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Cinco puntos a considerar para proteger la infraestructura crítica

Asegurar la infraestructura de los servicios públicos más importantes es fundamental para la continuidad de la vida cotidiana y las operaciones de los negocios, señala Hillstone Networks.

La infraestructura crítica, que incluye servicios como la energía, el agua, y las telecomunicaciones, es cada vez más vulnerable a ciberataques. La digitalización de estos sectores ha mejorado la eficiencia, pero también ha ampliado la superficie de ataque.

Según comenta Manuel Acosta, country manager para Hillstone Networks en México, la interconexión de estos servicios, además, ha creado un entorno donde un fallo en un sector puede tener repercusiones en cadena, afectando otros sistemas vitales. Por ejemplo, un ataque cibernético que interrumpa el suministro eléctrico puede provocar la paralización de servicios de agua y telecomunicaciones, lo que a su vez puede generar caos en la vida cotidiana de millones de personas.

Manuel Acosta

Para el especialista, este panorama resalta la necesidad urgente de adoptar medidas de seguridad robustas y proactivas que no solo protejan cada sector individualmente, sino que fortalezcan la colaboración y la comunicación entre ellos. “La creación de un ecosistema de ciberseguridad integral es esencial para mitigar riesgos y asegurar que nuestra infraestructura crítica permanezca operativa y resiliente frente a las amenazas del futuro”, señala Acosta.

Algunos de los puntos clave que se debe tener en cuenta para asegurar estas infraestucturas, son los siguientes:

  1. Visibilidad de la red: Es importante contar con herramientas que permitan a las organizaciones tener una visibilidad completa de su red, lo que es esencial para identificar vulnerabilidades en sistemas críticos.
  2. Seguridad en la nube: Con la migración hacia la nube, las soluciones que garanticen la protección de datos y aplicaciones en entornos híbridos son vitales para la infraestructura crítica.
  3. Resiliencia ante ataques: Las organizaciones deben desarrollar planes de respuesta y recuperación ante incidentes para minimizar el impacto de posibles ciberataques.
  4. Cumplimiento normativo: Las organizaciones deben estar conscientes de cumplir con regulaciones y estándares de seguridad, que son cruciales en sectores como el energético y el de servicios públicos.
  5. Educación y concienciación: La capacitación y concienciación de los empleados es fundamental.

"En un mundo cada vez más interconectado, la protección de nuestra infraestructura crítica no es solo una responsabilidad, sino una necesidad vital para la continuidad de los negocios. Cada organización depende de sistemas robustos y seguros para operar de manera eficiente. Invertir en ciberseguridad no solo salvaguarda los activos digitales, sino que también garantiza la confianza de las empresas y la resiliencia ante las amenazas emergentes. Proteger nuestra infraestructura crítica es, sin duda, proteger el futuro de nuestras empresas", concluyó Acosta.

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