Jeetu Patel: El trabajo híbrido y la colaboración abren el acceso global a oportunidades

Cualquiera con una idea puede ayudar a resolver un problema si la geografía y la distancia no importan al incorporar talento, afirma el vicepresidente ejecutivo y director general de Colaboración y Seguridad de Cisco.

Las oportunidades de trabajo y de desarrollo para las personas a nivel global están desigualmente distribuidas, pero el potencial humano no lo está. Si queremos resolver los problemas que acucian al ser humano, y a las empresas, deberíamos aprovechar la tecnología para hacer que las oportunidades siguieran al potencial humano y no al revés.

Esa es la visión de Jeetu Patel, vicepresidente ejecutivo y director general de Colaboración y Seguridad de Cisco, quien, en entrevista con ComputerWeekly en Español, compartió su visión del futuro de la colaboración y del modelo híbrido de trabajo. Patel, un apasionado de las posibilidades que la tecnología trae para la inclusión, repasó los principales desafíos que hoy requieren solucionarse con respecto a las herramientas tecnológicas, y habló de la necesidad de una adecuada gestión del cambio y de impulsar una mentalidad y una preparación cultural alineadas con las ventajas del modelo híbrido para avanzar hacia un futuro en el cual las reuniones virtuales inmersivas sean la regla, y la geografía y la distancia no importen al momento de trabajar en equipo.

Jeetu Patel

En la segunda parte de la entrevista, Jeetu Patel habló sobre la importancia de nunca perder de vista la seguridad y la privacidad en la evolución de la tecnología de colaboración.

Nota del editor: Esta entrevista ha sido editada por claridad y concisión.

¿Cuáles cree que son los principales retos del modelo de trabajo híbrido en estos momentos, teniendo en cuenta los aspectos tecnológicos y los culturales?

Jeetu Patel: Si miras cómo va a ser el futuro –y definitivamente creemos que va a ser híbrido– la gente a veces elegirá trabajar desde casa, a veces trabajará en la oficina, a veces en algún punto intermedio. Pero, si bien todo el mundo desea trabajar en un modo híbrido, este modelo tiene un montón de desafíos y no funciona tan fluidamente todavía. Y por eso es más difícil trabajar en un modelo híbrido que cuando todo el mundo estaba en la oficina o todo el mundo estaba en casa, para el caso.

Te voy a dar un par de ejemplos rápidos de dónde están estos desafíos con el [modelo] híbrido. Imagina que estás en un modo híbrido, lo que significa que cuatro personas están en una sala de conferencias y tres están en casa o en otro lugar, a distancia. Uno de los retos que tienes, con las personas que están sentadas juntas, es que una cosa muy natural para ellos es levantarse y empezar a dibujar en la pizarra, ¿no? Y la gente que está a distancia no tiene ni idea de lo que está pasando. Es muy difícil seguir la conversación si están señalando algo, pero no sabes lo que realmente están señalando.

Otro reto es [si] las personas [están sentadas en] una mesa larga y hay un par sentadas en la parte de atrás de esa mesa. Cuando tienes esa mesa larga y alguien sentado al fondo de la mesa, es posible que no puedas ver las expresiones faciales o el lenguaje corporal de esa persona, así que no sientes que estás conectando con ellos. Así, las personas que están en la sala se sienten excluidas y las que están alejadas se sienten excluidas.

Otro problema que se puede tener es el audio. Si alguien está sentado en el fondo de la sala no se le puede oír tan bien como a alguien sentado más cerca del micrófono. Y la realidad es que sin un buen audio no se puede tener una buena reunión.

Todos estos son ejemplos de desafíos prácticos a los que la gente se enfrenta en los [modelos] híbridos todo el tiempo. Si no se solucionan estos problemas, ocurren una o dos cosas: o bien hay alguien que se siente como un participante de segunda clase, que no se siente como si estuviera en la acción, o la única manera en que la gente tenga éxito es cuando están todos juntos. Ambas cosas son malas para la sociedad, porque lo que se quiere es tener un mundo inclusivo, en el que la gente pueda participar en una economía global sin importar dónde esté, sin importar el idioma que hable, sin importar el nivel socioeconómico que tenga. Lo que se quiere es: ‘Oye, no importa si estoy en casa o en la oficina, el trabajo no es dónde estoy, sino lo que hago’.

