de bajo nivel. La innovación acelerada con tecnología será, necesariamente, la columna vertebral del éxito en los negocios del futuro”, enfatiza Arcos.

Modernización digital

Por su parte, Germán Borromei, gerente general para Oracle Colombia, señala que en la actualidad se está viendo una gran oportunidad para que las organizaciones inicien el camino hacia la modernización digital, que incluye temas importantes de nube, aplicaciones, análisis de datos y seguridad.

Por eso, asegura que un pilar fundamental de las compañías del futuro indudablemente será la nube. “La nube de próxima generación ha sido diseñada específicamente para apoyar en la protección, gestión y administración segura y eficiente de los datos de los negocios, simbolizando así menos trabajo manual, limitando el error humano y entregando mayor tranquilidad para las empresas y sus clientes”.

Para él, otra característica fundamental de las empresas del futuro es el uso de herramientas especializadas para manejar la estrategia de negocio, reduciendo los costos operativos. Soluciones digitales como el ERP, por ejemplo, brindan apoyo a la contabilidad, los procesos de compras y adquisiciones, recursos humanos, proyectos y otras actividades en todos los niveles de la organización. Además, dice que al estar desplegados en la nube permiten a las organizaciones tener acceso desde cualquier lugar, respetando las políticas de seguridad.

“Otro ejemplo son aplicaciones de Customer Experience (CX), que permiten a las compañías tener seguimiento y control de sus clientes, habilitando mayores capacidades y entregando servicios más eficientes. Así, es posible disminuir posibles disrupciones por el cambio en la interacción con los clientes, entender su nueva realidad y anticiparse con soluciones para servirlos de la mejor manera posible”, puntualiza el directivo.

Añade que herramientas de este tipo ayudan a las empresas, y en especial a las pymes, a crecer, escalar y adaptarse al cambio, proporcionando un sistema integrado para procesos empresariales como las finanzas, la planificación de recursos empresariales, la gestión de inventario, los Recursos Humanos, la automatización de servicios profesionales, el comercio omnicanal y muchos más.

Con relación a cómo se proyecta el trabajo y sus espacios de aquí en adelante, Ana Peña asevera que este será híbrido. Revela que en Intel llaman al programa: “Reigniting workplace culture”.

En esa línea, insiste en que los modelos de trabajo definitivamente serán híbridos y que el espacio físico de casa y de oficina deben saber convivir para homologar el trabajo que el empleado haga, así como cuidar el estilo de vida favorable que los colaboradores lograron trabajando en remoto, evitando, por supuesto, trabajar en el lugar donde se duerme.

“Para ello se necesita el sentido común de los colaboradores, pero también la participación activa de las empresas en hacerte sentir bien equipado para trabajar, y de paso cumplir las reformas o leyes del trabajo de cada país que reconocen el teletrabajo: apoyar con los pagos de Wi-Fi y luz, armar la oficina en la casa de las personas con una silla ergonómica, que a la larga sí impacta en el bienestar y productividad, y evaluar y cubrir necesidades adicionales como una impresora o un segundo monitor”, indica la directora de Comunicaciones de Intel Américas.

Al respecto, Darío Arcos considera que se debe adoptar lo mejor de los dos mundos y que la idea no es ver a la tecnología como un “reemplazante”, sino más bien como un potenciador, acelerador o dinamizador. “El trabajo esencialmente será híbrido, facilitando la optimización del tiempo y talento desde cualquier lugar de manera virtual, pero también afianzando relaciones humanas indispensables para nuestro desarrollo personal y profesional desde lo presencial”, recalca el codirector ejecutivo de G-LAB.

En tanto, Germán Borromei piensa que la tecnología para las empresas del futuro necesita cumplir una premisa fundamental que es la flexibilidad, pero que también las organizaciones deben enfocarse en garantizar un entorno de trabajo 100 % seguro, en el lugar donde el empleado se encuentre.

“Cada vez más compañías muestran su interés y evalúan los beneficios que puede traerles la virtualidad. De hecho, al menos seis de cada 10 dueños y propietarios de negocios afirman que han capacitado a sus colaboradores para que se adapten más fácilmente al trabajo remoto o híbrido esto ha aumentado la rentabilidad de las organizaciones. Sin embargo, enfrentar esta nueva modalidad de trabajo requiere incorporar la creación y ejecución de una cultura de seguridad digital inteligente que les permita responder a la transformación digital para aprovechar sus grandes ventajas”, concluye el gerente general para Oracle Colombia.

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