DRAM SSD vs. NAND SSD: Que empiece la “FUDia”

Aquí damos respuesta a los compradores que quieren conocer las diferencias de volatilidad, rendimiento o durabilidad entre discos DRAM SSD y NAND SSD.

Aquí damos respuesta a los compradores que quieren conocer las diferencias de volatilidad, rendimiento o durabilidad entre discos DRAM SSD y NAND SSD.

El almacenamiento de estado sólido (SSD) suele basarse en la tecnología flash NAND, a través de un cierto número de sistemas que están empezando a incluir chips DRAM en discos de estado sólido. Además, algunas empresas están empezando a combinar estas dos tecnologías de almacenamiento en sus arquitecturas de sistemas.

La diferencia entre estas dos tecnologías, en su implementación actual, no debería  merecer ninguna controversia. Para los vendedores tal implementación podría ser suficiente para señalar las diferencias entre ellas, aparte del precio, aunque la verdad es que el precio siempre será un factor importante en la decisión de compra, al ser el almacenamiento el elemento más caro de cualquier centro de datos. Y aunque existen algunas diferencias menores, podemos esperar que el factor FUD (Fear, Uncertainty and Doubt, en español “miedo, incertidumbre y duda”), tenga un papel importante en los argumentos de venta.

Volatilidad, rendimiento y durabilidad son los diferentes factores de cada tecnología que los compradores evalúan a la hora de estimar las diferencias entre DRAM SSD y NAND SSD.

Volatilidad

Una de las mayores ventajas del sistema NAND SSD es su estabilidad, entendida por el hecho de que los datos se conservan aun cuando no hay energía. Esto también es cierto para la NVRAM (donde NV significa no volátil). Conceptualmente, y quizá en términos de diseño, esto sea equivalente a la naturaleza no volátil de los discos duros. Ciertamente tiene sentido disponer de un dispositivo estable y no volátil para proteger nuestros datos ante un fallo eléctrico. Pero... ¿forma esto parte del FUD?

DRAM también es volátil; si hay un corte de corriente se pierden los datos. Sin embargo los centros de datos están protegidos con UPS, aparte de que muchos dispositivos tienen sus propias baterías de reserva y muchas placas DRAM también poseen su propia batería. Uno debería ser un paranoico clínico para pensar que pueden producirse pérdidas de datos. De hecho es difícil creer que puedan sufrirse tales perdidas.

Rendimiento

Está claro que la tecnología SSD es perfecta para aplicaciones de lectura de datos, pero también tiene un pequeño déficit de rendimiento en escritura. DRAM, que es la tecnología primaria de la memoria de los servidores, debe operar de forma equilibrada a la hora de escribir/leer. Esto parece un punto a favor de la DRAM, ¿verdad?

Lo primero que debemos aclarar es que esa “deficiencia” en la escritura es algo relativo. Lo cierto es que si comparamos la capacidad de la NAND flash en lectura con la capacidad de escritura, ésta es notablemente más lenta. Sin embargo el rendimiento de escritura de la NAND es notablemente más rápido que cualquier disco mecánico, en una relación de 10 a 1. Además, el rendimiento I/O de cualquier dispositivo depende de varios factores; los argumentos sobre el rendimiento de los fabricantes tienen suficientes advertencias como para aplastar a un abogado. Finalmente los fabricantes de NAND han invertido considerables cantidades de tiempo y dinero para desarrollar estrategias de optimización de los ciclos de escritura. Que una tecnología sea superior a la otra podría depender de los requisitos de la aplicación en concreto.

Durabilidad

La vida de un producto NAND flash no se mide en tiempo sino en operaciones de escritura. El proceso de escritura y borrado provoca que el NAND empiece a deteriorarse y a fallar, aunque a un nivel de celda individual. Los dispositivos NAND SSD domésticos soportan una media de 3,000 a 10,000 operaciones de escritura, mientras que los dispositivos corporativos soportan unas 100,000 operaciones. El fallo del dispositivo NAND normalmente es gradual, y se produce conforme van fallando celdas y van afectando al rendimiento general. Los fabricantes suelen cubrirse las espaldas (por ejemplo incluyendo más almacenamiento del que anuncian) para compensar esa perdida. Y por otro lado, tal como hemos comentado, los fabricantes también están mejorando los algoritmos de escritura para minimizar la degradación. En cuanto a la DRAM, ésta sufre de errores más graves y directos, que se compensan mediante pruebas destinadas a detectar o corregir tales fallos. La vida útil de una unidad DRAM no se mide en operaciones, pero definitivamente falla con el paso del tiempo.

Entonces ¿tiene la DRAM una vida más larga que la NAND? Ambos productos ofrecen garantías de varios años. Muchos fabricantes NAND ofrecen 5 años de garantía, mientras que otros anuncian hasta 10. Algunas garantías DRAM SSD son similares. No hay una clara diferencia entre ambas.

Ponderando los beneficios

Aunque algunos fabricantes desarrollan exclusivamente dispositivos DRAM ó NAND, otros están empezando a ofrecer ambas tecnologías. La DRAM suele estar más centrada en el nivel de base, por lo que normalmente se ofrece para mejorar el rendimiento. La NAND complementa la DRAM funcionando como un sistema de almacenaje híbrido donde el software adecuado puede mover los datos “calientes” rápidamente a los dispositivos SSD, más rápidos, desde los HDD, que son más lentos.

La guerra entre DRAM y NAND es más un conflicto, casi místico, entre fabricantes que entre empresas de IT. De hecho muchas empresas de IT usan DRAM y NAND en vez de elegir entre DRAM ó NAND. Los elementos no tecnológicos, tales como el precio, las preferencias del vendedor o la coherencia de su arquitectura pueden ser factores más importantes a la hora de tomar una decisión. Aun así las empresas de IT seguramente quieran sopesar las diferencias existentes para optimizar sus sistemas NAND y DRAM.

 

Phil Goodwin es consultor de almacenamiento y escritor freelance.

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