Este tipo de desafíos tienen que ser resueltos porque las implicaciones de no resolverlos tienden a ser más grandes que lo que podríamos pensar. Porque lo que sucede es que la gente empieza a volver a decir: ‘Mira, tenemos que estar todos juntos, de lo contrario no podemos ser productivos’. Y si hay algo que hemos aprendido en los últimos dos años es que eso no es cierto para la mayoría de los trabajos, [en los que] puedes estar en cualquier parte del mundo y participar. ¿No sería precioso que estuvieras en un pueblo de Bangladesh y tuvieras el mismo acceso a las oportunidades que alguien en Silicon Valley?

Eso, en mi opinión, es algo que nosotros, como humanos, nos debemos a nosotros mismos para crear ese futuro. Y lo híbrido es el primer paso para crear ese futuro, pero no podrás hacerlo realidad si no superas los desafíos. Nuestro trabajo, como empresas proveedoras de tecnología, es resolver esos problemas.

De modo que si resulta que quieres levantarte y empezar a dibujar en una pizarra, puedas hacerlo en una pizarra digital y todo el mundo pueda dibujar contigo; y si no puedes ver a alguien en el fondo de la sala, la cámara sabe automáticamente que debe crear un flujo de video individual contigo para que podamos hacer zoom a tu rostro. Si resulta que no puedes oír bien a alguien porque está lejos del micrófono, el sistema debería ser lo suficientemente inteligente como para ecualizar las voces. Este tipo de tecnologías son problemas informáticos difíciles que hemos resuelto en Cisco, por lo que estamos muy entusiasmados con lo que esto puede hacer por nosotros.

¿Cree que las empresas que no están dando estos pasos hacia allá no sienten que necesitan invertir tanto en ese tipo de tecnología para crear este tipo de entornos? ¿Cree que les falta cultura o tienen una mentalidad diferente?

Jeetu Patel: Bueno, para que cualquier tecnología se generalice tienen que pasar algunas cosas. Una es que la tecnología tiene que funcionar, no puede ser demasiado difícil usar esa tecnología; eso es lo primero. Número dos, tiene que ser asequible. No puede dejarte en quiebra mientras la usas, así que el costo y el retorno de la inversión tienen que ser muy obvios. Y, lo más importante, es que la gestión del cambio y la preparación cultural tienen que desarrollarse realmente en la empresa.

Los dos primeros son obvios: la tecnología tiene que funcionar y tiene que ser asequible. La tercera es un poco más sutil. Tienes que hacer que [la gente] supere el modelo mental que dice ‘la geografía no determina el nivel de contribución de alguien, sino que la producción determina el nivel de contribución de alguien’. Lo ideal es que la geografía no sea un limitador de la producción. De hecho, debería ser un acelerador de la producción para que, dondequiera que estés y en el lugar en el que te sientas más cómodo, seas capaz de proporcionar el nivel adecuado de contribución.

Eso requiere que consigas que las empresas piensen de esa manera, que los directivos piensen de esa manera, que la gente que está participando desde otro lugar no se sienta culpable por no estar en el mismo sitio. Y lleva un tiempo asegurarse de que esas cosas suceden.

Fundamentalmente, no se crea un mundo inclusivo si se ordena y exige que la gente tenga que estar en un lugar determinado para hacer el trabajo. Puedo ser una madre o un padre soltero y estar tratando de cuidar a mi hijo y quiero seguir asegurándome de que puedo contribuir a la sociedad y trabajar. Hoy debería ser posible hacerlo, [pero] hoy en día eso crea muchas limitaciones para la gente y tienen que elegir entre cuidar de su hijo o trabajar, y esas no deberían ser opciones mutuamente excluyentes. Deberían ser cosas que se pudieran hacer, ambas cosas.

Tenemos que asegurarnos de que la cultura está preparada y de que el cambio cultural se está produciendo. Todos nosotros tenemos que luchar, pero no se puede luchar por ello a menos que la tecnología funcione perfectamente y sea asequible, y esas son las piezas. La buena noticia es que la gente ha probado la miel ahora. Se ha demostrado que ya no hay un debate a ese respecto.

Así que ahora a algunas personas les gusta trabajar juntas, a otras les gusta trabajar desde casa, y dar esa flexibilidad realmente te permitirá conseguir el mejor tipo de personas. Y, eventualmente, el negocio es solo un reflejo directo de un factor: ¿Tienes a las mejores personas trabajando para ti? Atraerás y podrás conseguir a los mejores talentos del mundo cuando les des toda la flexibilidad para trabajar desde cualquier lugar para tu empresa.

