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Tres claves sobre habilidades blandas para impulsar el talento

La falta de capacitación en habilidades blandas sigue siendo una barrera para el éxito de las empresas en la era digital, dice Kurios.

Si bien, durante la pandemia, los procesos de transformación digital se vieron acelerados por la necesidad, con la respectiva adopción de componentes, tecnologías y plataformas digitales, el éxito de estos proyectos no depende solo de la tecnología. Una encuesta a líderes empresariales, elaborada poco antes de la emergencia sanitaria, revelaba cómo el 70 % de todas las iniciativas de adopción digital no alcanza sus objetivos comerciales por la falta de habilidades blandas.

“En gran medida, esto se explica porque existe una carencia en las compañías y los líderes empresariales relacionada con una visión de que, por sí mismas, las llamadas hard skills tecnológicas harán todo el trabajo, dejando o minimizando las habilidades blandas o soft skills, cuando en realidad es que están íntimamente relacionadas y su implementación deben ser estratégica”, explica Carlos Lau, co-founder y CEO de Kurios, la empresa edtech B2B de programas de entrenamiento basado en cohortes para equipos digitales.

De acuerdo con el ejecutivo, hay tres claves sobre las habilidades blandas y duras que los líderes empresariales deben conocer para impulsar el éxito de la transformación digital en su organización:

1. Conocer las soft skills

Generalmente, las soft skills se entienden como esas cualidades o actitudes “no técnicas” que permiten a los colaboradores desempeñarse adecuadamente en su entorno. Se consideran una parte crucial para alcanzar los objetivos de negocio, junto a los conocimientos técnicos, que son los llamados hard skills. Algunos ejemplos de habilidades blandas son: liderazgo de equipos, creatividad, comunicación asertiva, innovación, flexibilidad, productividad y gestión del tiempo, entre otras.

Estimular las habilidades blandas es una tendencia clave para que los colaboradores eviten funcionar en islas, y puedan comunicarse entre sí de manera efectiva. Por ello, “integrar a los equipos de trabajo reduce la resistencia al cambio y fomenta la proactividad de los colaboradores, pues humaniza el entorno, promueve la creatividad y estimula los vínculos personales”, dice Lau.

2. Crear espacios colaborativos

Derivado del punto anterior, impulsar las habilidades blandas permite el desarrollo de un espacio de trabajo colaborativo, conseguir de manera efectiva los objetivos y promover el avance de la organización hacia otros niveles. Sin embargo, para lograr un espacio colaborativo no solo basta con proporcionar un área de trabajo abierta, cómoda y/o confortante: es necesario contar con las herramientas y habilidades digitales necesarias para poder interactuar e intercambiar información sobre los proyectos de manera rápida y sencilla. Al respecto, una encuesta realizada por PwC reveló que una de las principales barreras para una adopción digital exitosa es la falta de equipos de trabajo adecuadamente capacitados.

3. Buscar el equilibrio estratégico

Dicho lo anterior, la clave radica en desarrollar habilidades blandas a la par de las habilidades digitales para que los equipos puedan enfocarse en la colaboración para la innovación. Y es que, en muchas ocasiones, las compañías implementan una transición agresiva hacia la digitalización sin considerar las habilidades blandas necesarias para tener un mejor trato y una relación humana con la tecnología. En este contexto es ideal el “growth mindset”.

Growth es una metodología y mentalidad de pruebas rápidas de productos y servicios para identificar cómo crecer eficientemente y a altas velocidades. Pensar en modo Growth implica generar crecimiento a alta velocidad en un nuevo entorno, que usualmente es volátil e incierto. Por ello, subraya el desarrollo de habilidades blandas, especialmente la honestidad y cooperación.

“Mientras que la mentalidad fija causa rivalidad y competencia entre las personas e incluso puede llevarlas a ocultar sus errores, la mentalidad Growth promueve que las personas sean más abiertas. Así, desarrollar habilidades blandas como parte del pensamiento Growth se traduce en una mayor cooperación entre compañeros de trabajo y en un ambiente de confianza en el que las personas pueden trabajar sin temor a ser juzgadas, lo cual impactará positivamente en los objetivos de negocio”, concluye Carlos Lau.

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