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¿Actualizar a Windows Server 2016 o considerar otras opciones?

Con la llegada de Windows Server 2016, ¿su organización decidirá actualizar o irá por otro camino?

Con el lanzamiento de Windows Server 2016 en el tercer trimestre de 2016, las organizaciones de todos los tamaños están considerando cuándo, cómo o si migrarán a esta nueva versión. Aunque muchas organizaciones sin duda harán la transición a Windows Server 2016, hay una serie de factores que deben considerarse como parte del proceso de toma de decisiones.

Consideraciones sobre la migración a Windows Server 2016

La clave para determinar si una actualización a Windows Server 2016 es apropiada para una organización es un análisis exhaustivo de cuánto costará la migración y qué recibirá la organización por su dinero. Tenga en cuenta que los costos incluyen más que solo licencias. Deberá tener en cuenta los gastos de entrenamiento, las horas que el personal de TI invierte en la actualización y cualquier compra de hardware necesaria.

Los beneficios derivados de una migración a Windows Server 2016 varían de una organización a otra. Estos beneficios pueden ir desde la sustitución de un sistema operativo muy obsoleto, a aprovechar nuevas características, como los contenedores. En cualquier caso, el beneficio debe ser lo suficientemente significativo como para justificar los costos.

Al contemplar los costos y beneficios de una actualización, hay dos cosas a tener en cuenta. En primer lugar, una actualización no tiene que ser una decisión de todo o nada. Es perfectamente aceptable actualizar algunos servidores, pero no otros.

La segunda consideración es que una actualización no siempre puede ser adecuada. Windows Server 2016 puede ser incompatible con una aplicación concreta que una organización utiliza, o una de las características de Windows Server en la que la empresa confía puede que se hayan descontinuado en Windows Server 2016.

Migración desde versiones anteriores de Windows Server

Aunque la mayoría de las organizaciones no tendrán una necesidad urgente de actualizar a Windows Server 2016, las que estén ejecutando versiones anteriores de Windows Server, como Windows Server 2008 o Windows Server 2003, deberían considerar cuidadosamente los riesgos asociados con la continuación del uso de estos viejos sistemas operativos. Al hacerlo, es importante separar los riesgos legítimos del bombo de marketing.

Los productos de servidor tienen una vida útil limitada, durante la cual Microsoft proporciona soporte. Windows Server 2003 y Windows Server 2003 R2 llegaron a su fin de vida (EOL) en julio de 2015. Windows Server 2008 y Windows Server 2008 R2 llegaron al final de su soporte principal en enero de 2015. El soporte extendido está disponible hasta que lleguen a EOL en enero de 2020.

La EOL de un producto de servidor no significa que el sistema operativo dejará de funcionar en una fecha determinada. Aquellos que siguen ejecutando Windows Server 2003 le dirán que el sistema operativo continúa funcionando normalmente, incluso después de que Microsoft suspendió el soporte para ello.

Aun así, hay dos razones importantes por las que es mejor evitar el uso de un sistema operativo obsoleto. En primer lugar, cuando hay un problema, no puede llamar a Microsoft para obtener ayuda. En tal situación, una organización tendrá que tratar de solucionar el problema por sí misma o recurrir a un consultor de alto precio. Huelga decir que el uso de un producto sin soporte en un entorno de producción viola las mejores prácticas establecidas desde hace tiempo. En un nivel más práctico, nadie quiere explicarle al jefe que una interrupción se está prolongando porque el software esencial ya no es compatible.

La segunda razón por la que una organización debe evitar ejecutar un SO desactualizado se relaciona con la seguridad. Microsoft no crea parches de seguridad para un producto una vez que alcanza su EOL. Esto significa que cuando se descubren vulnerabilidades de seguridad, Microsoft no proporcionará un parche ni un método oficial para abordar la vulnerabilidad. Como tal, las organizaciones que siguen ejecutando el obsoleto sistema operativo se están poniendo en un riesgo extremo de ser hackeados.

¿Es Windows Server 2016 la mejor opción?

A medida que las organizaciones ponderan su hoja de ruta de actualización, es importante recordar que actualizar a Windows Server 2016 no es la única opción. Para muchas organizaciones, una actualización a Windows Server 2016 será, de hecho, la mejor opción. Por ejemplo, si una organización está ejecutando actualmente una versión anterior de Windows Server, la transición a Windows Server 2016 es probablemente la opción de actualización más fluida y menos problemática. La transición de una versión de Windows Server a otra implica una curva de aprendizaje menor que la migración a una plataforma competidora, y Microsoft proporciona herramientas y documentación para ayudar con el proceso de migración. No obstante, hay otras opciones disponibles.

Una de estas opciones es la transición a un sistema operativo de código abierto. Microsoft ha comenzado a ofrecer un soporte mucho más amplio de Linux del que estaba disponible en el pasado. Recientemente, por ejemplo, Microsoft dijo que ofrecerá una versión de SQL Server que se ejecuta en Linux.

Otra opción es retirar los servidores de aplicaciones viejos y pasar a la nube. En el modelo de software como servicio (SaaS), los proveedores de aplicaciones alojan sus productos y gestionan todas las actualizaciones. Con SaaS, sin embargo, un negocio depende del proveedor para proporcionar de forma fiable ese software en cualquier lugar y en cualquier momento. Además, los usuarios de SaaS pagan tarifas de suscripción continua.

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