Siguiendo esta idea, ¿cómo ve el futuro de la colaboración en este modelo de trabajo híbrido con todos los avances que han tenido las herramientas, como utilizar la nube, contar con reconocimiento de voz natural, la conversión de voz a texto, las tecnologías para reducir el ruido y la inteligencia artificial?

Jeetu Patel: Si pensamos en los últimos dos años, hemos hecho un gran progreso. De hecho, es la noche y el día. ¡Imagínate que la pandemia hubiera ocurrido hace 25 años! La vida habría sido dolorosa. Ahora mismo es dolorosa, pero la vida habría sido mucho peor hace 25 años, porque no se trata solo de la productividad de la gente que puede hacer las cosas, sino que la gente tiene la necesidad intrínseca de sentirse conectada y el video hace que la gente se sienta conectada porque puedo verte, puedo hablar contigo, puedo ver tus expresiones. Puedo ver y sentir la emoción y eso realmente tiene mucho que ver, pero solo estamos empezando.

Si avanzas 10 años, no creo que la gente colabore solo viendo cajas de 2 por 2 en una pantalla bidimensional. Esa no va a ser la idea de cómo la gente se relacione entre sí. Creo que va a haber mucha más sofisticación en torno a eso. El cerebro humano no podrá distinguir si está sentado frente a alguien en la vida real o en forma virtual. El cerebro empezará a olvidarlo y la tecnología desaparecerá. Y eso hace que el futuro sea muy, muy emocionante.

Los fundamentos van a estar ahí: la gente va a confiar en el sistema y nadie va a sentir que su seguridad será comprometida o que su privacidad se verá comprometida. Eso es algo que todos nosotros tenemos la responsabilidad de hacer porque la privacidad es un derecho humano básico. La necesidad de sentirte seguro con tu propiedad intelectual, con tu identidad, con todas esas piezas es realmente necesario para que la gente pueda experimentar un mundo no opresivo. Así que la seguridad y la privacidad serán muy importantes.

Pero la inmersividad de la experiencia será muy importante. Y no te sentirás restringido. Ahora mismo, no me siento tan libre en el mundo virtual como en el mundo real, y esa libertad no solo debería ser tan buena como la del mundo real, sino que deberíamos hacerla diez veces mejor que la del mundo real. Podemos asegurarnos de que la gente no solo se sienta libre para caminar y que las cámaras les sigan, sino que de repente puedan pensar en un objeto y sacar el objeto virtualmente, y ambos puedan empezar a manipular ese objeto. Esa es una experiencia de inmersión.

Así que, aunque estamos a 10.000 millas de distancia del otro, estamos diseñando un coche juntos y el modelo del coche es algo que ambos podemos editar en el espacio tridimensional, y moverlo, y eso lo estamos haciendo juntos. Eso es bastante mágico.

[Además], a veces no quiero hablar contigo en modo sincrónico. (…) En algunos casos, en los negocios, solo quiero salir y dar a alguien una actualización, y eso puede ocurrir de forma asíncrona. Así que [la colaboración] no solo será sincrónica, sino también asíncrona.

La inteligencia artificial estará integrada en todo lo que se haga, de modo que el idioma no será una barrera. Yo estoy hablando en inglés, pero tú quieres oírme y quieres ver lo que estoy viendo en español, eso debería ser algo que el sistema haga automáticamente. ¿Adivina qué? Hoy lo hacemos, así que puedes ver subtítulos ahora mismo en la conversión de voz a texto y la traducción en tiempo real en 108 idiomas diferentes.

Esas son las cosas que creo que hacen que estas experiencias sean infinitamente mejores. Habrá miles de estas pequeñas cosas que seguiremos haciendo y mejorando. El objetivo final es que el cerebro humano no sienta una carga cognitiva como resultado de ser virtual. Ese es el objetivo final.

Y si no siente la carga cognitiva, entonces la geografía y la distancia no importarán. Y cuando la geografía y la distancia no importen, cualquier persona de cualquier lugar podrá participar en una economía global sin ninguna penalización. Y eso abre el mundo a 3.000 millones de trabajadores digitales.

Cualquiera con una idea podrá resolver un problema porque la oportunidad ahora mismo está muy desigualmente distribuida, pero el potencial humano no lo está. El potencial humano está distribuido muy uniformemente, así que deberíamos seguir el potencial humano y su distribución uniforme, y hacer que la oportunidad siga el potencial en lugar de al contrario.

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