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Mitos y realidades de la identificación digital para la salud

A pesar de los conocidos aspectos positivos de los avances en medicina digital, aún existen algunos mitos sobre la salud digital y su potencial.

La salud digital está transformando el sector salud. Cada vez son más los pacientes que pueden consultar su historial médico online, comunicarse con su profesional sanitario de forma virtual y concertar citas médicas de forma electrónica. La salud digital también ha transformado el trabajo de los médicos e instituciones sanitarias, que ahora pueden consultar información detallada, veraz y actualizada sobre sus pacientes cuando la necesitan. Pero a pesar de los conocidos aspectos positivos de los avances en medicina digital, aún existen algunos mitos sobre la salud digital y su potencial.

En este artículo exploraremos algunos mitos y realidades de la salud digital.

Mito:  El control de la pandemia tiene mayor prioridad que la digitalización de los servicios de salud.

Realidad:  Muchos ven la migración a la salud digital como una acción de baja relevancia en tiempos de crisis como la actual. La realidad es que la transformación basada en la identidad digital es de vital importancia para controlar la presente pandemia y mitigar el efecto de futuras crisis de salud.  En México y gran parte del mundo emergente, la mayoría de nuestros proveedores de servicios de salud, tanto privados como públicos, aún usan sistemas en papel para mantener registros de pacientes.

Para los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adopción acelerada y universal de la salud digital, debe de ser prioritario, de acuerdo a su estudio publicado en 2020. En dicho estudio, la OMS exhorta a los gobiernos a colaborar para lograr cobertura universal de acceso a la salud digital con el fin de monitorear y controlar futuras pandemias antes del 2025. De acuerdo al reporte, la identificación digital de pacientes puede ser fundamental para impartir servicios de atención médica rápidos y eficaces, sobre todo en países emergentes. Lo anterior contribuiría así a la equidad, la inclusión sanitaria y al desarrollo más sostenible.

Mito: La salud digital marginará a las poblaciones que no tienen acceso a internet.

Realidad: México es uno de los países más conectados del mundo y casi el 90% de su población tiene acceso a un teléfono móvil. Para poblaciones marginadas ya sea por situación geográfica, enfermedad, discapacidad o situación socioeconómica, la atención virtual es una excelente manera de abordar consultas, recordatorios y controles sanitarios sin necesidad de viajes peligrosos y costosos, y riesgos asociados a la movilidad.

Mito: La salud digital incrementará el riesgo de fraudes y vulneración de información médica confidencial.

Realidad: La verdad es que la conectividad y la identidad digital basada en blockchain y biometría, son el antídoto a los sistemas en papel que son incapaces de procesar y transferir datos de manera oportuna. La identidad digital permite al paciente y su familia (en caso de menores de edad, ancianos y enfermos) a controlar el acceso, divulgación y transmisión de datos médicos evitando así los problemas de vulnerabilidad, falsificación y suplantación. Con la salud digital, habilitada por las medidas adecuadas de seguridad, los registros de cada paciente se actualizan en tiempo real, los médicos y el personal de apoyo pueden obtener acceso a la condición de los pacientes al instante identificándolos de manera efectiva, confidencial y segura.

Mito: La salud digital es de menos calidad que la salud presencial

Realidad: Aunque la atención personal y presencial siempre será deseable, en condiciones de limitada movilidad, los sistemas de verificación de identidad digital permiten a los proveedores de atención médica brindar una atención de calidad.  

La pandemia ha disparado el uso de la salud digital, sobre todo para consultas no relacionadas con el COVID-19. Aunque no existen datos en México, un reciente estudio por JD Power publicado en el último trimestre de 2020, mostró que, en Estados Unidos, la satisfacción de los pacientes con la medicina digital era alta, con una puntuación de 860 sobre una escala de 1000 puntos. Como era de esperar, el 42% de los encuestados dijo que su motivo principal para elegir un encuentro de salud digital o tele salud era la seguridad, en comparación con solo el 13% en 2019.

En conclusión, se prevé que la salud digital seguirá creciendo en el futuro próximo con un nivel de adopción acelerada por los aprendizajes de la pandemia del COVID-19. De igual manera, queda claro que será necesario que la identidad digital tenga un rol fundamental en esta transformación.  Con estos hechos, los ciudadanos de México y del mundo, podemos anticipar con optimismo un futuro en el que los proveedores de atención médica, las instituciones sociales y los gobiernos se encuentren mejor preparados para enfrentar con mayor éxito las inevitables contingencias sanitarias del futuro.

Sobre el autor: Sergio Ortiz es director de Arquitectura Empresarial en Dicio.ai.

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