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Biometría, factor de apoyo para la inclusión financiera

Además de reforzar el esquema de ciberseguridad, las soluciones de biometría e identidad digital pueden facilitar el acceso seguro de los usuarios a instituciones financieras.

La biometría cada día se convierte en uno de los factores de seguridad más recurridos en el mundo; México no podía ser la excepción, y empiezan a sobresalir jugadores regionales en este sector. Uno de ellos es DICIO, empresa mexicana desarrolladora de tecnología de identificación digital, biometría y encriptación, y otra es la argentina Veritran.

DICIO es una de las impulsoras de la tecnología para la creación de la identidad digital que fomente una economía inclusiva. Tuvimos la oportunidad de platicar con Miguel Espinosa, CEO de DICIO, quién mencionó que: «El tema de la identidad digital es relevante a nivel regional, ya que esto permite a la gente ser incluida de manera formal en materia económica».

Por su parte, Marcelo Fondacaro, COO de Veritran, considera que la seguridad ha jugado un papel fundamental en los últimos años. Ellos han implementado biometría «en varios de nuestros clientes del mercado mexicano, tanto para que los usuarios se autentiquen al momento de realizar el login, como para blindar la funcionalidad de pago móvil con este factor de seguridad. Como dato interesante, identificamos que, dentro de los tipos de datos biométricos que existen, el mayor porcentaje de uso en México se lo lleva la huella dactilar, por sobre el reconocimiento facial».

Actualmente, instituciones financieras, la banca, el gobierno y algunas empresas se están beneficiando de la tecnología de identificación y reconocimiento de validación de identidades. Por ello, el CEO de DICIO considera que es «muy relevante separar los temas de seguridad, y proteger de posibles riesgos de fraudes: la biometría del rostro nos puede mostrar el número único de tu rostro, identificando 128 puntos en tu cara, con algoritmos que permiten reconocer si la gente está estresada, contenta o en algún otro estado de ánimo».

Las soluciones biométricas facilitan el alta de nuevos usuarios y permiten que no se tengan que recordar contraseñas, haciendo que la información esté siempre protegida de cualquier ataque cibernético por suplantación de identidad. Los continuos esfuerzos en investigación y desarrollo han hecho que se sigan generando algoritmos de identificación cada vez más avanzados y de mayor precisión.

«Hoy existen sistemas de reconocimiento facial, de iris, de voz y de huella dactilar, y si bien los riesgos son reales, la biometría continúa siendo una medida de seguridad eficiente y funcional ya que difícilmente se torna inquebrantable debido a la complejidad que tiene replicar los rasgos físicos de una persona. Por mucho que un humano o una máquina se apodere de una cuenta bancaria, un análisis biométrico determinará al instante que no es el propietario real de la cuenta», considera Fondacaro.

Industrias aumentan el uso de la biometría

Una de las industrias que más está invirtiendo en estas tecnologías es la de servicios médicos, ya que con el simple semblante se puede tener acceso al expediente médico de una persona para que cualquier servicio público o privado en el que sea atendido pueda ayudarlo.

Otra manera de aplicar esta tecnológica, y que sin duda ayudaría a la inclusión financiera, según menciona Espinosa, es en la banca, para que los usuarios abran cuentas de manera remota –onboarding digital y remoto–, para validar transacciones y transferencias bancarias, y ventas de acciones en casas de bolsa.

Para el COO de Veritran «el uso de soluciones de biometría puede aportar a la inclusión financiera, dando la oportunidad a que un mayor número de personas puedan tener acceso a bienes y servicios de forma remota mediante pagos digitales, realizar operaciones financieras sin dinero físico e incluso pensar en dar de alta una cuenta desde su hogar, sin necesidad de dirigirse a una sucursal bancaria».

La biometría puede facilitar las operaciones

En su concepto más general, la biometría es considerada una herramienta que permite comparar características físicas y patrones de comportamiento de un individuo, para aseverar o confirmar la autenticidad de una operación o transacción financiera. Más allá del tema de la seguridad, otra ventaja que ofrece la biometría, y que muy poco se toma en consideración, es que no genera fricciones de acceso; al contrario, gracias al uso de esta tecnología hoy los procesos de admisión pueden ser más sencillos, ágiles y seguros.

Según el Banco Mundial, un promedio de solo el 55 % de los adultos latinoamericanos tiene una cuenta en alguna institución financiera, es decir 207 millones a enero de 2020. Casi una de cada cinco personas atribuyó esta situación a la falta de los documentos de identificación necesarios.

Ante el intento de crear una cédula de identidad para todos los mexicanos, Espinosa considera que: «Puede ser de ayuda, pues no solamente permite se identifique a los adultos, como lo hacemos con la credencial para votar; esta cédula también facilitará la identificación de los menores de edad». Y es que una de las ventajas de estas tecnologías es que puede funcionar con celulares de gama media, ya que únicamente se necesita una cámara desde 5 megapíxeles.

Si bien esta cédula de identidad ya existe en algunos países de Latinoamérica, en México aún no se cuenta con ella, por lo que DICIO está apoyándose en las leyes que permiten este trabajo para desarrollar sus soluciones. «Tenemos conexiones con el Instituto Nacional Electoral, también [en lo que respecta a] la validación del pasaporte, de acuerdo con el artículo 51 de la regulación Bancaria de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores».

Respecto a esta última, el 29 de agosto de 2017, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó en el Diario Oficial de la Federación, una serie de cambios a la Circular Única de Bancos que buscan combatir el robo de identidad dentro del sector bancario. Estos cambios incorporan y regulan el uso de datos biométricos (huella dactilar, principalmente) para la autenticación de los usuarios de la banca.

