Nota del editor

La forma más práctica de implementar mejoras, cambios e innovaciones tecnológicas en las empresas es en forma de proyectos concretos de TI. Los proyectos permiten establecer una planificación de todo el proceso, con objetivos y alcances precisos, determinar responsables y poner un cronograma de las actividades que se debe ir cumpliendo. Así, es posible controlar todo el proceso de implementación y minimizar los riesgos que todo cambio conlleva.

Sin embargo, debido a la complejidad que hoy tienen los negocios, los proyectos de TI pueden ir desde pequeñas implementaciones de herramientas específicas, en un área puntual, hasta transformaciones titánicas que abarcan a toda la organización. En ambos extremos, una gestión adecuada es lo que permite llevar el proyecto a término con éxito. Por eso, en esta guía esencial, le ofrecemos un vistazo a cómo está evolucionando la forma de gestionar los proyectos de TI, así como algunos ejemplos que funcionaron, plantillas gratuitas que puede utilizar, y consejos prácticos para superar alguna que otra piedra en el camino.