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¿Por qué no sirve bloquear sitios para frenar la exposición a contenido ilegal?

Experto explica que el bloqueo de sitios de internet frente a actividad ilícita es poco útil, no soluciona los problemas de fondo, puede afectar a terceros y genera un alto costo administrativo. He aquí cuatro razones de peso y cuatro recomendaciones a seguir.

Para muchas empresas, una solución rápida para evitar que sus usuarios accedan a contenido no autorizado, o que descarguen malware sin querer, es bloquear las direcciones IP de los sitios considerados nocivos o maliciosos. Esto puede parecer lógico y efectivo, pero, de acuerdo con Ignacio Estrada, gerente de Relaciones Estratégicas de LACNIC, no es suficiente para contrarrestar la actividad ilícita de los creadores de estos sitios, además de que el simple bloqueo de sitios deja muchos cabos sueltos.

“Normalizar el bloqueo de sitios en internet a la hora de limitar un acto ilícito o una conducta es ignorar las consecuencias que estas acciones pueden tener para clientes y usuarios de la región”, explicó Estrada en un blog de LACNIC.

El experto añadió que, aunque es posible bloquear un sitio para una red, esta tarea no es simple “y la probabilidad de que sus consecuencias tengan resultados indeseados crece a medida que aumenta el número de operadores involucrados, más aún si estos últimos se encuentran distribuidos en diferentes territorios o jurisdicciones.”

Estrada ejemplifica que, cuando se bloquea un dominio de apuestas, el sitio no necesariamente deja de ser visible en internet pues este tipo de sitios pueden tener más de un dominio registrado por los cuales es posible acceder al servicio.

“El problema se agrava dado que al no ser totalmente efectivo el bloqueo a nivel dominio el siguiente paso es ir al servidor en el que se aloja el sitio. El servidor utiliza al menos una IP para conectarse a internet entonces la decisión es bloquearla. Lo que sucede es que cada servidor puede alojar cientos o miles de sitios web: si bloqueamos esa IP, corremos el riesgo de bloquear todos los sitios de ese servidor, incluyendo los de empresas, gobiernos, entidades sin fines de lucro, etc.”, advierte Estrada en su publicación.

Además, el sitio podría estar alojado en distintos servidores en diferentes lugares del mundo, por lo que el bloqueo a nivel servidor (IP) podría hacerse extensivo a miles de sitios que nada tienen que ver con el sitio que se desea bloquear.

Considerando esto, el gerente de LACNIC ofrece cuatro argumentos que refuerzan por qué la política de bloqueos no surte el efecto buscado:

1- El bloqueo tiene un gran riesgo de perjudicar sitios y redes de terceros no involucrados

Muchas veces, frente a un pedido de bloqueo, los jueces mandan a bloquear no sólo una IP sino un rango de IP y quizás en ese rango están incluidas direcciones de redes que se ven afectadas sin ninguna necesidad. A finales de agosto de 2022, Cloudflare recibió quejas sobre sitios que dejaron de funcionar en Austria, pero la interrupción del servicio no era consecuencia de un problema técnico sino por una orden judicial que ordenó a los proveedores de servicios de internet (ISP) austriacos bloquear 11 de las direcciones IP de Cloudflare, lo que dejó inaccesibles durante dos días miles de sitios web.

2- No resuelve el problema de fondo

El bloqueo no asegura la eliminación del contenido o actividad ilegal que haya detrás de un sitio web y no brinda una solución real al problema que se busca resolver: el contenido no es removido y lo que se interrumpe es sólo una ruta de acceso a él. De esta forma, se corre el riesgo de convertir a internet en una superposición de bloqueos poco útiles que se eluden fácilmente, sin poder identificar a la/s persona/s que está/n cometiendo el ilícito.

3-Genera una enorme carga administrativa para todos los involucrados

Es muy largo el tiempo que lleva recuperar los servicios de terceros afectados que no han cometido ninguna actividad ilícita. La dinámica del bloqueo es rápida pero el proceso inverso es tedioso; por ejemplo, el regulador deberá notificar a los ISP y luego verificar su cumplimiento, mantener una lista pública de sitios bloqueados y lidiar con los reclamos (administrativos y económicos) de quienes hayan sido bloqueados indebidamente.

4- Representa la puerta de entrada para limitación de derechos humanos

Las solicitudes de bloqueo como medidas precautorias podrían convertirse en el puntapié que afecte a la libre expresión y derecho a la información de las personas.

¿Entonces, qué hacer?

Desde LACNIC consideran que cualquier medida que busque normar el uso de internet debe atender criterios amplios, que incluyan a múltiples involucrados, que promuevan la innovación y el desarrollo de nuevos usos y servicios en la red.

Estrada finaliza con cuatro recomendaciones:

  • No utilizar el bloqueo como primera opción para remover contenido ilegal
  • Consultar a todas las partes interesadas en caso de avanzar con una regulación que prevea el bloqueo de sitios, considerando que el nivel de urgencia depende del tipo de contenido
  • Sólo bloquear los recursos (el dominio o la IP) en forma temporal, en coordinación con el área técnica de la entidad a quien le realicen la solicitud (ISP)
  • Buscar la asesoría de expertos técnicos y/o de un grupo diverso de ISPs, operadores e instituciones afines para la coordinación y atención de estos incidentes.

 

Para ver el post completo, visiten el blog de LACNIC.

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