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Cinco mitos y verdades sobre la energía que mueve a las cripto

Conozca el costo energético detrás de blockchain y cuáles son las posibilidades de reducirlo analizando cinco puntos alrededor de las cripto.

La irrupción de la tecnología blockchain, hace apenas 15 años, abrió una acelerada era de transformación sobre nuestra idea del dinero. Conceptos como almacenamiento y descentralización mostraron el lado más disruptivo de las criptomonedas, y personas de todo el planeta descubrieron una modalidad de inversión impensada años atrás.

De acuerdo con Unicorn Hunters, responsables de la criptomoneda Unicoin, aunque la “agenda verde” de las criptomonedas estuvo ausente de la opinión pública durante muchos años, el año pasado, Digiconomist publicó que la energía eléctrica para el minado de bitcoin se duplicó en 2023, y el dato reavivó las inquietudes ambientales. 

¿Cuál es el costo energético detrás de esta innovación, y cuáles son las posibilidades de reducirlo? ¿Pueden las criptomonedas “reescribir” su capítulo ambiental y volverse más sustentables en el mediano y largo plazo? Para Unicoin, es urgente empezar a hacernos las preguntas indicadas.

“El futuro del dinero y el futuro del planeta no pueden pensarse de forma separada, y las energías que impulsan las transformaciones merecen ser conocidas y comprendidas por todos”, afirman desde la empresa. Con esa convicción, compartieron datos para mostrar algunos mitos y la realidad detrás de ellos.

Mito 1: Si bitcoin fuera un país, consumiría la misma cantidad de electricidad que Ucrania.

Verdadero: En julio de 2023, la cantidad de electricidad anual que demandó el minado de bitcoin (149 TWH) superó a la de Ucrania (134,5 TWH), y se ubicó muy cerca de la de Malasia (150,8 TWH), dos países de tamaño mediano.

Mito 2: Entre las principales criptomonedas, no hay ningún interés en reducir el impacto ambiental. 

Falso: Hace un año, Ethereum, la segunda criptomoneda más importante, adoptó el mecanismo del “proof-of-stake”. De ese modo, eliminó la necesidad de resolver complejas pruebas de cálculo que implicaban el uso intensivo de hardware y la demanda de electricidad cayó de forma significativa.

Mito 3: La “prueba de trabajo” y la “prueba de consenso” son los dos mecanismos principales de la tecnología blockchain y ambos son muy costosos en términos energéticos.

Falso: La “prueba de trabajo”, que es utilizada por bitcoin, no sólo consume más energía eléctrica, sino que genera residuos electrónicos estimados en 30,7 toneladas métricas anuales.

Mito 4: Para compensar las emisiones de CO2 que bitcoin generó entre 2021 y 2022, deberían plantarse 3.900 millones de árboles.

Verdadero: Esa cantidad equivale al tamaño de países como Suiza o Dinamarca.

Mito 5: Hay una nueva generación de criptomonedas que piensa la sustentabilidad en sentido amplio.

Verdadero: “En Unicoin, creemos que el impacto de la nueva generación de criptomonedas no sólo debe considerar la cuestión ambiental, sino también la democratización del acceso a la riqueza y la necesidad de una menor volatilidad”, refirieron desde Unicorn Hunters. 

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