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La filosofía ágil se extiende entre empresas latinoamericanas
Según un reciente estudio de NTT Data, 90% de las empresas ya han integrado esta nueva forma de trabajo, cuyo principal beneficio percibido es la capacidad de adaptación al entorno.
La adaptación constante es una característica que deben tener hoy las organizaciones, y esto ha llevado a que la agilidad pase, de ser una metodología para el desarrollo de productos tecnológicos, a convertirse en una competencia básica para ayudarles a ajustarse a los cambios del mercado. E impulsar así su transformación digital. Esa es la principal conclusión de la edición 2021 del estudio «La agilidad en Latinoamérica, una competencia 'core' de las organizaciones adaptativas» de NTT Data.
Úrsula Barrera
A nivel de gestión, la agilidad ha traído «una gran revolución», dijo Úrsula Barrera, coach ágil de NTT Data, porque conlleva la dirección de líderes capaces de adaptarse a los nuevos entornos, que puedan dar un ejemplo cultural y cocreador. De hecho, subrayó, los estilos de liderazgo opuestos a la agilidad son hoy la barrera principal que aparece en la implementación de una mentalidad ágil en las empresas, así como la cultura empresarial actual, los silos entre áreas, la resistencia al cambio del personal y los procesos burocráticos.
Desarrollado en colaboración con MIT Tech Review en español, el reporte tuvo la participación de 198 encuestados de México, Colombia, Perú, Brasil, Chile y Argentina, que incluyeron no solo líderes de transformación ágil, sino también expertos en agilidad de banca, consultoría y telecomunicaciones.
Beneficios y retos de la agilidad
El estudio de NTT Data muestra que la adaptación al entorno es el principal beneficio de la aplicación de las prácticas ágiles. Otras ventajas percibidas son la mejora del time-to-market, del ambiente laboral y de la experiencia de los clientes.
Entre las barreras que aparecen durante la implementación del mindset ágil, el estilo de liderazgo es el mayor reto y tres de cada diez aseguran que falta participación de los líderes. La asignación de presupuestos es otro desafío importante, ya que casi la mitad de los encuestados aún no ha cambiado la forma de planificarlos en las iniciativas ágiles
Las compañías latinoamericanas que hayan integrado las técnicas ágiles de manera efectiva tendrán ventaja para adaptarse a un entorno VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) y liderar el mercado.
Barrera comentó que la agilidad como filosofía se ha extendido mucho incluso en áreas de negocios, impulsada por la digitalización forzosa provocada por el COVID-19, debido a su potencial para desarrollar procesos más eficientes considerando a las personas en remoto. «La agilidad se está viendo como un tema de personas más que de procesos, y es un mindset» basado en cuatro pilares: la transparencia, la colaboración, la autonomía y las prácticas de mejora continua, afirmó la experta.
Alejandro Hernández.
Según el estudio de NTT Data, el 90 % de las empresas entrevistadas afirman que sus departamentos de TI y/o desarrollo de software ya han integrado la forma de trabajo ágil; pero también más de uno de cada tres departamentos de RR. HH., casi uno de cuatro departamentos de márketing y en torno a una de cada diez áreas como finanzas, auditorías, ventas y cadena de suministro han implementado prácticas ágiles.
Alejandro Hernández, coach ágil de NTT Data, indicó que los datos también revelan que 51 % de las empresas han adoptado la agilidad en hasta un cuarto de sus áreas y que una de cada cuatro afirma que entre el 26% y el 50% de la organización trabaja con prácticas ágiles. Igualmente, tres de cada cuatro empresas cuentan ya con una oficina de transformación dedicada a impulsar un cambio ordenado, profundo y centrado en la consecución de los objetivos marcados, lo que indica un incremento en la madurez ágil.
Sin embargo, aún hay desafíos al aplicar la filosofía ágil, y los principales, detalló Hernández, son la gestión de talento, la consolidación del modelo de escalado y la transformación de la cultura. El escalado, la adopción ágil y la alineación estratégica marcarán los próximos pasos de las organizaciones.
Cinco tendencias para un futuro ágil
Para lograr que la agilidad continúe avanzando en Latinoamérica, los expertos de NTT Data indicaron que es importante que, además de abordar los retos mencionados, las empresas tengan presentes las tendencias que marcarán el rumbo ágil en los próximos meses:
- Escalado: Aplicar la filosofía ágil en una organización por completo facilita que los equipos gestionen mejor sus prioridades, trabajen de forma incremental e iterativa y favorezcan una mentalidad de mejora continua. Gracias a esos beneficios, la agilidad continuará escalando en las organizaciones.
- Adopción: Tres de cada cinco empresas tienen a más del 75 % de sus equipos trabajando de forma remota y, dentro de este porcentaje, más de la mitad planea prolongar el teletrabajo. Dado que la agilidad contribuye a mejorar la organización de los equipos en remoto para alcanzar los objetivos de negocio, se espera que las compañías que aún no la han incorporado aprovechen el cambio en los modelos de trabajo para adoptarla.
- Alineación estratégica: La pandemia ha obligado a las empresas a simplificar procesos y operaciones, por lo que desarrollar las competencias de una organización adaptativa será de gran ayuda.
- Cambio cultural: Evitar que los líderes sean un freno e impulsar su confianza en los colaboradores, más autónomos y con más capacidad de auto organización en una organización ágil, es un deber para las empresas. Además, las compañías tendrán que adaptar los valores culturales y las prácticas ágiles al trabajo remoto.
- Gestión del talento: Atraer profesionales con conocimientos de agilidad, equilibrar la contratación de dicho talento con el upskilling y reskilling de la plantilla actual, y proporcionar herramientas ágiles adaptadas específicamente al trabajo híbrido son tres de los cambios que las organizaciones impulsarán en este ámbito.
Finalmente, ambos expertos destacaron que la agilidad es un proyecto que no tiene término, puesto que «no es un fin, es un camino» para las organizaciones.