Una de las ventajas que traería una cedula digital, explica DICIO, es que abarataría los costos. Sin embargo, conforme a lo requerido por la CNBV, siempre se requeriría que alguna entidad tenga los datos biométricos para que se puedan comparar y eso dé la seguridad. «Para 2021, los bancos deberán haber cubierto el requerimiento para que los bancos cumplan el requisito de la biometría de los usuarios. Un ejemplo de cómo se deben usar los datos biométricos lo ha dado Banco Azteca, que nos muestra cómo ayuda a la inclusión de población a la que antes no llegaban los servicios bancarios, y también expuso la parte educativa, pues la gente entendió fácilmente el sistema».

La identificación con biométricos se torna sin duda, en una buena alternativa para ayudar a la inclusión financiera, «permitiendo tener una identificación en todo momento gracias a los rasgos de la persona y la tecnología, y sugiriendo la posibilidad de apertura de cuentas o pagos con ayuda de la biometría. Asimismo, esta tecnología puede ayudar a las personas que ya están activas en el mundo digital al facilitarles un mayor control de sus datos, seguridad para las interacciones en línea, protección ante un posible fraude de identidad, privacidad y una mejor gestión de sus cuentas en línea», considera el director de operaciones de Veritran.

Blockchain también estará teniendo una importancia enorme en temas de seguridad biométrica. «Estaremos transmitiendo el conocimiento, y esta tecnología permitirá que, al estar en un gran número de computadoras, nuestro registro sea todavía más inalterable», asegura el CEO de DICIO. «La máquina jamás dejará de hacer una comparación de identidad, para lo cual estamos certificando nuestra solución con laboratorios especializados a nivel mundial», destacando la certificación con el iBeta que valida el score de vida, indica Espinosa.

Ventajas de implementar la tecnología

La conveniencia de que las empresas cuenten con este tipo de tecnología, y sean dueños de ellas, es el menor costo que puede tener la implementación, lo que traería beneficios a empresas más pequeñas que ofrecen servicios financieros. «La tecnología ha bajado sus costos para fintech, cajas de ahorro, etc. Esta democratización es gracias a los precios», menciona Espinosa, quien remata con orgullo: «Nuestra tecnología fue desarrollada en México totalmente».

Esto hace pensar al CEO de DICIO que el panorama de esta tecnología en América Latina es prometedor. «Tenemos cosas buenas, nuestras soluciones están al parejo de las que desarrollan gigantes globales, pero nuestra ventaja es que ofrecemos los precios de América Latina. Ahora, respecto a documentos de identidad, desde el punto de vista de tecnología estamos cerca de Estados Unidos», y tal es el ánimo positivo que ven en la región que están apostando a desarrollar canales en Perú y Argentina.

Por su parte, el COO de Veritran considera que, en un panorama en constante evolución, la biometría se convertirá en una parte importante de la industria de pagos en el futuro. «De acuerdo con Juniper Research, se estima que para 2023 la biometría móvil legitimará anualmente $2 billones de dólares en transacciones de pago en tiendas y pagos remotos en todo el mundo. También se estima que las transacciones de comercio móvil, verificadas biométricamente, tendrán el crecimiento pronosticado más rápido, representando el 57 % de todas las transacciones biométricas en 2023».

Países emergentes, pioneros en la adopción de la biometría

Sorprendentemente, gran parte de este progreso se está produciendo en mercados emergentes como América Latina, África y Asia. Los desarrollos recientes en estas regiones han demostrado que pueden incorporar rápidamente tecnología biométrica en la banca nacional, las identificaciones gubernamentales y los programas minoristas, sin verse obstaculizados por la tecnología y los sistemas heredados que han retrasado una adopción biométrica más amplia en Europa y América del Norte.

«Latinoamérica, y México en específico, atraviesan un momento de adaptación en donde el uso de tecnología, por ejemplo, la biometría, jugará un rol importante. Tomando en cuenta que la pandemia ha dejado al descubierto nuevas necesidades, creemos que el uso de biométricos incrementará de manera paulatina, hasta convertirse en una actividad cada vez más cotidiana», dice Fondacaro.

El papel impulsor de la biometría con la inclusión financiera en México permitirá que se pueda acceder a todos los servicios [bancarios] desde nuestro celular. «Recordemos que en nuestro país hay muchos celulares, más que población», comenta Espinosa. En lo que respecta a los corresponsales bancarios como tiendas de conveniencia, «la gente podría acceder desde su celular y hacer que la información de sus biométricos se manejen desde ahí. México tiene el perfil para que soluciones como DICIO agreguen valor a las transacciones de las instituciones financieras», finaliza el ejecutivo.

A raíz del COVID-19 y las medidas de resguardo y distanciamiento social, la utilización de herramientas digitales ha incrementado. Si bien la digitalización del sector financiero es algo que ya estaba sucediendo, la contingencia sin duda ha impulsado su aceleración. De acuerdo con el VI Reporte de Inclusión Financiera de FELABAN 2020, los portales y aplicaciones que se relacionan con pagos se han incrementado en nivel de descargas entre el 24 % y 32 % durante el año que pasó.

Además, se espera que, en 2021, 1.500 millones de habitantes del mundo sean usuarios de servicios financieros digitales. «Nosotros, de hecho, registramos un incremento del 180 % en el uso de billeteras digitales en Latinoamérica durante la pandemia. Y en México, se estima que son 51 millones de usuarios de banca por internet, un crecimiento de más de 100 % en los últimos cinco años, y 17 millones de personas de apps bancarias, cuando hasta hace poco no había tanto acceso a este tipo de servicios desde el celular, según la Asociación de Bancos de México», concluye Fondacaro.

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